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La estrategia detrás de las “comisiones” de Piñera

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Agencia Uno
POR Josefina Ríos |

El gobierno contempla instancias transversales y participativas, al estilo Aylwin de inicios de los años 90.

El lunes pasado, Sebastián Piñera inauguró la primera comisión presidencial tendiente a avanzar en su política de “acuerdos nacionales”. La iniciativa congregó a los 26 participantes que buscarán alcanzar un acuerdo para la infancia, hecho que, según reconocen en la oposición, generó roces importantes dentro de la ex Nueva Mayoría y en el Frente Amplio. En ambos grupos no se logró generar una posición común frente a la idea de si era pertinente o no participar en la convocatoria hecha por el mandatario.

El diseño propuesto para lograr el acuerdo sobre la infancia es la base de lo que La Moneda busca promover para la discusión de los otros cuatro acuerdos nacionales. El diagnóstico apunta a que el gobierno tiene mayores posibilidades de que sus proyectos sorteen con éxito el Congreso -donde el oficialismo es minoría en ambas cámaras-, si hace un trabajo legislativo previo con todos los sectores políticos y llegan los proyectos más “masticados”.

La idea, explican desde La Moneda, busca sociabilizar y fortalecer la propuesta del gobierno en materia de infancia con las ideas, tanto legislativas como administrativas, que surjan en las reuniones.  Asimismo, el Mandatario hizo un guiño a la administración pasada, al pedir que  se integrara la labor realizada en esta línea por el gobierno de Michelle Bachelet.

El plazo propuesto por Piñera fue de 60 días. Con esto busca promover un trabajo prelegislativo rápido y eficiente tendiente a agilizar después la tramitación de proyectos de ley en el Congreso sobre la materia. Con todo, desde el oficialismo se apuran en aclarar que la tarea propuesta al grupo por el Presidente no se trata de una comisión propiamente tal, sino que de una mesa de trabajo, con tiempos acotados y metas específicas.

Comisión versus mesa de trabajo

La diferencia entre comisión y mesa de trabajo, aseguran en el gobierno, no es solo semántica. La primera implica tiempos largos de discusión, por lo general más de tres meses, donde los integrantes parten desde cero y deben entregar al final un informe detallado con propuestas específicas al Presidente de la República, explica un asesor presidencial. Este mecanismo fue bastante utilizado en el primer gobierno de Michelle Bachelet, quien quiso imprimir a esa administración un sello ciudadano y participativo. Seis fueron las comisiones más importantes de ese periodo, entre ellas las que abordaron la Reforma Previsional, la Calidad en Educación Superior, y la de Trabajo y Equidad.

El esquema propuesto por el primer mandato Bachelet recibió, en ese entonces, fuertes críticas desde la derecha, la que le enrostró a la Presidenta falta de decisión política para gobernar. Hoy, sin embargo, en el oficialismo aseguran que la propuesta es muy distinta. “La invitación que hizo el Presidente a los integrantes de esta mesa de trabajo es a construir en base a la propuesta que hace el gobierno en torno a la infancia. Es un proceso corto, sectorial, donde se revisa y se integran nuevas ideas”, explica un asesor presidencial, quien agrega que el carácter de la forma que en se espera que trabaje el grupo lo da el propio Piñera, quien posee un estilo ejecutivo y pragmático.

Ante el temor que muchos en la oposición han expresado de que este modelo se transforme en un modus operandi del gobierno para sacar adelante sus proyectos, apartando la discusión legislativa de las salas del Congreso, en el piñerismo sostienen que la estrategia se ha pensado solo para sacar adelante los cinco acuerdos nacionales. Incluso más, algunos en el oficialismo creen que esta fórmula es viable para infancia y seguridad ciudadana, temas socialmente sensibles donde resulta difícil para las figuras de la oposición poder restarse. Pero, asumen, costará concretarla para materias más polémicas, como el acuerdo en torno a la paz en la Araucanía o la reforma a la salud.

Aylwin: el referente

La estrategia presidencial de convocar a participantes de todos los sectores políticos para elaborar una propuesta consensuada en torno al temas de relevancia nacional, como en este caso la infancia, además, se enmarca dentro del relato que el gobierno quiere construir en estos cuatro años. Se basa en el lema “Chile lo hacemos todos”, que la nueva administración presentó con un video -donde incorporaba frases de varios presidentes chilenos- justo antes de que Piñera diera su primer discurso como Presidente de la República.

En esa línea, comentan en La Moneda, Piñera busca mostrarse como un líder lejano a la figura de la retroexcavadora, con el foco puesto en el diálogo y la gradualidad de las reformas, cercano a lo que hizo Patricio Aylwin con su política de los acuerdos a comienzos de los noventa. El mismo Presidente aseguró ante la prensa que él invitó a todos los sectores políticos a unirse para trabajar en favor de la infancia chilena y que si hay personas que prefieren restarse de esta iniciativa, serán ellas las tendrán que dar las explicaciones al país.

Por otro lado, el esquema busca que el gobierno pueda controlar la agenda política. Muchas veces los proyectos de ley que envía el Ejecutivo para su discusión parlamentaria son víctima del interés o desinterés de los presidentes de comisiones en ambas cámaras en ese proyecto, agregan en Palacio. Con este diseño de alguna manera pretenden evitar estar a meced de esos tiempos para el avance de las iniciativas que el oficialismo considera más importante. Sin embargo, aseguran, la vía parlamentaria tradicional sigue absolutamente vigente y funcionando de manera complementaria. Por ejemplo, en el caso de infancia, el martes el gobierno envió un proyecto de ley para aumentar la subvención estatal en 25% a los organismos colaboradores del Sename.