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De espacio compartido a oficina flexible: el reenfoque del negocio de los cowork

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Co-Work LatAm
POR Gabriela Villalobos |

Sebastián O’Ryan, cofundador de Co-Work LatAm, cuenta que las empresas no tienen certeza sobre el número de trabajadores que volverán a las oficinas.

Fue una gran moda que partió alrededor de 2015. Emprendedores buscaron espacios acordes a sus bolsillos para desarrollar su negocio y conocer a futuros clientes o proveedores. Trabajadores independientes requerían algo más que la cafetería de la esquina. Y varias empresas buscaron lugares para trasladar sus operaciones al momento de remodelar las oficinas. Todos ellos encontraron cabida en los llamados espacios compartidos o cowork, como se popularizaron en inglés. Empresas locales como Co-Work LatAmempresa que cuenta con 35 mil metros cuadrados de espacios distribuidos en 29 sedes- se desarrollaron en este contexto, en el que también llegó competencia internacional de la mano de gigantes como WeWork.

Todo iba bien hasta marzo. La pandemia llevó a la implementación de cuarentenas y el trabajo en la casa comenzó a dar resultado. ¿Quién necesitaría un espacio adicional al de su comedor? “La gente no sabía cómo reaccionar. Había incertidumbre por muchos lados y lo que hicimos fue dos cosas: que el lugar fuera lo más seguro para ir y en eso nos aliamos con empresas tecnológicas […] y después nos enfocamos en tratar de ver empresas fundamentales que sí o sí iban a tener que ir a la oficina. Si bien la cuarentena nos pegó bajando en entre 40% a 50% los ingresos, logramos mantenernos con una base sólida que nos permitiera atravesar esta ola de incertidumbre”, cuenta Sebastián O’Ryan, cofundador de Co-Work LatAm.

Una vez terminado el período más restrictivo, la empresa reformuló su estrategia. “Partimos como una empresa de coworking, pero nos dimos cuenta de que la flexibilidad era un bien atesorado por las grandes empresas”, dijo O’Ryan en PAUTA Bloomberg, de Radio PAUTA. “Las empresas grandes normalmente van y arriendan una oficina firmando un contrato a cinco años, pero no saben si en los próximos años van a ser 100, 110 o 120. Lo que hacemos es que buscamos una empresa y le preguntamos cuáles son sus proyecciones de crecimiento, buscamos una oficina, la habilitamos con nuestro equipo de arquitectura según las necesidades de ellos y después se las operamos y si el día de mañana quieren achicarse, lo hacen y la otra parte la uso como coworking“, explicó O’Ryan.

Con esta estrategia, la ocupación de los espacios de Co-Work LatAm subió del 55% de junio a un 70%. Según O’Ryan, la ocupación no es igual a la demanda, porque se arrienden más espacios que los utilizados para respetar el distanciamiento social.

“La oficina flexible es el futuro, las empresas se están dando cuenta que no tiene ningún sentido hacer contratos a largo plazo con los niveles de incertidumbre que hay. Además, el homeoffice para nosotros viene a ser una oportunidad porque requiere flexibilidad. No tiene por qué ser 100% homeoffice o 100% oficina, tiene que haber un híbrido intermedio donde las empresas no tienen esa claridad y la única forma de ir explorando este modelo es mediante oficinas flexibles”, pronosticó O’Ryan.

El mercado de oficinas flexibles es un 3% del mercado de oficinas, detalló. “Apareció una nueva demanda de empresas de 50, 60, 100, 500 personas que se quieren achicar a 100 metros, por lo que la demanda por espacios se ha quintuplicado en septiembre, pero es un cliente que no conocía este servicio, entonces es una oportunidad gigante”, contó O’Ryan.

Vea la entrevista con Sebastián O’Ryan en PAUTA Bloomberg