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Cómo la derecha chilena captura el fenómeno Bolsonaro

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Bloomberg
POR Juan Manuel |

José Antonio Kast destaca las similitudes entre su movimiento y la propuesta del brasileño. Desbordes (RN) y Van Rysselberghe (UDI) valoran su victoria en primera vuelta, pero hacen distinciones entre su discurso y la realidad chilena. En Evópoli miran con distancia y advierten sobre los peligros del populismo que encarna.

Desde que Lula salió del mapa electoral, las encuestas siempre pusieron a Jair Bolsonaro a la cabeza de las mediciones para liderar la primera vuelta presidencial brasileña. Sin embargo, los diversos sondeos nunca lograron predecir el alto grado de adhesión que lograría el atípico candidato del Partido Social Liberal (PSL). Con el 46% de las preferencias y más de 48 millones de votos a su haber, el candidato de la extrema derecha brasileña tiene a buena parte del mundo político intentando entender qué sucedió y a otro tanto apuntando lecciones de un proceso eleccionario que tiene a un díscolo político ad portas de convertirse en el mandatario del país más grande de América Latina y la octava potencia económica del mundo.  

En Chile, desde la noche del domingo, varios políticos de derecha han manifestado su público apoyo a Bolsonaro a través de las redes sociales, entre ellos el senador de RN Manuel José Ossandón y la diputada del mismo partido Camila Flores. Pero quizás el más entusiasta ha sido el excandidato presidencial José Antonio Kast (JAK). El actual líder de Acción Republicana, movimiento político de corte conservador, ha publicado una serie de tuits destacando el desempeño de Bolsonaro en primera vuelta y del triunfo que éste resultado representaría para la libertad de Brasil y Latinoamérica.


La lectura de José Antonio Kast

Frente a las implicancias que el abultado apoyo a Bolsonaro en la primera vuelta podría tener en la proyección de su propio movimiento político en Chile, el exdiputado de la UDI aseguró a PAUTA que hay que estar atento a las señales. Si bien asegura que en la actualidad no mantiene vínculos con ningún partido político en otros países, piensa que lo sucedido en Brasil es una muestra de que el sentido común sí se puede imponer a la ideología. “En Brasil terminó imponiéndose lo que la gente quiere: más seguridad, más trabajo y políticos alejados de la corrupción y eso es algo que sí puede afectar en Chile”, explica.

En la misma línea, agrega que, “si con Bolsonaro le empieza a ir bien a Brasil en sus políticas económicas, la gente comenzará a decir que ese es el modelo que quieren, pues muchas veces la izquierda chilena habla de su proyecto ideológico, pero no ha podido mostrar ningún resultado exitoso en ninguna parte”.

Parte de la prensa brasileña ha sido bastante dura con Bolsonaro por sus declaraciones, las cuales han sido tildadas en varias ocasiones de misóginas, homofóbicas e, incluso, racistas. Según Kast, muchas de las ideas de Bolsonaro han sido caricaturizadas por una prensa ideologizada. Es más, asegura que la victoria del candidato del Partido Social Liberal sería también el triunfo de la libertad. “Su programa respeta la libertad de prensa, cosa que no ocurre con los gobiernos de izquierda. Existiendo libertad de prensa y un Congreso que está equilibrado, muchas cosas de las que se dicen que se harán no son ciertas”, destaca.

En ese sentido, Kast explica que una cosa es estar en contra de la ideología de género, cuestión de la que él también disiente, y otra muy distinta es que Bolsonaro se vaya a oponer por fuerza a que ciertas leyes entren en vigor. “Yo voté en contra de la Ley de Identidad de Género, a mí no me gusta esa ley, pero yo no la cambiaría a la fuerza, porque sí se decidió democráticamente. Asimismo, en Brasil yo no he visto ninguna manifestación que diga que va a cambiar leyes por la fuerza”, agrega.

Sobre las lecciones que puede sacar de lo sucedido en Brasil para proyectar su movimiento político hacia el futuro, JAK destaca varios puntos en común entre su propuesta y la de Bolsonaro en Brasil. “Nosotros en la campaña de la primera vuelta planteamos el tema de la corrupción, de seguridad ciudadana, o sea teníamos un mensaje en la línea de lo que él propuso y no hemos cambiado nada ese planteamiento. Obviamente uno va aprendiendo de otras campañas, en temas como redes sociales, medios de comunicación y claro hay una serie de lecciones que uno puede ir aprendiendo de una acción exitosa como la de él en Brasil”, destaca.

En su campaña presidencial, Bolsonaro capitalizó el descontento que existe en ese país en contra de los partidos políticos tradicionales. Al respecto, Kast asegura que él no tiene problemas con los partidos políticos, incluso es partidario de que éstos se fortalezcan. Pero reconoce que sí tiene ciertas aprensiones sobre sus líderes. “A nosotros no nos interesan partidos que tomen el Estado como un botín, sean de izquierda o de derecha. Y esa es una crítica objetiva a las personas que están ejerciendo roles y liderazgo. Me gusta que los partidos tengan vínculos con las personas, ya sea en terreno o las redes sociales”.

Entrevista con José Antonio Kast a continuación:

Forma y fondo: matices en Chile Vamos

Pese al alto impacto que han tenido en la prensa los resultados de la primera vuelta presidencial en Brasil, el proceso eleccionario brasileño no fue tema en el comité político ampliado que se desarrolla todos los lunes en La Moneda. Solo lo abordaron, de manera informal, algunos de los allí presentes.

El triunfo de Bolsonaro no fue un asunto que se conversó formalmente durante el comité político de este lunes 8 de octubre. Crédito: Agencia Uno

En Chile Vamos varios miran atentos lo que está sucediendo en Brasil. Mario Desbordes, presidente de Renovación Nacional, asegura a PAUTA que el éxito de Bolsonaro en primera vuelta se debe en gran parte al rechazo de los brasileños a la corrupción que se ha enquistado en los partidos políticos tradicionales de ese país. “La situación que viven en Brasil es muy distinta a nuestra realidad. De hecho, Chile Vamos recibe una buena evaluación por parte de la ciudadanía, incluso mayor al nivel de apoyo que tiene el gabinete presidencial”, explica.

No obstante, cree que es importante mirar el proceso eleccionario vivido en el gigante latinoamericano. “La situación de inseguridad ciudadana que vive hoy Brasil es insostenible y mucho del éxito de Bolsonaro se debe a la dureza con que ha enfrentado el tema. Hoy, en Chile el tema de seguridad es la primera preocupación ciudadana en todas las encuestas y es importante que el Gobierno tome todas las medidas necesarias para enfrentar esta materia”, advierte.

Por otro lado, Desbordes llama a la prudencia y a no caer en las caricaturas. “Aquí muchos dicen que Bolsonaro es de extrema derecha, porque evidentemente es muy conservador y usa un lenguaje bastante frontal. Lo que me llama la atención es que cuando se trata de políticos de izquierda nadie los tilda de ser de extrema izquierda. Aquí no estamos frente a un candidato fascista y yo lo prefiero a Dilma, Lula o cualquier representante del foro de Sao Paulo que está absolutamente corrupto”, añade.

La presidenta de la UDI, Jaqueline Van Rysselberghe, dice a PAUTA haber quedado bastante sorprendida, aunque piensa que este resultado es una buena noticia para el continente: “Es muy rescatable que después de un ciclo político donde en América Latina reinó la izquierda, hoy comience a ganar la derecha en distintas formas y manifestaciones”.

Además, destaca el estilo directo del candidato del PSL, que asegura compartir: “Me parece bien que se pueda hacer política diciendo abiertamente lo que uno piensa, sin miedo a ser políticamente incorrecto. Hoy ese rasgo comienza a ser valorado por las personas, como una muestra de consecuencia y coherencia”.

Pero más allá de las formas, Van Rysselberghe hace ciertos matices, sobre todo en términos de contenido. “Creo que Bolsonaro hizo una campaña muy al estilo Trump, tratando de llegar hasta el extremo de las situaciones y cayendo, en algunos casos, en frases o conceptos que por lo menos a mí me parecen bastante desafortunados. No me gustaría que en Chile se llegara a expresiones que rayan en las descalificaciones, creo que nuestro país se ha caracterizado por tener una política más bien basada en el respeto”, puntualiza.

También desde la UDI, pero algo más cauto, el diputado Jaime Bellolio cree que el voto de Bolsonaro es un voto contra el establishment político y esa idea de superioridad moral y de lo políticamente correcto que propaga. “Paradójicamente, lo reemplazan por otra persona que cree ser él la única salvación del país. Su discurso basado en la discriminación, uso de armas y negación de derechos es un riesgo para la democracia y caldo de cultivo a la demagogia y populismo. Hay que tomar nota en cuanto al riesgo de no atender las urgencias de las personas y quedarse con lo políticamente correcto o lo que nos lleva una elite desconectada del día a día”, advierte.

Con más distancia observa este proceso el líder de Evopoli, Hernán Larraín Matte: “Pienso que este es un llamado de atención para Chile y para todos los países de la región para que veamos qué es lo que ocurre cuando los países se ven enfrentados a la corrupción, que destruye la confianza de la ciudadanía en los partidos y en el sistema político y terminan optando por opciones extremas”.

Larraín cree que es legítimo que figuras de la derecha o centroderecha, José Antonio Kast y Manuel José Ossandón, celebren el triunfo de Bolsonaro y muestren sus preferencias a través de las redes sociales, y que será la ciudadanía la llamada a evaluarlos. “Desde Evópoli, sin embargo, nos gustan proyectos moderados y de centroderecha moderna. Nos distinguimos y alejamos de proyectos más bien extremos y populistas y lo hacemos respecto de cualquier país en el mundo”, opina.

Escuche aquí el panel de Primera Pauta en donde los columnistas Gonzalo Cordero y Cristóbal Hunneus comentaron el triunfo de Bolsonaro en la primera vuelta:

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