Actualidad

Educación desde la docencia: enseñando poesía a policías

Imagen principal
Ilustración: Felipe Rojas
POR Fernanda Valiente |

La profesora de lenguaje Paula Ilabaca cuenta cómo fue enseñar literatura a estudiantes uniformados y cuál es el vínculo que puede haber con el mundo poético.

“Para Gabriela Mistral la pedagogía es poesía, estética, creación. Ella decía que cada vez que hacía una clase hermosa quedaba más feliz que Miguel Ángel ante David. Nosotros al leerlo hoy vemos esta mirada casi religiosa de la pedagogía y nos parece extraño […] pero es interesante este fervor”, comenta Cristián Warnken en Desde El Jardín, de Radio PAUTA.

“Los policías están en contacto con la muerte y con la sombra del ser humano, como diría Carl Jung, entonces me imagino que puede ser muy interesante llevarles la poesía y la literatura. ¿Cómo fue esa experiencia?”, indaga Warnken.

“En ese sentido, una vez conversando con el poeta peruano Mario Montalbetti, le contaba que mi mayor secreto siempre fue [la escritura]. Ellos sabían que yo escribía, y siempre esperaban que les contara algo de literatura, pero les decía que eso no estaba dentro de la clase. Entonces eso generaba como más deseo de saber. En algún momento compartimos y leímos poesía con ciertos cursos. Más que nada les enseñaba redacción, porque tenían que describir escenas de crímenes”, cuenta la profesora de Lenguaje de la Universidad Central y de la Universidad Adolfo Ibáñez Paula Ilabaca

Quizás, esta experiencia la acercó a la novela policial, tras un fracaso en la dramaturgia. “De ahí quedaron estas voces, como unos monólogos. Apareció la voz de una mujer que contaba lo que le pasaba con su hijo que era artista. Después me di cuenta de que ella estaba hablando con un policía, y que su hijo se había muerto en un accidente en la casa”, señala la también poeta.

Una poeta

Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo

Estoy escribiendo, no puedes tenerlo todo

Pues se castiga a quien lo hace y vence 

Me voy encerrando en mí misma

Me voy encerrando en un eco 

En un himno, que aflora desenmascarado

Me voy encerrando, hasta que encuentro ese ritmo 

Ese jadeo preciso que soy yo 

Estoy a punto de ir a tu casa a salir de este encierro 

Y decirte ‘Escribí’

Estoy a punto de que reviente el estómago en risas 

En pataleos fogosos y tenues que consigo en este quehacer

Estoy a punto de que venga el nochero

Y encuentre salivas 

Encuentre uniformes

Encuentre uniformes redondeces 

Y a mi amada juventud

Penínsulas, Poema siete (Paula Ilabaca)

“Creo que el poeta mira cosas que están en otra capa de la realidad”, añade la también magíster en Educación Superior. En ese sentido, su labor en la escritura ha sido “encontrar esas voces que andan circulando. No solo cosas mías, sino también historias de otras mujeres, de amigas, compañeras de ruta. […] Al igual que muchos tomé la labor de hacer hablar a otros a partir de la poesía” explica.

Un camino que también la acercó mucho a sus estudiantes. “Me acuerdo cuando leímos La Metamorfosis (1915) de Franz Kafka y de haber estado en comunión con los alumnos. Hicimos un match y hasta el día de hoy me escriben. Tanto la poesía como la literatura me sirvieron para entrar en diálogo con los jóvenes. También me sirvió para conocerme, y para generar disciplina. Humildemente puedo decir que formé a lectores y lectoras”, expresa la profesora. 

Revise la conversación con Paula Ilabaca en Desde el Jardín