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Exageración, mentira, omisión. Los pecados capitales del CV

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POR Francisco Ibañez |

Un estudio indica que el 72% de los chilenos miente en su CV. Preocupante, pero generalizado. “Es un tema mundial”, dice Luis Felipe Cubillos, socio de Egon Zehnder.

Según un estudio realizado por DNA Human Capital y publicado por El Mercurio, el 72% de los chilenos miente en sus currículos laborales. El estudio reveló que el área donde más se miente es el dominio del inglés, seguido por el sueldo. La sobrecalificación es también una práctica común, aunque en ese ítem los chilenos no están tan mal: peruanos, peruanos, brasileños y colombianos superan a los chilenos.

Más allá de consideraciones éticas, ¿qué consecuencias puede tener la práctica  de exagerar o falsear el CV en los procesos de reclutamiento y selección? ¿Cuáles son las recomendaciones?

Luis Hernán Cubillos, socio y fundador en Chile de Egon Zehnder, consultora especializada en reclutamiento y selección, profundiza en PAUTA Bloomberg las implicancias que tiene esta realidad, cómo se compara la situación en Chile con otros países y cuáles son las mentiras y omisiones más recurrentes de los curriculum vitae.

Di la verdad, Rosa

“Este es un tema mundial”, aclara Cubillos. “Por ejemplo, hace pocos años el CEO de Yahoo!, una de las principales compañías norteamericanas, a los seis meses de haber asumido tuvo que renunciar a su cargo porque se descubrió que él había dicho que tenía un grado académico en ciencias de la computación y resultó que solamente había estudiado contabilidad”, describe. No es muy distinto de lo que ha ocurrido en distintos países -incluido Chile- con algunos políticos que han sido sorprendidos inventando títulos o grados académicos.

Cubillos afirma que esta práctica va más allá del currículo. “Hoy día tenemos una herramienta como LinkedIn. Si tú lees LinkedIn te vas a encontrar con varias sorpresas y cosas que creo que en muchos casos no corresponden necesariamente a la realidad”, señala.

Cubillos hace una distinción. “En un extremo están los que yo clasificaría casi como delincuentes. Y delincuentes me refiero a aquellos que falsean a propósito la información de su currículum, diciendo que trabajó en tal compañía, que tuvo tal cargo, y que es mentira. Y existe eso”, afirma. Continúa: “Pero creo que lo que más nos preocupa hoy día, no sé si llamarlas mentiras blancas, donde hay una serie de características de la experiencia que se tratan de adornar de forma distinta en los currículums”, explica.

Espiquin Inglich

“Efectivamente hay un tema con el inglés”, dice Cubillos, refiriéndose al estudio de DNA Human Capital. “Pero hay otros temas que a mi juicio son más graves que el tema del inglés. Por ejemplo, el tema de en qué institución estudié”, afirma.

Ejemplifica con un caso que, dice, se repite. “En el currículum o en LinkedIn, dice ‘ingeniero comercial y MBA de Universidad Católica’ y después te das cuenta, cuando haces doble clic, de que no estudió ingeniería comercial en la Universidad Católica. Estudió ingeniería comercial en una universidad de mucho menos prestigio, pero como estudió el MBA en la Universidad Católica se permite poner la frase completa, lo cual te lleva a creer que todo lo hizo en la Universidad Católica”.

Volviendo al tema del inglés, Cubillos diferencia la actitud de los postulantes nacionales respecto de lo que pasa en otros países: “Yo diría que en general los chilenos son menos mentirosos respecto del inglés que otras nacionalidades”. Aclara que no quiere referirse a nacionalidades específicas, pero… “por mencionar a un país que está al otro lado de la cordillera”, dice entre risas, “si tú preguntas a un colega latinoamericano del otro lado de la cordillera por su nivel de inglés, normalmente te va a decir ‘inglés fluido’. Y cuando tú hablas con un chileno que tiene el mismo nivel de inglés que esa persona, te va a decir ‘inglés intermedio’. O sea, hay un tema de autovaloración. Los chilenos en general se tiran un poquito más para abajo”, explica Cubillos.

“Independiente”

“Yo creo que el pecado de omisión es uno de los más graves”, afirma Cubillos. “Dentro de ese pecado de omisión, creo que el más grave es probablemente gente que omite parte de su experiencia laboral. El caso más típico son personas que por ejemplo trabajaron seis meses en una empresa, les fue mal, lo echaron, y como que quisiera borrar esa parte de su vida. Y cuando tú lees el currículum simplemente no existe”.

“Aunque haya sido una mala experiencia, el omitirlo te indica algo”, plantea Cubillos sobre la omisión de experiencias laborales. “Para nosotros es un muy mal signo que la persona no cuente toda la verdad en su currículum”, agrega.

En su opinión, basta con tener una explicación a lo que pasó. “Todos tenemos fracasos, no tiene nada de malo, y puede haber muchas circunstancias que lo expliquen”, indica.

¿Qué hacer con los vacíos laborales? Cubillos señala que entre seis meses y un año es un período normal en la búsqueda de un nuevo trabajo, pero incluso si es un período mayor, recomienda incluirlo en el currículum, nunca omitirlo. “‘Independiente’ es la forma elegante de ponerlo”, dice riendo.

El papel lo aguanta todo

“Hay que distinguir entre aquellas cosas que son hechos objetivos. Por ejemplo, dónde estudió [es distinto] a cuál es su nivel de inglés, que es un tema más subjetivo y más difícil de medir”, dice Cubillos. Respecto de dónde se estudió, cuenta, su firma comprueba siempre con la universidad si efectivamente el candidato tiene el título que él dice que tiene. “Es algo que está siendo cada vez más exigido por los propios clientes”, señala.

Sobre otro tipo de habilidades o competencias, las llamadas “blandas”, es más difícil. “Tú lees de repente un currículum que dice ‘excelente trabajador en equipo, orientado a resultados, gran estratega y líder de personas’. Bueno, according to whom? [¿según quién?], ¿quién es la persona que efectivamente comprueba eso?”, pregunta riendo. “El papel lo aguanta todo, si nosotros nos rigiéramos por los currículums o por los LinkedIn, sería mucho más difícil contratar. Nosotros tenemos de alguna manera comprobar que todo lo que dice el papel es cierto”, subraya Cubillos.

“El problema que tienen los currículums en general o LinkedIn es que te describen el qué hizo, pero para nosotros mucho más importante es el cómo lo hizo. Y el cómo es obviamente muy difícil transmitirlo en un currículum”, afirma Cubillos. Ahí es donde entran las entrevistas, las referencias.

“Esto no es una ciencia. Hay un poquitito de arte”, dice Cubillos sobre el reclutamiento y selección. Para el candidato o postulante a un cupo laboral, entonces, el consejo es simple: diga la verdad y no omita ni oculte lagunas laborales o malas experiencias. Créase por un rato el testigo de la serie policial de moda y diga la verdad, sólo la verdad y nada más que la verdad.

Vea el video de la conversación completa acá: