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De autoayuda a poesía: los libros para degustar en vacaciones

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POR Periodista Practicante |

¿Busca un panorama interesante? El traficante de libros entrega una lista de títulos para disfrutar este verano.

¿Cómo capear el calor del verano? ¿Qué panoramas puedo armar en estas vacaciones? Quizás estos dilemas de la temporada estival pueden ser solucionados con lo que viene en un antiguo maletín de cuero de “El traficante de libros”, el gran recopilador literario de Desde el Jardín con Cristián Warnken.

En el maletín no solo hay novelas, diarios de viaje o libros de ciencia. También hay obras de autoayuda. Como dijo el filósofo griego Epicteto, “lo único que te puede hacer daño eres tú mismo”. Si solo una persona puede hacerse daño, solo ella puede hacerse bien, y una buena manera de contribuir a su bienestar es leer un buen libro y confiar en sí misma.

Uno mismo y el arte

Confianza en uno mismo y otros ensayos – Ralph Waldo Emerson

“Otro de los terrores que nos apartan de la confianza de nosotros mismos es nuestra consecuencia; la reverencia, el apego que sentimos por nuestros actos o palabras en tiempo pasado, porque los ojos de nuestros semejantes no tienen otros datos para considerar nuestra línea de conducta más que nuestros actos pasados y no queremos exponernos a defraudarlos”.

Esa frase que nos habla de la dependencia humana a las expectativas y opiniones de los demás fue escrita en el siglo XIX y sigue siendo contemporánea. El autor, uno de los máximos representantes del trascendentalismo, deja esta obra de 302 páginas para quien quiera adentrarse en los profundos mares de su ser y volver de ellos recargado con más sabiduría.

El día y la noche – Georges Braque

Con solo 72 páginas, este libro del pintor francés y uno de los máximos representantes del cubismo es una perfecta opción para quienes no son muy amigos de las lecturas extensas. En él se recogen pensamientos y reflexiones del artista. Una de ellas:

“El vaso da una forma al vacío y la música al silencio”.

Vidas artísticas y conversaciones poéticas

Retratos – Truman Capote

Autor de obras deslumbrantes como A Sangre Fría y Desayuno en Tiffany’s, este escritor estadounidense deja en 160 páginas una selección de perfiles a grandes personajes como Pablo Picasso, Charles Chaplin o Coco Chanel.

De la diseñadora francesa hace la siguiente descripción con su prolífica pluma:

“En cierta ocasión, Chanel, un enjuto y pulcro gorrión, locuaz y animado como un pájaro carpintero, dijo en mitad de unos de sus inacabables monólogos, refiriéndose a esa costosísima apariencia suya de pauvre huerfanita que lleva décadas cultivando: ‘Córteme la cabeza y verá que tengo 13 años’. Pero su cabeza ha estado siempre muy bien asentada, y es que no cabe duda de que la afianzó mucho tiempo atrás, cuando realmente tenía 13 años, o unos pocos más, y un acaudalado ‘amable caballero’, el primero de una serie de agradecidos y bienintencionados mecenas, le preguntó a la menuda Coco, hija de un herrero vasco que le había enseñado a ayudarle a herrar los caballos, si prefería las perlas negras o las blancas”. 

Conversaciones con Matta – Eduardo Carrasco

Esta serie de conversaciones realizadas en París, entre 1981 y 1982, con el artista y último eslabón del surrealismo, Roberto Matta, recoge el escritor, y uno de los fundadores del grupo Quilapayún, Eduardo Carrasco en esta obra publicada en 2011.

Responde Matta ante una pregunta del autor: “Amar es estar despierto, y si tú no estás enamorado estás como durmiendo. Hay que tener muchos enamoramientos, no puedes tener un amor tan lejano como el sol, que brilla siempre en el cielo”.

Epopeya. Antología – Pablo de Rokha

Esta selección realizada por el escritor chileno Carlos Droguett durante su paso por Cuba en 1974 fue reeditada y publicada en enero de este año por editorial Lumen. La recopilación pasa por una amplia gama de obras del poeta –y otrora enemigo acérrimo de Pablo Neruda– Pablo de Rokha, una de las cuales es Epopeya de las comidas y las bebidas de Chile:

“Hermoso como vacuno joven es el canto de las ranas guisadas de entre perdices,

la alta manta doñiguana es más preciosa que la pierna de la señora más preciosa, lo más precioso que existe, para embarcarse en un curanto bien servido, 

el camarón del Huasco es rico, chorreando vino y sentimiento,

como el choro de miel que se cosecha entre mujeres, entre cochayuyos de oceánica, entre laureles y vihuelas de Talcahuano por el jugo de limón otoñal de los siglos […]”.

Poesía completa. Tomo 1 (1915-1947) – Pablo Neruda

Esta obra de la editorial Seix Barral recoge los escritos del poeta chileno, Premio Nobel de Literatura 1971, desde su etapa adolescente hasta poco tiempo antes de su periodo de exilio debido a la “Ley Maldita“.

Una de las obras que recoge la recopilación es Crepusculario, el famoso primer libro de Neruda publicado en 1923. Aquí va un extracto para entrar en calor: 

“Me peina el viento los cabellos

Como una mano maternal

Abro las puertas del recuerdo

Y el pensamiento se me va”.

Sueños de luna azul y otros cantos – Elicura Chihuailaf

Un libro para quienes viajen a las tierras de la Araucanía. Esta antología del poeta mapuche Elicura Chihuailaf realizada por la Fundación Pablo Neruda recoge los mejores versos del artista.

Una de aquellas obras es “Círculo”: 

“Somos aprendices

en este mundo de lo visible

e ignorantes de la energía

que nos habita y nos mueve

y prosigue

invisible

su viaje en un círculo

que se abre y se cierra

en dos puntos que lo unen

Su origen y reencuentro

en el Azul”.

La física y el recuerdo

Siete breves lecciones de física: todo lo que necesitas saber sobre física, el universo y nuestro lugar en el mundo en siete brillantes lecciones – Carlo Rovelli

“De joven, Albert Einstein pasó un año entero haraganeando ocioso. Si no se pierde el tiempo, no se llega a ningún sitio, algo que los padres de los adolescentes olvidan a menudo”.

De esa manera comienza uno de los capítulos de este libro, denominado “La teoría más hermosa”, que habla de la “teoría de la relatividad general” y de cómo este joven físico alemán ocupó su tiempo en algo tan subvalorado como ociosear para dar con uno de los hallazgos más célebres de la ciencia.

Estas y otras maravillas de la física son bajadas a la altura de un ciudadano de a pie con esta obra de 104 páginas del escritor y físico italiano Carlo Rovelli.

Stoner – John Williams

“Si en ocasiones algún estudiante se tropieza con su nombre, quizás se pregunta vagamente quién fue William Stoner, pero rara vez siente la curiosidad de indagar más. […] Para los más viejos, su nombre es un recordatorio del final que los aguarda a todos. Y para los más jóvenes, es tan solo un sonido que no evoca ni un pasado ni una personalidad con la que puedan identificarse ni a la que puedan asociar sus carreras”.

Con esas palabras, el escritor estadounidense John Williams (1922-1994) da una introducción a la vida de William Stoner, un hijo de agricultores que entra a la universidad para ser profesor de literatura pero que con el pasar de su vida se va encontrando con un cúmulo de dificultades.

Una “obra maestra ignorada” y un libro que “te salvará la vida”, así califican algunos críticos el texto publicado en 1965 y cuyo valor se ha apreciado realmente solo con el paso de los años. Tal como el vino.

Caminantes, viajeros, bitácoras

Wanderlust. Una historia del caminar – Rebecca Solnit

La historia de algo tan elemental y cotidiano para la humanidad es abordado en las 479 páginas de esta obra de la escritora estadounidense Rebecca Solnit.

En el siguiente fragmento hace referencia a uno de los mayores hitos en la historia del transporte, la primera línea de ferrocarril interurbano en 1830, entre Liverpool y Manchester:

“Durante la mayor parte de la historia humana, todo transporte por tierra dependía de un único modo de propulsión: los pies. Más allá de que el viajero dependiese de sus propias extremidades o de las de otra criatura, las desventajas eran las mismas: baja velocidad, vulnerabilidad frente al clima, la necesidad de detenerse por alimento y descanso. Pero el 15 de septiembre de 1830, el poder de los pies comenzó su lento descenso hacia la obsolescencia”.

Del caminar sobre hielo – Werner Herzog

De Munich a París a pie. Más de 770 kilómetros. Esa idea podría haber parecido una locura para un europeo de la época contemporánea, pero para el cineasta alemán Werner Herzog no solo no fue un acto descabellado, fue un acto de sacrificio para lograr que su gran amiga, Lotte Eisner, se zafara de las garras del “gran nivelador”:

“A fines de noviembre de 1974 me llamó un amigo desde París y me dijo que Lotte Eisner estaba muy enferma y que probablemente moriría, a lo que yo dije que eso no podía ser, no en este momento. Agarré una chaqueta, una brújula y un bolso con lo estrictamente necesario; mis botas eran tan sólidas y nuevas que confiaba en ellas. Tomé el camino más recto hacia París con la firme creencia de que ella seguiría con vida si yo iba a pie”.

En efecto, podría haberla salvado: su entrañable amiga viviría nueve años más. Falleció en 1983.

Diarios de viaje – Juan Emar

Una serie de manuscritos, postales y cartas del escritor chileno Álvaro Yáñez Bianchi, más conocido como Juan Emar, durante sus travesías son recopiladas en esta obra de Alquimia Ediciones.

Durante su viaje desde Valparaíso a El Callao (Perú) a bordo del barco Aysén, el 18 de noviembre de 1915, escribió:

“Hay veces que siento dentro de mí el amor más completo por toda la humanidad, y todo lo encuentro hermoso, y a todos, contribuyendo con su parte a tanta hermosura. Otras veces no. Siento la imposibilidad de unirme y acercarme a los demás; los siento hostiles y enemigos míos. Veo el egoísmo sobre todos ellos y los medios necesarios para la unión de todos, los dejo de sentir”.

Diario de la Bicicleta – Natsume Soseki

Un libro de bolsillo para todos aquellos amantes de las bicicletas y de la literatura oriental. En esta obra, el escritor japonés Natsume Soseki cuenta, con su particular toque de humor, sus dificultades de adaptación a la cultura occidental mientras se encuentra perdido en el Londres de fines del siglo XIX.

Una descripción sencilla de esta gran compañera de ruta:

“El sillín y los pedales de una bicicleta no están de un modo vago para guardar las apariencias. El sillín está ahí para que uno ponga su trasero encima y los pedales están para apoyar los pies en ellos, pisarlos y hacerlos girar. El manillar es el instrumento más peligroso porque, una vez que uno se agarra a él, hace maravillas deslumbrantes”.