La esencia de la primavera: películas que renacen tras la adversidad

El crítico de cine David Vera Meiggs vuelve al jardín de Cristián Warnken para proponer un viaje fílmico con estaciones en Japón, Dinamarca y Estados Unidos.

El “proyeccionista de largometrajes” David Vera Meiggs está de vuelta. Después de una convalecencia de varias semanas, producto de un inesperado problema médico, el crítico visitó el jardín de Cristián Warnken para hablar de su selección de películas que capturan el espíritu de la primavera, la época del año en que florecen nuevas oportunidades y germinan vientos frescos.

El viaje cinematográfico que propone tiene estaciones en Japón, Dinamarca y Estados Unidos. “El transcurrir del tiempo y de la naturaleza es una misma cosa, una unión orgánica que nos permite reflexionar como seres humanos sobre nuestras propias vicisitudes. Todos hemos tenido un período invernal en el que nos vamos a un rincón y nos quedamos masticando tristezas y melancolía, hasta que vuelven a aparecer los brotes de primavera”, comenta Vera Meiggs.

Siete Novias para Siete Hermanos

Stanley Donen (1954)

Nunca debe olvidarse el cine que destaca la ligereza en la naturaleza humana, como lo hace el estadounidense Stanley Donen (1924-2019), quien inicia su carrera en el mundo de la coreografía, para luego explorar una visión positiva y alegre en la pantalla grande.

En Siete Novias para Siete Hermanos (1954), Donen -también reconocido como “el rey del espumante”, según Vera Meiggs- cuenta la historia de tres hermanos que viven aislados en las montañas, hasta que uno de ellos contrae matrimonio con una joven del pueblo.

Para todos aquellos interesados en las comedias románticas abiertos a probar el estilo de otra época, su creador, que fusiona el western con el musical, establece como premisa central la idea de que “los hombres no pueden ser felices sin mujeres”, dice Vera Meiggs.

Ordet

Carl Theodor Drayer (1955)

¿Qué ocurre dentro de una familia cuando se pierde la figura materna? ¿Qué ocurre con la fe? Estas son algunas de las preguntas espirituales que busca responder —a través de la emoción— el cineasta danés Carl Theodor Drayer (1889-1968). En Ordet (1955) el director logra transmitir la unión entre lo erótico y lo sagrado, a través de uno de los personajes que dice ser Cristo.

Nausicaa del valle del viento

Hayao Miyasaki (1984)

El rostro de Studio Ghibli utiliza un reino monstruoso para representar el renacer tras una crisis, demostrando que el cambio de temporada traspasa tanto barreras idiomáticas como técnicas. Se trata del cineasta japonés Hayao Miyasaki (1941), quien utiliza una línea dominada “por la idea del aire” debido a que su padre fue constructor de aviones, como relata el proyeccionista.

Si hay alguien que debe luchar contra la adversidad es la princesa Nausicaa, personaje basado en la protagonista clave de La Odisea de Homero, que en este caso debe luchar sumergida en un bosque donde abundan insectos extraños y gases tóxicos.

Sueños

Akira Kurosawa (1990)

Dentro de los rasgos del trabajo de Akira Kurosawa (1910-1998) se encuentran “la épica del fracaso, la violencia como destino ineludible, pero al mismo tiempo las ilusiones de unas emociones que él sabe que existen a pesar de que no las ha probado”, explica el proyeccionista. Una de esas emociones es el amor, un terreno inalcanzable en materia cinematográfica para el realizador.

A pesar de que es reconocido por sus grandes escenas de batallas, el japonés también logra explorar el renacer en el desarrolo humano a partir de la cultura de un país. 

Sueños (1990) se incursiona en la tradición y en el vínculo con el territorio, como elementos esenciales en la creación de la identidad de un individuo. Acompañado por los cambios de estaciones la película recorre la vida de un niño hasta la vejez, desde una mirada cautivada por su cultura. 

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Claroscuro

Scott Hicks (1996)

David Vera Meiggs no deja de lado a las personas apasionados por la música. En esta película, este arte salva la vida de un hombre, quien se encuentra encerrado por una enfermedad psiquiátrica. En Claroscuro (1996) de Scott Hicks (1953-), se cuenta la historia real de David Helfgott, quien fue guiado a su verdadera pasión por una mujer, hasta convertirse en un gran concertista. 

Wall-E 

Andrew Stanton (2008)

Wall-E no es solo un robot dedicado a remover los desechos producidos por la humanidad, sino que también es el último ser en habitar la tierra, por lo que pronto empieza a sentirse atestado por una sensación de soledad. El renacer ocurre cuando se topa con EVA, un robot obsesionado con la búsqueda de una planta misteriosa. Es en medio de este ambiente futurista en el que su director, Andrew Stanton, crea una conexión amorosa entre estas dos creaciones que luchan contra la basura que dejó la raza humana, la que se encuentra hace 700 años viajando en un arca espacial.

Una cinta que puede satisfacer tanto a niños como adultos, por su mirada crítica en torno a los altos índices de contaminación que no parecen afectar a la mayoría de los terrícolas. 

Revise el programa completo de las películas para pasar la primavera a continuación: