Actualidad

Los proyectos de Arauco: desde MAPA a los vientos del sur

Imagen principal
Arauco
POR Maria del |

El proyecto MAPA se apronta a una nueva fase en su construcción. La nueva demanda asiática será clave en el crecimiento de la compañía.

El movimiento de tierra del multimillonario proyecto de Modernización y Ampliación Planta Arauco (MAPA) de la empresa forestal ligada al grupo Angelini está por terminar. Así avanza una de las mayores inversiones en curso que existe en el país, la misma que promete la contratación de unos 8.000 trabajadores antes de agosto del próximo año. Este es el proyecto con el que Arauco busca renovar su Línea 1, el cual se prepara mientras los precios de la celulosa no pasan por un buen momento producto de la guerra comercial. Sin embargo, según el gerente de Asuntos Corporativos y Comerciales de Arauco, Charles Kimber, la iniciativa no tiene previstas demoras por la coyuntura. Por el contrario, la idea del grupo es concluir con su construcción dentro del plazo y los presupuestos proyectados.

“Este es un proyecto muy grande, al que ya hemos asignado US$ 1.000 millones en la construcción y otros US$ 800 millones en la compra de equipos para un total de US$ 2.500 [de inversión]. Son 30 y tantos contratos, vamos a tener un peak de contratación de mano de obra de aproximadamente 8.000 personas en un año más, en agosto del 2020. Por lo tanto, esto va viento en popa y lo más importante es que sea una operación segura, que termine en los plazos y en el presupuesto que hemos seteado“, comenta Kimber en conversación con PAUTA Bloomberg

El ejecutivo está consciente del momento que atraviesa la celulosa, sin embargo afirma que estos son proyectos industriales de largo plazo y que buscan complementar las operaciones con las que ya cuenta la empresa. “Por lo tanto, este es un proyecto que no se idea de un día para otro, no es producto de la coyuntura, esto es porque hay una vocación, hay un conocimiento del negocio forestal industrial”, afirma Kimber.

 

Avances en la obra

Respecto del estado de avances en las obras, el ejecutivo detalla que hace aproximadamente un año se aprobaron los movimientos de tierra, los cuales se iniciaron en el mes de diciembre. Posteriormente se realizó la compra de equipos, tanto en Chile como en el extranjero, los que debieran empezar a llegar durante septiembre.

“Ya estamos con las oficinas instaladas para los ingenieros y las empresas constructoras. Se asignaron los contratos para cuatro empresas constructoras chilenas para lo que es montaje electromecánico (Sigdo Koppers, Besalco, Echeverría Izquierdo, y Vial y Vives). Y por lo tanto, este es el momento en que empieza a haber un movimiento en la contratación de mano de obra”, explica el empresario.

“Hoy están trabajando aproximandamente 1.500 personas. Y viene un incremento gradual hasta llegar a un peak de unas 8.000 personas. Hemos trabajado fuertemente junto con las autoridades para la contratación de mano de obra local. Sabemos que una vez que termine la obra ese gente no va a seguir ahí trabajando, porque es para la construcción, por lo tanto hay que darles capacidades, entrenamiento y competencias, cosa que mejore su empleabilidad una vez que termine la construcción propiamente tal” comenta.

 

Demanda asiática

Desde hace unos meses, los valores de la celulosa han estado cayendo producto de la actual guerra comercial entre Estados Unidos y China. La fibra corta se encuentra en sus valores más bajos desde 2017 y las acciones de las empresas forestales han sufrido las consecuencias. Sin embargo, más allá de este panorama, Kimber dice estar “muy optimista”. El ejecutivo sostiene que los mercados son cíclicos y están enfrentando una situación puntual.

“La oferta y demanda ha hecho que los precios disminuyan. Sin embargo, estamos tremendamente optimistas del futuro. Creemos que estas fibras, el negocio forestal, las fibras de celulosa, el uso del papel están en aumento, especialmente en economías como las asiáticas”, sostiene.

“Estamos viendo en China un aumento importante, en India, en Vietnam, en Tailandia, en Indonesia, muchos de estos países donde el papel llegó más tarde que lo que nos llegó a nosotros. Estamos hablando del papel en usos como servilletas, papeles higiénicos, pañales, sanitarios y para todo lo que es la industria del envoltorio y del embalaje. Ahí hay un cambio importante porque está habiendo sustitución por otros materiales como puede ser el plástico”, explica. 

Estados Unidos al 100%

El proyecto MAPA no es el único en el que Arauco tiene puestas sus fichas. En abril pasado inauguró las operaciones de su planta de tableros en Míchigan, Estados Unidos, concretando la mayor inversión chilena en ese país. 

Sobre su funcionamiento, Kimber comenta que la planta se encuentra operando actualmente a un 70% de capacidad. “Efectivamente es una inversión muy importante, es la más importante que hemos hecho nosotros en Estados Unidos. Aquí se entró a un lugar donde no había este tipo de fábricas […]. Esto nos posiciona como el líder en productos de tableros en el mercado norteamericano”, asegura. 

El ejecutivo afirma que su producción no se ha visto afectada por la guerra comercial, en parte porque, dice, se trata de un producto maduro en el mercado norteamericano. “Estamos geográficamente en un lugar que es un polo mueblero, por lo tanto vemos buenas perspectivas y el mercado tiene todavía mucho que crecer. Estamos recién con 1,2 millón viviendas que se inician al año y en el momento peak en el año 2006 llegó a 2,4 millones. Por lo tanto, estamos a un 50% del potencial de lo que Estados Unidos puede continuar creciendo”, sostiene. El objetivo de la empresa es lograr que la planta esté operando al 100% de capacidad a fines de este año. 

 

Aprovechando el viento de Arauco

Otras de las inversiones que la compañía está llevando adelante es el proyecto Viento Sur: un parque eólico ubicado en la Región del Biobío, cuyo estudio de impacto ambiental fue ingresado en marzo. “Esperamos que dentro de un año este estudio esté aprobado, por lo tanto esperamos que [sea] en marzo de 2020“, comenta.

“Es una inversión de aproximadamente US$ 240 millones y vamos a generar unos 220 MW. Es nuestra primera inversión en un parque eólico”, afirma el empresario, y asegura que la iniciativa nació en parte para aprovechar los muy buenos vientos del Golfo de Arauco. Además, dice, va en línea con el proceso de descarbonización que ha iniciado el país y complementa las líneas de transmisión que se construirán a propósito del proyecto MAPA.

Kimber sostiene que el 100% de la energía que genere el proyecto será destinada a la venta en la red y no para abastecer a las plantas de la compañía. 

Vea la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: