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Sichel: “El Presidente es más bien un gran gestor. Los gestores no siempre son buenos padres”

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Agencia Uno.
POR Fernanda Valiente |

El candidato presidencial independiente de Chile Vamos habla con Cristián Warnken sobre la crisis política, a la desigualdad social y a su estadía como ministro del Presidente Sebastián Piñera.

En el libro Sebastián Sichel: sin privilegios (2021), el candidato presidencial independiente de Chile Vamos relata sus difíciles experiencias de infancia con una madre drogadicta, sus “tres padres” y sobre las raíces del estallido social. Cuenta que, con tiempo, el resentimiento se esfumó. “Si me preguntas si mi sueño era ser presidente, no es así. Mi sueño era tener mi cartón, casarme y tener una familia. Entonces me siento realizado espiritualmente. Dejé la rabia en un cajón y me dejó de molestar”, dijo Sichel en Desde El Jardín, de Radio PAUTA.

El expresidente de BancoEstado explicó la relación con la figura paterna y aseguró que las personas buscan siempre el cuidado, y esto también ocurre en términos colectivos en la elección de un presidente. “La figura del presidente del siglo XX se parece menos al padre autoritario y más al padre protector. O sea que interpreta. Probablemente el gran desfase en torno a esta figura es que seguimos buscando a padres autoritarios”, expresó.

Luego, hizo una comparación con la figura presidencial actual y su rol en la crisis política e institucional. “Creo que el Presidente Sebastián Piñera es más bien un gran gestor. Los gestores no siempre son buenos padres. En esta crisis no funciona un padre que solo gestiona problemas, porque a veces se necesita a alguien que da tranquilidad. Creo que él más bien se mueve por las ansiedades y las pasiones cuando se necesitaba a un padre que cobijara a un país en crisis. El gestor es bueno cuando tienes que levantarte de un terremoto o cuando tienes que generar una empresa”, comentó Sichel. 

De hecho, aseguró que la gran falla actual de la política es la obsesión por seguir “un discurso aprendido”, lo que ha profundizado la desconfianza ciudadana. “No nos creen como políticos porque nos adaptamos para decir lo políticamente correcto. Soy bien rebelde e iconoclasta en ese sentido. Prefiero decir lo que pienso que es correcto, que decir lo que es correcto para que al otro día todos aplaudan en la plaza pública. Voy a defender siempre el riesgo de que gente me rechace”, señaló.

El trauma de la desigualdad 

“¿Crees que hay un resentimiento en la ciudadanía o que la elite exacerba eso?”, preguntó Cristián Warnken. “Creo que es una mezcla del cansancio de una gran clase trabajadora chilena que rema todos los días para salir adelante. Ella está cansada de la promesa de que va a llegar a la otra orilla, pero esto no ocurre. Este cansancio lo tomó la clase política y lo transformó en rabia, en culpar a otro. Si sales a la calle y sientes ese cansancio te das cuenta de que tiene que ver con la desigualdad de esfuerzos”, respondió Sichel. 

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Además, el exministro de Desarrollo Social fue crítico con el camino de la izquierda, ya que, según él, este sector tomó una vía dañina. Y de paso justificó las razones de por qué cruzó a la vereda de la centroderecha. “La izquierda de Chile cree que por la justicia es válida la violencia o troncar la libertad. Si bien hay mundos de centroizquierda que piensan lo mismo que yo, creo que pertenecen a una generación mayor que tienen el trauma de la dictadura, y que están en la etapa de la jubilación sin incidencia política”, comentó. 

Revise la conversación con Sebastián Sichel en Desde el Jardín