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El conflicto entre los hoteleros y Airbnb

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Bloomberg
POR Francisco Ibañez |

Un fallo de la Corte Suprema y la sugerencia, de parte de la ministra Schmidt, de que podría ser alternativa para COP25, tiene a Airbnb en la noticia.

La disputa entre hoteles y Airbnb, aunque menos visible y a otra escala, es similar a la que sostienen los taxistas con aplicaciones como Uber o Cabify: la disputa entre los servicios “tradicionales” y nuevas formas de negocios, economías colaborativas y el mundo digital.

Las autoridades en todo el mundo están tratando de regular esta situación, muchas veces sin lograrlo del todo. En Chile, la propuesta de modernización tributaria, por ejemplo, incluye impuestos a los servicios digitales. Y eso considera a Airbnb.

Adicionalmente, esta semana la Corte Suprema confirmó un fallo que prohíbe a los residentes de un edificio en Las Condes ofrecer sus departamentos en esta plataforma. El debate se abrió: ¿qué prima: el derecho de propiedad de cada dueño o el de la comunidad? 

“Es un tema que a nosotros como asociación nos preocupa hace mucho tiempo”, señala la gerenta general de Hoteleros de Chile, Paulina Sierra, quien reconoce que este será un año intenso para el sector, por temas como el foro de la Apec y, especialmente, la conferencia COP25 en diciembre.

“Nosotros estamos absolutamente conformes y contentos, y apoyamos la decisión de la Corte Suprema. Este es un tema que se está viviendo hace bastante tiempo, pero cuando los temas empiezan no salen a la luz rápidamente”, explica Sierra en conversación con PAUTA Bloomberg.

“Si bien es cierto hay muchas cosas al turismo y a la imagen país que se ven afectadas con este tipo de oferta informal, también hay un tema de la comunidad. Y yo creo que eso es lo que se ha visto ahora con el fallo de la Corte Suprema”, indica Sierra.

Sierra aclara que como asociación no buscan que se prohíban los servicios como Airbnb. Reconoce que es una buena aplicación, que funciona bien en otros países, pero que en Chile no está bien regulado y no funciona como corresponde.

Para la gerente general de Hoteleros de Chile, Airbnb, pese a que partió como una economía colaborativa, ya no lo es, e indica que actualmente menos del 2% de la oferta es de ese tipo, y que ha ido derivando en un negocio en que las “unidades” que se arriendan son casas o departamentos completos. Ya no existe, dice, esa idea inicial de compartir una experiencia local con alguien que alojaba a otra persona en su casa.

Por su parte, el presidente del Colegio de Administradores de Edificios, Sergio Román, afirma en Pauta Final que lo que hay detrás del fallo de la Suprema que desfavoreció a Airbnb es el reglamento de copropiedad que rige en cada comunidad de edificios. Dicho documento lo fija el dueño del conjunto habitacional con el consentimiento de los compradores mediante su inscripción en el Conservador de Bienes Raíces.

En ese sentido, Román enfatiza que lo primero que se debe hacer antes de tomar una decisión respecto al uso de un departamento –como, por ejemplo, ponerlo en arriendo por períodos cortos de tiempo en aplicaciones móviles– es consultar las normas de dicho reglamento.

“La persona que construye un edificio sabe lo que quiere o lo que necesita […]. Cada uno puede construir lo que quiera y puede poner las normas que quiera. Cuando uno compra, uno declara conocerlas y aceptarlas, y cuando se inscribe [el reglamento de copropiedad] ya no hay nada que hacer”, añade Román.

Como cada reglamento de copropiedad es individual, Román descarta que este fallo sea aplicable a cualquier otro edificio, y aclara que cada caso es diferente dependiendo de su propio reglamento.

Lo que reclama el gremio es igualdad de condiciones, dice Sierra, que el negocio sea parejo, por ejemplo, pagando impuestos o patentes comerciales. Sobre todo cuando la oferta a través de Airbnb ha crecido de manera importante. En la región metropolitana, cuenta, el crecimiento de 2017 a 2018 fue enorme. “Tenemos un crecimiento de un 46% de un año a otro de unidades de Airbnb”, señala.

Sierra reconoce el desafío que supone la realización de la COP25 en Santiago y recibir a 25.000 personas, aunque aclara que van a ser dos o tres días críticos los que concentren mayor afluencia, y que el resto de los días la afluencia será menor. Además, destaca que diciembre es una buena época para su realización, entre la temporada alta de congresos y eventos de octubre y noviembre y las vacaciones en enero y febrero.

De todas maneras, Sierra indica que hay suficiente capacidad instalada para recibir a esa cantidad de visitantes, y señala que los últimos registros que tiene Sernatur hablan de 31.000 camas en la Región Metropolitana. Por lo mismo, no comparte las declaraciones de la ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien señaló que Airbnb era una alternativa de alojamiento para las delegaciones. “Yo entiendo que la ministra en este momentos debe estar haciendo grandes esfuerzos por tratar de sortear todas las aristas de este evento […] Como asociación por supuesto que no estamos de acuerdo”, apunta.

Vea la entrevista completa con Paulina Sierra acá:

Vea la entrevista completa a Sergio Román acá: