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La proyección del virus del infectólogo Pablo Vial: “Esto va para largo”

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POR Periodista Practicante |

En una conversación distendida y con mirada histórica, el médico dialogó con Cristián Warnken. “No tengo recuerdos en mi vida de que haya habido algo de esta magnitud”.

Todo se remonta millones de años atrás, cuando las especies no humanas comenzaban a dar sus primeros pasos en lo que hoy llamamos mundo. No hay certeza de lo que eran, pero sí de que tenían vida. A falta de un organismo para nombrarlos, se les denominarán portadores de genes. Sí, esos móviles que luego se convertirían en virus.

Sus características inusuales los llevaron a ser más fuertes que la vida misma, logrando una estrecha relación con el medioambiente. 

Ya sea por su tamaño microscópico o tal vez por azares de la contingencia, los virus entraron al jardín de Cristián Warnken. Y lo hicieron de la mano de uno de los expertos más reconocidos del país: el infectólogo Pablo Vial.

Respirando la atmósfera calma, alejada de la realidad de los últimos días, el profesional comenta que el coronavirus es un capricho en sí mismo. Que su temperamento no lo ayuda, sino que juega en su contra y en la del país. “Es un comportamiento que no habíamos visto. Hemos tenido que ir descubriendo con una combinación de cosas que lo hacen difícil, por ejemplo, que es muy transmisible, más que la influenza. Es letal, más que la influenza. Aunque eso no quiera decir que muera mucha gente”, comenta.

¿Tal vez camuflado? Con seguridad, camuflado. El doctor dice que está presente incluso cuando no se pueda evidenciar, aun cuando no se pueda sentir. Pero ahí está: un día en un individuo, y 24 horas después en otro, sin que ninguno de los dos muestren características que evidencien la enfermedad.

Eso es uno de los factores que hacen difícil su control y que lo diferencian del SARS 1: “El SARS 1 iba aumentando su letalidad a medida que la persona se agravaba. Entonces los pacientes más graves los teníamos aislados y el riesgo era menor de que una persona se infectara. Este virus es mucho más transmisible”. Puede estar presente, dice, con síntomas leves e incluso desde antes que estos se presenten, “por eso es sumamente complejo controlarlo”.

No titubea en ningún momento, y se ve más firme aún al afirmar un antecedente claro: “En términos de protegerse, es un enemigo que no sabemos dónde está”.

El posible origen de un desconocido

¿Hemos visto algo similar? ¿Hay antecedentes de que esto haya ocurrido antes? 

“No tengo recuerdos en mi vida de que haya habido algo de esta magnitud”, dice Pablo Vial.

A comienzos del siglo XX, comenta el experto, todo se desborda con la influenza española de 1918, que tuvo un comportamiento que “descolocó”, causando incluso más muertes que la mismísima guerra.

Por eso la rapidez de expansión de este virus asombra. Y el afán del ser humano por juntar especies que naturalmente no compartirían terreno lo hace todavía más increíble. Ahí, en ese momento, comienza a gestarse la pandemia en China. Su cultura, indica Vial, hace que se prefieran comer animales y comprarlos vivos. “Por lo tanto, los mercados tienen un montón de animales que si los viéramos en la naturaleza nunca estarían juntos, pero el hombre los junta”.

El profesional de la Clínica Alemana pone en la línea de partida para el virus el mercado de Wuhan, donde convivían tanto animales terrestres como marítimos, lo que propició una combinación que más tarde derivó en que una infección de una especie pasara a la otra.

A pesar de lo negativo del coronavirus, no debe causar sorpresa que la especie humana esté hoy conviviendo con este tipo de infecciones. Si bien sus características se vislumbran más extremas, como dice Vial, las personas están efectivamente condicionadas por virus. “En cuanto a nuestro genoma, aproximadamente el 5% ha sido alterado por los virus”.

Lo imposible de olvidar

Para Pablo Vial, todo esto es algo que no había visto nunca en su vida. Cristián Warnken le insinúa que es un virus que logrará que se descubran muchas enfermedades sociales, y el doctor concuerda con él.

“Es probable que cuando ya no tengamos la contingencia, lo pensemos mejor. También creo que vamos a tener tiempo para reordenarnos”, comenta Vial. Mientras tanto, la situación va a empeorar. En términos de pacientes, “vamos a ir presenciando las muertes”. En términos del entorno, “nos vamos a ir enfrentando con todo lo que eso significa en nuestra relación con las demás personas”.

Lo que el profesional dice podría, en sus propias palabras, caer como un balde de agua fría: “Por ejemplo, el que esté pensando que la suspensión de clases va a durar dos semanas, puede estar totalmente equivocado. No sabemos después de dos semanas qué etapa venga. Esto va para largo”.

El invierno que se avecina jugará en contra de la contención del Covid-19, y las relaciones sociales también se verán afectadas. “La normalidad que hemos tenido en la vida es probable que se trastorne, que no podamos hacer una vida de ir donde uno quiere. Eso va ser intenso y prolongado”, dice el infectólogo en Desde el Jardín.

Revise aquí la conversación completa de Pablo Vial con Cristián Warnken en Desde el Jardín: