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Ocho filmes para superar la melancolía

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POR Fernanda Valiente |

El proyeccionista de Desde El Jardín navega en aquellas historias antiguas, pero que no han perdido su amor por la humanidad.

Cuando la vida adquiere tonalidades grises, es bueno volver al pasado en busca de las respuestas.

“La melancolía ¿será un estado espiritual? ¿Sicofísico? ¿Una enfermedad hormonal? La melancolía es muy antigua. Han tratado de contenerla, explicarla, reducirla”, dice Cristián Warnken en Desde El Jardín, de Radio PAUTA. “Se llamó depresión, después en el siglo XIX, angustia”, describe.

Aquí presentamos la selección de David Vera-Meiggs, el “Proyeccionista” de Desde el Jardín, con películas dedicadas para superar la melancolía:

El moderno Sherlok Holmes (1924)

Buster Keaton

Un proyeccionista de cine se enamora de una joven que se hace la difícil. El padre de ella sufre un robo y no dudan en culpar al encargado del cine, cuando en realidad lo realizó su contrincante.

Lo interesante de este filme es que produce la idea de entrar en la fantasía para modificar la realidad: “Cuando el protagonista se sienta al lado de la máquina para proyectar una película, vemos que está proyectando su historia personal. Entonces baja a la platea, se acerca a la pantalla y finalmente entra a ella. Y de aquí se inspiró Woody Allen para una de sus películas”, cuenta David Vera-Meiggs en referencia a La rosa púrpura de El Cairo.

Sopa de pato (1933)

Leo McCarey

Un musical “protagonizado por los Hermanos Marx, un grupo de cinco hermanos quienes dicen haber nacido en una pobreza extrema. Para combatir esta adversidad social empezaron a crear diálogos muy ingeniosos que pasaron desde la radio al cine sonoro”, indica el Proyeccionista.

A su juicio, la mejor obra de esos cineasteas es la historia de Sopa de pato, que explora cómo la paz puede desaparecer por una mera falta de traducción.

“Acá los hermanos Marx complementan a Karl Marx y le dan un toque de humor”, dice Warnken.

Ser o no ser (1942)

Ernst Lubitsch

“El Everest de la comedia”, afirma Vera-Meiggs. “Pude ver Ser o no ser por primera vez en Madrid en 1982 cuando se reestrenaba. Y llevaba un año en cartelera. Eso para explicar el grado de fascinación que una película puede hacer 40 años después de su estreno“.  

“Es una historia que logró reírse de todo, faltándole el respeto con humor a los más solemnes”, agrega.

En una era bastante oscura, lo que relata la película es cómo un grupo de polacos es invadido por alemanes. Desde la actuación ellos intentan cambiar su fortuna e intentan imitar a soldados nazis.

Cantando bajo la lluvia (1952)

Gene Kelly, Stanley Donen

En una época en la que se estaba pasando del cine mudo al sonoro, Cantando bajo la lluvia trata sobre cómo una comedia musical intenta construir una obra “para que el cine sea más grande que la realidad”, sostiene Vera-Meiggs.

Expone un lugar indispensable para refugiarse del caos: la imaginación.

Entre cantos, violines y bailes, el espectador se sumerge y deja de lado el contexto social donde la democracia estadounidense tambaleaba frente a una supuesta amenaza del comunismo. “En Los Ángeles había una enorme sequía. Entonces tuvieron que desviar una enorme cantidad de agua para que Gene Kelly cantara y bailara bajo la lluvia”, agrega.

Una Eva y dos Adanes (1959)

Billy Wilder

“La llamo la película de las dificultades del cambio de sexo. Jack Lemon, junto a Anthony Curtis deben disfrazarse de mujeres para escapar de los gánsteres en el Chicago de los treinta“, narra Vera-Meiggs.

Lemon, caminando con tacos altos y falda, dice “oye, las mujeres son totalmente homosexuales”, ya que ambos deben luchar con la tentación que implica Marylin Monroe.

La fiesta inolvidable (1968)

Blake Edwards

Otra historia irresistible al humor, donde se logra la subversión total del orden.

En este filme Peter Sellers interpreta a un extra indio en una película hollywoodense, donde comete un desastre tras otro. “Entonces, deciden eliminarlo de la película. Pero una secretaria se equivoca y lo invita a una fiesta en la casa del productor de la película”, relata Vera-Meiggs.

El submarino amarillo (1968)

George Dunning

“Este es un viaje alucinante sin ningún tipo de ayuda. Es una historia de fantasía pura con música de la mejor época de los Beatles“, dice el proyeccionista.

El diseño de la animación se impone ante el establishment del estilo Disney, “por lo tanto es una película difícilmente repetible. Se utiliza la trasgresión como actitud poética”, añade.

La estética del filme se inspira en el delirio surrealista de La sopa de pato. Intenta hacer flaquear la realidad, y entrega la posibilidad de disfrutar otro mundo y de observar los problemas desde otra perspectiva.  

La vida de Brian (1979)

Terry Jones

“Utiliza un tipo de humor corrosivo. De hecho, fue prohibida en Chile en los años 70. En La vida de Brian vemos todos los clichés de la Navidad”, dice Vera-Meiggs.

Los tres reyes magos con rechazados por una Virgen María bastante particular, hasta que ellos revelan traer grandes regalos.

“La vida de Bryan está atormentada porque nace el mismo día que el niño Jesús, pero en el pesebre del lado. Entonces va a tener que pasar toda su vida tratando de esquivar esta coincidencia que lo llevará fatalmente a la crucifixión”, cuenta el Proyeccionista.

Vea el programa dedicado al cine contra la melancolía