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Cómo ha rodado la popularidad ministerial

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POR Eduardo Olivares |

Gerardo Varela fue el más impopular de la administración de Sebastián Piñera. Alejandra Pérez, en cambio, tenía una mayor aprobación y grados de conocimiento.

El primer Gabinete del Presidente Sebastián Piñera partió con una popularidad bastante aceptable. Promedió el 50% de aprobación en los primeros dos meses, aunque de a poco los grados de desaprobación fueron subiendo en ese mismo lapso desde un tímido 25% a poco menos del 40%, de acuerdo con el seguimiento que hace Cadem en forma semanal.

En la última semana de junio por primera vez la desaprobación ministerial alcanzó a la aprobación: 48% versus 45%, lo que estadísticamente representa un empate técnico.

Sin embargo, a partir de la segunda semana de julio las variaciones fueron claras. La desaprobación tuvo un peak de 55%, mientras que la popularidad se desplomó al 33% a inicios de agosto.

En cuanto a los ministros, la curva descendente de Gerardo Varela fue drástica. Aunque en general los ministros de Educación casi por defecto son más impopulares que sus pares de otras carteras, la involución popular del abogado fue notoria. Comenzó en marzo con 59% de aprobación y al mes siguiente ya había bajado a 36%. El invierno no lo perdonó: de acuerdo con las cifras de Cadem, la aprobación del ministro cayó al 22% al cierre de julio, muy por debajo de sus colegas (el más próximo fue el ministro de Salud, Emilio Santelices, con el 35%).

Marcela Cubillos cuenta hasta ahora con buenos índices de aprobación. Supera el 60% y también tiene un nivel de conocimiento del 60%, esto último por encima incluso de Santelices. Es esperable, no obstante, que la cartera de Educación le dé una mascada a sus buenos números, tal como le sucedió a Carolina Schmidt en el anterior gobierno de Piñera: pasó de ser una de las ministras más apoyadas por la población mientras estaba a cargo del Sernam, a una de las más desaprobadas cuando asumió en Educación.

Del actual ajuste ministerial, la hasta ahora titular de Cultura, Alejandra Pérez, tenía el mejor rating, con una aprobación del 66% y un grado de conocimiento del 47% (por encima de ministros con mayor poder político, como Alfredo Moreno y Gonzalo Blumel). No le sirvió. Aparentemente pesaron más sus problemas de gestión administrativa e incluso políticos.