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Rosa Montero: “Escribir poesía es lo único que nos puede permitir seguir viviendo”

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Página oficial de Rosa Montero. Créditos foto: Alejandro Ruesga
POR Fernanda Valiente |

La escritora conversa sobre el sentido profundo del confinamiento y la importancia del arte como promotor de la belleza.

Luego de alrededor de 50 días en cuarentena, poco a poco los españoles han comenzado a salir de su casas y comenzar a recorren las calles de nuevo. Rosa Montero, novelista y periodista española, tuvo que estar en su hogar 10 días más que el resto de sus compatriotas. “Estuve con el gran Lucho Sepúlveda, un muy amigo mío, en un festival de Portugal el 23 de febrero. Y cinco días después Lucho ya estaba ingresado en la UCI. Así que los que estuvimos con él nos pusimos en cuarentena”, cuenta la narradora Miembro de Honor de la Universidad de Málaga.

Ninguno resultó contagiado.

Pero el encierro no es un drama para Montero. “Fíjate, Cristián, que me encanta esta vida que estamos haciendo. Esta vida del confinamiento. Como me paso viajando y haciendo actos públicos, pues intento reunir unas semanas libres para irme a un refugio secreto que tengo”, dice Montero a Cristián Warnken, al ser entrevistada en Desde el Jardín, de Radio Pauta. La escritora española es participante habitual en conferencias y actividades académicas en las universidades de Harvard, Cornwell, Oxford y Cambridge, entre otras.

Su refugio es un departamento lejos de Madrid, y se va con sus dos perras. “Entonces, no hago más que pasearlas, hacer gimnasia, escribir furiosamente, leer y ver a lo mejor, al final del día, una película o el capítulo de una serie. […] Es ahí donde estoy feliz como una perdiz. Y he llegado a estar cinco semanas sin hablar con nadie, más que virtualmente”.

Cambio de paradigma

Sin embargo, el confinamiento actual tiene otra connotación. “El ruido del dolor del mundo, la preocupación, los muertos, la crisis brutal económica, en fin, toda esta tragedia ¿no?”, ejemplifica la columnista de El País

Por eso, el talismán que siempre la salvó -la lectura- no ha sido posible producto de lo que denomina “desoladora impotencia”. “Esa sensación de total indefensión. Casi paralizante. Es muy vertiginosa y enloquecedora”, asegura.

En este contexto, un elemento clave para ayudar a que las personas se mantengan en casa ha sido la liberación de sitios culturales para ver conciertos y museos. Entre las ofertas, Rosa Montero recomienda ver la coreografía de Rudolf Nureyev (1938-1993). En ella 36 bailarines de la Opera Nacional de París ejecutan un fragmento de Romeo y Julieta adaptado por el coreógrafo, en dedicación a los agricultores y médicos que continúan sus labores en medio de la crisis. 

“Nos hace volver los ojos de lo bello en medio de lo terrible. Estaba pensando en el poeta francés René Char (1907-1988) que en medio de la Segunda Guerra Mundial escribió Hojas de hipnos (1946) [donde surge la frase] ‘en este momento no hay un lugar para la belleza. Todo el lugar es para la belleza’. Como queriendo decir que el artista o el poeta no debe olvidar incluso en estos momentos de radicalidad lo importante que es la belleza para salvar al hombre, ¿no?”, postula Warnken.

“Claro. Yo nunca he estado de acuerdo con la frase famosa de [Theodor] Adorno (1903-1969) de que no se puede escribir poesía después de Auschwitz. ¡Lo único que se puede hacer es escribir! Escribir poesía es lo único que nos puede salvar. Que nos puede permitir seguir viviendo. Que nos puede permitir perdonarnos”, afirma Montero.

Sus maestros 

Una de las temáticas que inquieta a la narradora es la ciencia ficción. De ella nace su famosa trilogía de la detective Bruna Husky (2018) quien intenta salvar la tierra en 2109. Pero para Montero no es distópica. “Más bien este mundo lo es”, sostiene. 

“Rosa, en el mundo hispanoparlante la ciencia ficción no ha prendido tanto. En Chile hemos tenido escritores interesantes, pero no han tenido mucho éxito. Sin embargo, como dices [es un género] que abre un mundo de posibilidades. Es estimulante y con grandes escritores. ¿Cuáles son los que te han gustado más? […]”, pregunta Warnken.

Dentro de la “parte más realista” de la periodista, quien ha sido columnista en diversos medios latinoamericanos, se encuentra el ruso Vladimir Nabokov (1899-1977). “Me encanta su tono agridulce. El humor y el dolor juntos. La contemplación de la vida como paradójica y equívoca. […] Su libro Lolita (1955) es una pieza de relojería donde se unen la ternura y la crueldad”, agrega la también Premio Nacional de las Letras 2017.

Por otro lado, su vertiente “más fantástica” está fuertemente inspirada en la cuentista, novelista y ensayista estadounidense Ursula K. Le Guin (1919-2018). “Creo que es una de las grandes escritoras del siglo XX”, sostiene acerca de la autora de Los desposeídos (1974). Tal novela cuestiona los valores que mueven al mundo, como la ideología y el lugar de la mujer en la sociedad.

“El Ekumen es una federación de mundos que es fantástico, porque a lo mejor vamos a eso ¿no? Ellos son la consecuencia de la diáspora, de la humanidad que salió de la Tierra hace miles de años. Se han creado civilizaciones evolucionadas y muy distintas […] Y fíjate que ahora estamos en las puertas de eso. No saber cuánto va a durar la tierra como posible sitio habitable nos ha llevado a búsquedas astronómicas fuertísimas, y bueno, está la conquista de Marte, ¿no? A ver si para el 2050 lo colonizamos. Así que estamos en las puertas del Ekumen”, ríe. 

“Ojalá que no reproduzcamos el mismo mundo, sino sería un absurdo total”, indica Warnken.

“Pues sí”, asiente Montero. 

Vea la conversación entre Cristián Warnken y Rosa Montero sobre el encierro, la belleza en el arte y las inspiraciones literarias