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¿Le sobró aceite de la cocina? Guárdelo: podría usarlo en su auto

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Bloomberg
POR Francisca Rivera |

Refinerías en Europa lo están utilizando para producir combustible de vehículos y limitar las emisiones de carbono.

El aceite que queda tras cocinar la cena se está convirtiendo en un importante bien básico de nicho para una industria europea de refinación que está tratando de combatir su huella de carbono.

Las refinerías del continente están recurriendo cada vez más al aceite de cocina usado (UCO, por sus siglas en inglés) como una forma de producir combustible para vehículos con el fin de limitar sus emisiones de carbono. En Rotterdam, los precios son aproximadamente un 15% más altos que hace un año, según datos de SCB Brokers, que se especializa en ese producto básico. En cambio, el crudo Brent se desplomó 30% durante el mismo período.

La fuerza relativa del UCO, que cotiza a más del doble del precio del crudo debido a los incentivos gubernamentales para usarlo, refleja una oferta limitada y una fuerte demanda, según la finlandesa Neste Oyj, que se ha convertido en líder del mercado de diésel renovable. Otras refinerías de la región como la polaca PKN Orlen están explorando el mercado. El creciente interés ha coincidido con la interrupción que ha sufrido la disponibilidad de los restaurantes, particularmente de China, que es el mayor proveedor externo de Europa.

“Se prevé que los mercados de desechos y residuos se mantendrán ajustados”, señaló el jueves Neste en su comunicado de resultados. “Si bien la disponibilidad global de desechos y residuos se ha ido recuperando gradualmente, su demanda continúa sólida”.

Doble contabilización

El aceite de cocina usado ayuda a la industria a cumplir los objetivos europeos sobre combustibles renovables. El beneficio medioambiental que ofrece el UCO significa que la UE le ha otorgado una mayor ponderación en comparación con otras materias primas para la elaboración de alimentos, algo que se conoce como doble contabilización.

“La perspectiva a largo plazo para el UCO es extremadamente positiva, ya que los países miembros de la UE buscan eliminar gradualmente los biocombustibles basados en productos agrarios para aumentar los combustibles derivados de desechos”, dijo Luke Watts, director internacional de biodiésel físico de SCB Brokers.

El objetivo actual de Europa es que 10% del combustible para vehículos de la región en términos de contenido energético provenga de fuentes renovables, incluidos los biocombustibles, según Fuels Europe, un grupo que representa a las refinerías de la región. Actualmente no hay límite sobre la cantidad de UCO que se puede usar para cumplir con ese objetivo. Y todo puede contabilizarse dos veces, por lo que los productores alcanzan el nivel de 10% con solo un 5% de UCO. Esas reglas pronto cambiarán.

PKN Orlen está buscando aceite de cocina usado para una expansión de biocombustibles en su refinería de Plock.