Luis H. Cubillos y rebaja de la dieta parlamentaria: “No responde a ninguna lógica”
Según el socio de Egon Zehnder Chile, esta reforma podría abrir las puertas para la corrupción e impediría atraer al Estado a los mejores profesionales.
Varios temas inquietan por estos días a Luis Hernán Cubillos, socio de Egon Zehnder Chile, pero hay uno que le preocupa en especial: el proyecto que busca rebajar en un 50% la dieta parlamentaria y de otras autoridades públicas. Según el experto en temas de recursos humanos, la medida responde “a un momento más bien de populismo y demagogia”, y por lo mismo considera que no ha sido bien pensada.
“Creo que el Estado lleva ya un tiempo haciendo un esfuerzo por tratar de atraer profesionales de alto calibre y eso implica tratar de pagar lo más parecido al sector privado”, argumenta Cubillos. Y agrega que esto último no necesariamente ocurre hoy en día. A modo de ejemplo menciona distintos estudios que señalan que el Estado paga en general un 20% menos que el sector privado. Asimismo, plantea que en el caso del presidente ejecutivo de Codelco, éste gana menos de la mitad de lo que recibiría en un cargo equivalente en el sector privado.
Eventuales vicios
“Me parece que se produce una paradoja que es bien absurda. Porque la gente que clama por la rebaja también son los mismos que están clamando por más Estado y menos privados. Y creo que ese no es el argumento correcto. Creo que si queremos más Estado, lo que queremos es un mejor Estado. Y para tener un mejor Estado tenemos que ser capaces de atraer también buenos profesionales al sector público. Además, es un número que nadie lo ha pensado. Decir un 50% no responde a ninguna lógica”, afirma Cubillos.
Parte de la preocupación del experto radica en que con esta reforma se podrían generar incentivos inadecuados. Por ejemplo, podría darse que solo personas de alto patrimonio y que no requieren una renta mensual puedieran acceder a servir al Estado. O, en el caso contrario, que quienes lleguen a estos puestos vean que no les alcanza con el dinero que perciben, con lo cual según Cubillos se estaría abriendo un espacio para la corrupción. Y una tercera alternativa es que el Estado termine por atraer personas que no son capaces de trabajar en otro puesto, instalando cierta mediocridad.
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