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El análisis de Carlos Peña en PAUTA: 10 claves tras el triunfo del Apruebo

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Agencia Uno
POR Gerardo Gómez |

El columnista y rector de la UDP dice que los partidos deben conducir el proceso constituyente y ahonda en el rol generacional para el resultado del domingo.

Puede resultar tentador hacer lecturas parciales o arbitrarias de los resultados del Plebiscito de este 25 de octubre, en las que, como en cada elección, nadie asume ser perdedor y todos se sienten en parte responsables de la victoria en las urnas.

El 78,27% obtenido por el Apruebo versus el 21,73% del Rechazo deja ahora en manos de los analistas el procesamiento de los datos y su interpretación para lo que viene: el proceso de redactar a través de una Convención Constitucional una nueva Carta Fundamental.

Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales (UDP) y uno de los columnistas más influyentes del país, conversó en extenso con Primera Pauta, de Radio PAUTA, analizando los distintos aspectos que surgen de la votación de ayer, así como las causas y proyecciones del abrumador triunfo del Apruebo.

A continuación destacamos varias de las frases, divididas por temas, que dejó la conversación posplebiscitaria.

Quién es el responsable de la victoria

“La gran incógnita que tenemos de aquí en adelante es cuáles son las facciones de ese rostro, que se empinó casi cerca del 80% en favor de un cambio constitucional. Esto es el gran desafío que tenemos. A mí me parecería de un simplismo total comenzar a leer este resultado simplemente en clave partidaria, como si hubiera ganado un puñado de partidos, y otro puñado, en cambio, hubiera sido derrotado. Algo de eso hay, desde luego, pero a mí no me parece que ese sea el significado más profundo de lo que acaba de ocurrir”.

La ilusión ciudadana

“Es inevitable que el sistema político se organice siempre en torno a élites y minorías. La idea de que sea la mayoría o la ciudadanía en su conjunto la que dialogue con sigo misma es bonita, es atractiva como idea, pero es ilusa”.

El rol de los partidos

“Me parece que con todos los problemas que tiene el sistema de partidos, y a pesar de que al resultado del Plebiscito no se le pueda adscribir un significado estrictamente partidario, tenemos que seguir confiando de que la democracia representativa descansa en los partidos, y es a ellos a quienes les corresponde de aquí en adelante, de manera predominante -no única, pero predominante-, organizar la siguiente elección de convencionales: para la constituyente, por una parte, y de orientar el qué hacer de esos constituyentes con una agenda ideológica y una narrativa consistente”.

“Este es el desafío que tenemos hoy día por delante, no hay otra alternativa. Imaginar a millones de personas dando directamente un debate constitucional es simplemente una fantasía. Es inevitable confiar en elites: las elites o las minorías que tendrán su cargo en la construcción de este proceso, tienen que ser los partidos. Una democracia sin partidos simplemente no es democracia”.

“Entregar el dialogo constitucional simplemente a organizaciones de la sociedad civil, como si ellas fueran depositarias de una idea de bien común, es simplemente erróneo. Las organizaciones de la sociedad civil promueven intereses muy importantes, pero intereses parciales, que se reconocen desde el comienzo como parciales. Las únicas instituciones que hacen esfuerzo por mediar entre los intereses parciales y los intereses generales de la sociedad en su conjunto son los partidos en una democracia, y a ellos hay que confiarle en el futuro la conducción de este diálogo”.

La posición de Piñera

“A mí me parece que, en general, la suma de sus gestos indicaban de manera inequívoca que él quería sumarse al cambio constitucional. Sobre eso yo, en general, no tengo dudas. Esa es la impresión que me dan las palabras del Presidente”.

El mito de la hoja en blanco

“Respecto del tema de la hoja en blanco, la disputa política está llena de frases. Otra cosa es que las frases sean correctas, sean verídicas o acierten. A mí me parece que la frase de la hoja en blanco es una frase bastante eficaz, pero no cabe ninguna duda de que es ilusa. Los países no parten de cero: cuentan con una trayectoria histórica, una cierta experiencia vital, son como las personas. Finalmente, nadie puede partir de cero en ningún momento de su vida”.

“Los debates constitucionales no es verdad que carezcan de límites previos que los contengan o lo orienten […] La democracia no es solo el imperio de la regla de la mayoría. Creemos en la regla de la mayoría porque es la que mejor refleja o expresa los valores de igualdad y libertad sobre los cuales se rige la democracia. Entonces, no es verdad: por la expresión hoja en blanco se entiende un debate o dialogo constitucional carente de toda restricción. Esa frase evidentemente es falsa”.

“Esto de la hoja en blanco, como si comenzáramos de aquí en adelante a dibujar un país al compás de la imaginación, puede ser muy seductor como narrativa, puede ser muy eficaz como retórica, pero bueno, evidentemente no hay que tomárselo demasiado en serio, creo yo”.

La irrupción generacional

“Tengo la impresión que este proceso fue desatado por una reacción generacional que tuvo una dimensión muy violenta, casi espasmódica, hace un año, pero que de ahí en adelante se mantuvo y se sostuvo como una cuestión cuya índole generacional salta a la vista, realmente. Creo que estamos en presencia de un cambio generacional de cierta relevancia”.

La perspectiva a partir del 18-O

“Es llamativo decir ‘fue el torniquete’, pero eso es una frase. Cualquier perspectiva sociológica de más largo plazo nos obligaría a situar estos procesos en una línea de tiempo un poco más extensa, porque nunca los procesos sociales son desatados por este tipo de fenómeno. Por supuesto uno tiende a fijarlos en la memoria y en el tiempo, como una especie de ayuda memoria, diciendo ‘tal fenómeno desató este conjunto de procesos que ahora experimentamos’, pero la historia es un continuo, los procesos sociales son una línea larga que no tiene grandes soluciones de continuidad”.

El rechazo a la violencia

“Las sociedades descansan sobre prohibiciones y la prohibición sobre la cual descansa la sociedad democrática, lo he dicho muchas veces, pero vale la pena repetirlo, es la proscripción de la violencia. La democracia se caracteriza por permitir que se expresen todos los puntos de vista y se persigan prácticamente todos los propósitos. No hay propósito destruido en una democracia, no hay puntos de vista condenados al silencio, todos pueden expresarse, todos pueden abogar o hacer esfuerzos por ganar así la adhesión de la mayoría. Pero todo eso sobre la base que hay una prohibición que todos nos comprometemos a respetar: y esa prohibición es la proscripción de la violencia”.

“Si uno tuviese que reducir la democracia o la vida democrática a su momento más esencial, uno lo que diría es que la vida democrática es el compromiso recíproco de todos los ciudadanos de competir por el poder por medios pacíficos y nunca echando mano a la violencia. En eso consiste básicamente la democracia”.

La desafección con los partidos

“A lo que hemos asistido, en realidad, es a una suerte de desafección de los partidos. Creo que este es el dato más preocupante. Y a mí me parece que lo que pasó ayer, cuando de una manera abrumadora las personas optan por una convención constitucional, es que se niegan a que sean los actuales representantes que están radicados en el Congreso -los mismos que se atribuyen el éxito del plebiscito de ayer, del apruebo de ayer-, quienes conduzcan el debate y el proceso constituyente, o participen de él directamente”.

Votación en el sector oriente y cambio electoral

“No me parece para nada sorpresivo. Lo que me interesa son los resultados agregados. A mí me parece más sorprendente, desde el punto de vista meramente electoral, que los mismos sectores sociales, los grupos medios particularmente, que le dieron el triunfo a Piñera hace menos de tres años atrás, sean aquellos que hoy día abrumadoramente parecen darle vuelta la espalda a la coalición que gobierna. Esto es lo más notorio. Que Vitacura vote cómo votó no es sorpresivo. Lo interesante del punto de vista del viraje político es lo que ocurrió con el resto de la ciudadanía”.

Escuche la conversación completa con Carlos Peña en Primera Pauta