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¿Un posible acuerdo en la guerra comercial?

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Bloomberg
POR Francisco Ibañez |

Luego de la última ronda de negociaciones, hay expectativas de un acuerdo entre China y EE.UU., pero todavía hay detalles que podrían entorpecer el proceso.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos ha sido durante meses un tema de preocupación mundial. Las rondas de negociaciones entre ambos países se suceden unas tras otras, en ambos territorios. La última se llevó a cabo en Estados Unidos, y parece ser que las conversaciones avanzan, porque Donald Trump anunció que extenderá el plazo para que los nuevos aranceles a productos chinos entren en vigencia, a la espera de que las negociaciones lleguen a buen puerto. 

Ha trascendido, incluso, que Trump recibiría a Xi Jinping, el presidente chino, en su club de Mar-a-Lago para cerrar el acuerdo. Las bolsas reaccionan, expectantes. Cualquier noticia dispara los índices, al alza o a la baja, según se acerque o aleje la posibilidad de un acuerdo.

En PAUTA Bloomberg el director del Centro de Estudios Internacionales UC, Jorge Sahd, analiza los avances en esta disputa y los alcances que esta tiene –y podría tener– para todo el mundo, incluido Chile.

Sahd afirma que los aranceles son apenas la punta del iceberg de la disputa entre Estados Unidos y China. “Es más bien una disputa por el liderazgo tecnológico en el largo plazo entre las dos principales potencias del mundo”, señala. Además de los aranceles, que define como “un instrumento para presionar en el marco de una negociación”, Sahd explica que el conflicto tiene temas de propiedad intelectual, de transferencia forzosa de tecnología, temas de determinados sectores productivos y el tema del déficit comercial, “que no se soluciona con un proteccionismo arancelario”.

Transferencia forzosa de tecnología

Sahd explica el concepto de transferencia forzosa de tecnología, acusación que Estados Unidos hace a China y que ha generado conflicto entre las dos potencias. “Toda empresa que quiera entrar a ese mercado [chino] tiene que tener un partner o un socio local, chino. Y dentro del contrato tiene que compartir la tecnología que se crea en ese mercado chino”, señala. Esta legislación china aplica para cualquier empresa extranjera que quiera invertir en ese país, y obviamente hay interés de Estados Unidos y de otros países de ingresar a ese mercado, complementa Sahd.

A esto se suma una segunda denuncia de Estados Unidos, acota Sahd. “China tendría acceso a los sistemas computacionales de muchas firmas estadounidenses, a su data, y ahí habría un robo o un atentado a la ciberseguridad.

El estilo Trump

Sahd define el estilo de Trump como disruptivo. “En la forma es poco elegante, pero también este estilo disruptivo, contra los esquemas, lo que permite, por ejemplo, es que mañana se va a reunir con Kim Jong Un en Corea del Norte, después de esa primera reunión donde habían transcurrido décadas sin poder reunirse ambos países. Ese mismo estilo disruptivo de llevar los temas a la máxima tensión para luego negociar, es lo que ha permitido a Estados Unidos, hace mucho tiempo, sacar al pizarrón a China”, explica. “Le permite a Trump sentarse en la mesa y avanzar con mayor rapidez que la diplomacia tradicional”, añade Sahd.

Los efectos en Chile

“La guerra comercial es un mal negocio para todo el mundo, y eso lo saben muy bien Estados Unidos y China, y por eso están sentados en la mesa, y por eso acordaron la tregua”, afirma Jorge Sahd, que profundiza en los efectos que esta disputa tiene para Chile. “Inmediatamente el precio de la materia prima del cobre, que China es el principal comprador del mundo, si se desacelera o tiene problemas inmediatamente impacta en el precio de esa materia prima”, agrega.

A esto se suma que Estados Unidos y China son los mayores socios comerciales de Chile. “Si a ellos no les va bien, inmediatamente impacta en Chile”, dice Sahd. “Y desde el punto de vista del mundo, la mayor incertidumbre disminuye el apetito por el riesgo de los inversionistas”, complementa.

¿Es posible un acuerdo?

Para Sahd, la postergación de la entrada en vigencia de los aranceles “es una buena primera señal”, pero afirma que faltan los detalles, como la fecha de entrada en vigencia de un posible acuerdo, la eliminación de la ley de transferencia forzada, si se hará gradualmente o de una vez, lo mismo que las normas de protección de propiedad intelectual. “Puede ser que ahí se trabe la negociación o un acuerdo final”, plantea Sahd, quien agrega que “ambas naciones saben que lo positivo para sus intereses es tratar de llegar a un acuerdo.

Jorge Sahd afirma que este conflicto pone en la mesa la necesidad de reformular la OMC. “Qué es lo que se alega de la OMC. Primero, que ha perdido relevancia para solucionar los grandes conflictos comerciales que se están generando en el mundo, como la guerra comercial. […] Y lo segundo es que estos organismos internacionales fueron creados en un contexto de postguerra y de un mundo que era distinto a lo que estamos viviendo hoy día, con la disrupción tecnológica, con un creciente sentimiento antiglobalización […] Entonces hay un debate general de hacia dónde van estos organismos internacionales y cómo son capaces de responder a los fenómenos o al contexto que se está dando hoy día en el mundo”, plantea.

Vea el video de la conversación completa en PAUTA Bloomberg acá: