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Mañalich habla de Dios, de filósofos, del rol estatal pospandemia y laboratorios

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Icare
POR Francisca Vargas |

En conversación con Cristián Warnken, de PAUTA, el ministro inauguró el ciclo “En persona”, de Icare. “¿La cosa va a demorar en Santiago? Va a demorar mucho más”, lamentó.

De Charles Darwin, la pandemia, Dios, la “nueva normalidad” y la política dura habló este domingo el ministro del Salud, Jaime Mañalich, el primer invitado del ciclo de entrevistas “En persona: conversaciones sobre la vida, el país y el futuro”, organizado por Icare y conducido por Cristián Warnken, anfitrión del programa Desde el Jardín, de Radio PAUTA.

En este diálogo, Mañalich se declaró creyente tardío. Y analizó la estrategia de la célebre novela La peste, de Albert Camus, que leyó tres veces y la comparó a la situación que se vive hoy con la pandemia por Covid-19

El ministro destacó que, en términos simples, existen dos escenarios para enfrentarse a un panorama de la complejidad que enfrenta la humanidad hoy: el planteado en la novela, que implicaría “condenar a muerte segura a muchos ciudadanos”, lo cual aseguró no pueden aceptar; y la estrategia que están empleando como Gobierno de la llamada “nueva normalidad”, que implica aislamiento en aquellas zonas donde se sabe hay un riesgo mayor de contagio.

Mañalich aseguró que en los últimos 100 años las pestes han sido mucho más frecuentes que en los siglos anteriores. Según el titular de Salud, esto es una manifestación de que “necesitamos un nuevo acuerdo”, pues tanto Chile como el mundo viven “un momento histórico”. “Yo estoy seguro de que, si sobrevivimos, no por esta peste, por guerra nuclear o lo que fuera, hasta el siglo XXIV o XXV, este momento va a estar en todos los libros de historia”, reflexionó. 

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Los filósofos y la nueva normalidad

En más de una hora y media de conversación, Mañalich insitió en el concepto de que es el tiempo de una nueva filosofía. “Nosotros discutíamos el año pasado en el país respecto a quitar de los colegios el ramo de filosofía. Mala idea”, y luego agregó: “Este es el tiempo de los filósofos”, algo que repitió varias veces. 

Cree que hay que cavilar sobre qué mundo se quiere después de la pandemia y cómo se retomará la vida. Por eso insistió en que intelectuales como Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales y columnista de El Mercurio, deben estar en el grupo de los pensadores.

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Cuando Warnken le consultó por la “nueva normalidad”, el ministro de Salud defendió el concepto y reflexionó sobre el momento oportuno para tomar ciertas decisiones.

“Hay que entender que nadie es infalible. Creo que la expresión del Presidente de la República en el sentido de decir ‘nos estamos preparando para una nueva normalidad’ fue una expresión adecuada para el momento que vivíamos. Los hechos después lo contradijeron”, argumentó el titular de Salud.

La polémica con Argentina

El ministro aseguró que en el país “no tenemos tolerancia social”.

Puso como ejemplo la polémica de las cifras de fallecidos en Chile que presentó erróneamente en un gráfico el presidente de Argentina, Alberto Fernández. El gobierno trasandino se disculpó este domingo por el yerro. Según el ministro, de haber pasado en Chile, las críticas internas hubiesen sido elevadas.

“El presidente de un país cercano ayer se manda un numerito y dice que Chile tiene una de las tasas de mortalidad más altas del planeta por coronavirus, siendo que tiene una de las más bajas. Hoy día [domingo] sale diciendo ‘sabe, en realidad me equivoqué en el gráfico, me lo hicieron mal’. No hay problema. [Pero] si aquí ocurriera eso, no podríamos haber hecho este programa, porque el mundo chileno estaría en otra, ‘que el Presidente, que aquí, que allá'”, reclamó.

El traje a la medida

El ministro enfatizó que muchas de las críticas realizadas se sustentan en base a una mirada con “una perspectiva desde Santiago”, pero que, al ampliar el panorama, la visión cambia. ¿Cuál es el sentido de que en Aysén no tengan clases? ¿Por qué los niños no estaban recibiendo la comida de Junaeb en la escuela? ¿Por qué no estaban aprendiendo? Son algunas de las interrogantes que planteó para explicar que, a su juicio, esa transición hacia la normalidad está ocurriendo de hecho.

“En Aysén, en una escuela rural o en algún poblado de la región de Magallanes, e incluso en Punta Arenas, ¿es el momento de hablar del retorno a alguna normalidad? Es el momento”, confirmó.

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En esa misma línea, Mañalich dijo que es necesario “diseñar un traje a la medida de retorno paulatino y seguro a una nueva normalidad” para las zonas que hoy están mejor. Sin embargo, advirtió que para la Región Metropolitana el panorama es menos optimista. 

“¿La cosa va a demorar en Santiago? Va a demorar mucho más, porque tenemos un brote muy difícil”, lamentó. 

Salud: pública y la privada

Mañalich aseguró que la discusión que se viene pospandemia sobre la sociedad que se quiere será más cercana a la versión de la socialdemocracia, pues según él hay una paradoja: se pasó del 18 de octubre de una fractura completa a la pandemia donde la gente reclama más Estado. 

En este punto habló de la situación de la salud en Chile. Fue director médico y gerente general de Clínica Las Condes, y eso es uno de los puntos por los cuales recibe críticas constantemente. Pero también dedicó parte de su carrera como profesional de la salud al área pública. “Yo no tengo el corazón dividido. Para mí lo esencial es cómo lograr que cada persona en Chile, sea quien sea, tenga la mejor oportunidad de recibir la mejor atención de salud”, contó.

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Y apuntó como propuesta clave la reforma a Fonasa. “Debe ser el gran estructurante de la seguridad social sanitaria”, dijo.

La crisis, de acuerdo con sus palabras, dio origen a una pregunta que, hasta el momento, solo han podido responder mediante decretos, que es “crear un sistema integrado de salud público y privado con una sola dependencia que obedezca a las políticas del Estado en salud”. Esa unidad que se busca a nivel de atención es la que precisamente le falta en el Congreso para llegar a acuerdos en la materia.

De isapres y laboratorios

Eso bien se podría ver reflejado en la reforma a las isapres, una discusión a la cual califica como “ideológica”. “Un sector dice ‘no queremos legislar nada mientras tanto para las isapres, sino que queremos terminarlas ya’, y la propuesta que descansa desde hace ocho años en el Parlamento que dice ‘acotemos utilidades, pongamos precio, pongamos control’, los parlamentarios no se deciden a votar porque hay un choque de ideologías”, expresó.

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Y si esa falta de consensos es una piedra para lograr mayores avances que vayan en directo beneficio de la población, los laboratorios son, a su juicio, verdaderos “enemigos” para el área. Mañalich hizo una fuerte crítica a este tipo de instituciones que tienen “fines de lucro, que transan en Bolsa y cuya función fundamental es producir utilidad para sus accionistas. Desde el punto de vista del lobby, después de la industria del armamento, el lobby farmacéutico es el más potente del mundo, y en ese contexto, lo que nos ocurre en Chile con los fármacos es un pecado mortal”.

“Teniendo esa magnitud de personas con enfermedades crónicas, que requieren tratamientos todos los días para salir adelante, que se les cobre sobreprecio, que se les escondan los medicamentos, en fin. Las prácticas descritas en el mundo de la industria farmacéutica son abusivas”, reiteró.

¿Término de la pandemia = término de la crisis?

El ministro sostuvo que este coronavirus llegó para quedarse. “Ha habido otros virus parecidos al coronavirus que se han acercado al ser humano y con el tiempo han convivido con nosotros. Una persona hoy día que se resfría y le hacen un examen, pueden encontrarle un antiguo coronavirus […] Si hubiera vacuna, nos vamos a enfermar artificialmente con la vacuna y el virus va a desaparecer, pero lo probable, mientras no haya vacuna, es que nosotros tengamos ciclos de enfermedad que pueden prolongarse varios años y es por eso que requiere una especie de cuidado y protección”.

Son varios los países que han anunciado estar trabajando en vacunas, entre los cuales aparece China como uno de los protagonistas en medio de “una carrera desatada” por encontrar la fórmula para curar el virus. Sin embargo, a pesar de los avances, todo va a depender de si el escenario es “cruel” o “virtuoso”.

En el primer caso, “un laboratorio privado desarrolla la vacuna en secreto, la entrega al país donde se produjo y la entrega al mejor postor”, ilustró Mañalich. En el segundo, la vacuna es de “libre disposición y es posible fabricarla en varios laboratorios. Entrego la patente y, por lo tanto, la forma en que se resuelva la guerra de las vacunas va a marcar el futuro. Si no aprendimos nada, va a ser subastada al mejor postor”, complementó.

Hay que “pasar la pelota”

Cristian Warnken recuerda en el diálogo con el ministro la importancia de dar un rol importante a las personas en el manejo de la crisis. “¿Ha sido descuidada la dimensión colectiva, le ha faltado algo a su gestión?, preguntó.

“Tiempo”, aseguró. Del total de horas del día, Jaime Mañalich señaló que son solo seis las que no trabaja, y que por eso la subsecretaria de Salud, Paula Daza, es quien está presente en la Mesa Social Covid-19, instancia en “la que hay una serie de demandas”. Por este motivo, hace un llamado al trabajo conjunto y colaborativo, donde no solo se hagan exigencias, sino que también propuestas para resolver los temas que acomplejan la ciudadanía.

El accidente y el rezo a Dios

El ministro recordó un accidente que tuvo de niño, tras el cual perdió dos órganos: el bazo y un riñón. Ya de mayor tuvo otro episodio que lo acercó a la muerte, motivo por el cual siente que todo lo que ha vivido después ha sido una yapa.

“¿Cuáles son sus puntos de centro para encontrar su equilibrio interior?” preguntó Warnken.

El ministro tardó en responder. Primero, dijo que no lo sabía bien. Luego planteó que le ayuda saber, entre otras cosas, que está “donde le tocó estar”. Y entonces confesó que todo lo acompaña con rezos.

“Soy un creyente tardío”, dijo. Entre risas, dijo que una de las dificultades es “conciliar la fe en un creador todopoderoso con el darwinismo”.

Vea la entrevista del ministro de Salud, Jaime Mañalich, con Cristián Warnken aquí.