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Contraloría abre sumario por canastas Junaeb: no cubren necesidades de estudiantes

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Junaeb
POR Marcela Gómez |

Alimentos entregados deben servir para 15 días, pero en promedio alcanzan solo para ocho, dice el ente supervisor. “Vamos a demostrar que se equivocan”, responde el director del servicio, Jaime Tohá.

Tras cerrarse salas cunas, jardines infantiles y colegios en la pandemia, el programa de alimentación escolar tuvo que adaptarse bruscamente: ya no más comida preparada en los establecimientos, sino cajas de alimentos distribuidas a las familias vulnerables para los desayunos y almuerzos de sus hijos. Cada tres semanas, la Junaeb distribuye estas canastas a 1,8 millones millones de párvulos y escolares.

La Contraloría auditó este programa entre marzo y septiembre de 2020. Detectó deficiencias “graves” que llevaron a solicitar informes sobre aspectos específicos a subsanar y a instruir un sumario administrativo para “determinar las eventuales responsabilidades de los funcionarios” de Junaeb. 

Las canastas “no contienen la cantidad de productos necesarios para cubrir los requerimientos alimenticios de los niños/as por el período de 15 días hábiles”, dice el reporte. Detalla que en la Región Metropolitana cubren entre tres y ocho días de almuerzo de párvulos de sala cuna y jardín infantil. A nivel nacional, lo que se entrega a alumnos entre prebásica y educación media alcanza para almorzar ocho días en promedio.

Se suma que, debido a la baja variedad de alimentos en las canastas, los niños y adolescentes beneficiarios no reciben el aporte nutricional diario que requieren, el que figura en las bases técnicas de las licitaciones mediante las cuales Junaeb contrata a sus proveedores. Contraloría se asesoró por el laboratorio Dictuc de la Pontificia Universidad Católica de Chile en cuanto a los contenidos nutricionales.

La auditoría también detectó diversas situaciones de desorden administrativo. Por ejemplo, que las canastas enviadas a los establecimientos para su distribución no cubren al total de beneficiarios, que hay entregas duplicadas e incluso hay personas que no cumplen los requisitos. 

Junaeb responde

El director de Junaeb, Jaime Tohá, dice que han venido aportando información a la Contraloría sobre este programa desde hace meses, pero se declara “sorprendido” por la decisión de iniciar un sumario administrativo. “La Contraloría nos pidió evacuar en 30 días tres informes sobre temas específicos y creemos que con nuestra respuesta se va a desvirtuar el sumario”, sostiene.

El ingeniero agrónomo, que dirige Junaeb desde 2017, recuerda que la entrega de canastas se implementó en tres días debido a la pandemia. “Podríamos haber esperado a tener todo el diseño administrativo y probablemente nos hubiésemos ahorrado muchas de estas observaciones, pero tomamos la decisión de entregar la comida en forma inmediata. Hay cosas que identificamos como perfectibles y que fuimos corrigiendo en el camino, incluyendo la mayoría de las observaciones de la Contraloría”, señala.

En lo fundamental, Tohá afirma que el informe de Dictuc “está profundamente errado y tiene problemas metodológicos graves. Vamos a  rebatirlo con nuestro equipo de especialistas nutricionales y a demostrar que se equivocaron”. Un ejemplo: el informe dice que la canasta trae un kilo de proteína, aludiendo a un pollo envasado esterilizado que debe consumirse en 24 horas tras abrirse el empaque. “Decir que solo había proteínas para 24 horas es un error”, afirma.

Comenta que siempre se señaló que la canasta contenía los mismos nutrientes que el niño recibía en la escuela, pero que obviamente el formato no es el mismo, porque se usan los productos diponibles en el comercio y eso se debe considerar.  “Es algo que nos pasa a todos con las compras: los paquetes no vienen porcionados día a día y las familias administran esa comida cocinando, guardando, congelando”.

-¿Descarta que los niños hayan pasado hambre o hayan recibido menos nutrientes que los necesarios con este sistema?

“Siempre señalamos que este es un sistema de emergencia. Por eso abogamos por la vuelta a clase presencial: una canasta nunca va a tener la variedad que tiene la comida casera que cocinan a diario las manipuladoras de alimentos. Las canastas llevan alimentos que no se descomponen, no incluyen productos refrigerados y por ende hay una menor variedad. Pero eso no significa que no estén ahí los nutrientes”.

Tohá afirma que si se lee la auditoría queda claro que “nadie actuó con dolo o con negligencia, no se perdió plata o comida, no hay sobreprecios, no hay temas de probidad”. Agrega que “desde esa foto hemos subsanado gran parte de observaciones” y el programa, que ya ha entregado 35 millones de canastas, “ha funcionado de manera muy positiva y las canastas son muy valoradas por familias”.