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HBO apuesta por una nueva saga familiar de poder y codicia

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POR Isabel Plant |

Succession se estrena el domingo 3 de junio y cuenta la historia de una dinastía dueña de medios de comunicación.

El mismo canal de las intrigas entre los Targaryen o los Lannister apuesta ahora por poner en pantalla algunos de los temas que hacen más adictivo a Game of Thrones, pero ahora sin espadas ni dragones: el dinero, poder y la familia. HBO estrena una nueva serie original llamada Succession, y al centro está en una poderosa dinastía multimillonaria, con sus respectivas jugarretas, traiciones y ambiciones. 

La historia es una especie de Rey Lear aplicada a la fortuna de Rupert Murdoch y su imperio de FOX. Está el patriarca, Logan Roy (Brian Cox), que no está aún dispuesto a dejar vacante su lugar al mando de su mega conglomeradio de medios y entretenimiento. Y están sus cuatro hijos, girando alrededor del trono: Kendall Roy (Jeremy Strong), el heredero aparente del liderazgo de la empresa familiar; Roman Roy (Kieran Culkin), el hijo más hablador y bromeador pero igualmente ambicioso; Siobhan Roy (Sara Snook), la única mujer de los hermanos y quien tiene intereses políticos, y está Connor Roy (Alan Ruck), hijo del primer matrimonio de Logan y quien pareciera querer correr un camino paralelo al empresarial y priorizar otras aspiraciones. 

La historia da una mirada al mundo de los ultra ricos, helicópteros incluidos, y fue creado por Jesse Armstrong, el británico detrás de la sátira política The thick of it, y de la famosa comedia The Peep Show. Además, Adam McKay es productor y dirige el primer episodio; el director es el mismo de La gran apuesta, por la que fue nominado al Oscar y justamente toma un tema tan serio como la crisis de 2009 en Estados Unidos y le inyecta una mirada irreverente. Con esos nombre al mando, no es raro que lo que ha destacado la crítica norteamericana y británica sobre la serie es la inyección de humor negro y crítico que tiene el drama, dándole una especie de frescura.

En The New York Times, por ejemplo, destacaron: “Succession toma el tema de la guerra interna de una familia poderosa y acaudalada (…) y le da un giro: justo bajo la superficie de todas las maquinaciones maquiavélicas y el dolor de corazón y las recriminaciones hay una profunda reserva de sátira. Ya sea sale hacia afuera a través de chistes visuales o de las dagas verbales de los cuatro hermanos Roy, el humor está ahí, muchas veces sutil, ocasionalmente en tu cara, y casi siempre oscuro”. Otras críticas, como la de la revista Entertainment Weekly, fueron menos generosas con la producción y la tildaron de aburrida. 

Los creadores de Succession ambicionan no sólo contar, en diez episodios, los fascinantes dramas de los ricos -cosa que ya disfrutan los televidentes con series como Billions-, sino que además mostrar cómo cuando una familia tiene problemas (y cuáles no), y además es dueña de un imperio mediático, hay repercusiones más allá de los límites de la casa familiar. 

Hay que esperar a ver qué dicen los espectadores sobre la familia Roy y sus tramas de dinero y poder; HBO no ha tenido suerte este año con algunas series originales novatas en drama, ya que otra gran apuesta, Here and Now, creada por el reputado Alan Ball, no tuvo la repercusión esperada y fue cancelada tras sólo una temporada. Ahora Succession apuesta a convertirse en el nuevo placer para los fanáticos de los antihéroes en TV. 

Succession se estrena el 3 de junio a las 23 horas por HBO.