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Columna de John Müller: “El litio aflora el Chile rentista”

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POR Andres Sepúlveda |

Parecía que la cultura rentista había sido erradicada en el país, pero cada cierto tiempo vuelve a instalarse en el debate público.

El debate sobre el litio ha a florado uno de los males nacionales que algunos creíamos que había quedado sepultado por nuevas adicciones, como la que en su momento supuso el llamado ‘país jaguar’: ha vuelto a aparecer con fuerza la cultura rentista. Hay que reconocer que esta cultura aparece y desaparece. Es una noción muy confortable que presupone que Chile tiene riquezas naturales que permitirán que los chilenos nos quedemos cómodamente sentados en nuestro sillón y esperemos que esos recursos nos hagan ricos.

Esta mentalidad mágica ha estado largo tiempo anidada en los chilenos con el guano, con el salitre, con el cobre, y ahora con el litio. Todavía hay chilenos que maldicen la inventiva alemana que les permitió crear el salitre sintético. Yo todavía suelo encontrar el cuadro de azulejos con publicidad de Nitrato de Chile que hay en algunas ciudades españoles desde los años 20 del siglo pasado.

Y no es raro que el Estado de Chile siempre extienda su tutela sobre estas riquezas. No en vano fue el Estado el que por la fuerza agregó estos territorios al país en el siglo XIX. Los ejércitos chilenos cruzaron los desiertos para asegurar el guano y el salitre. Poco antes, José Tomás Urmeneta, había desarrollado una incipiente industria minera del cobre en territorio que era indiscutiblemente chileno.

Nos costó mucho sacrificio desprendernos de esta mentalidad rentistas. Los mejores esfuerzos se hicieron en los años 80 y 90, con la excusa de que había que reducir el elevado peso del cobre en nuestras exportaciones que nos habían convertido en un país monoproductor. Pero en el siglo XXI estos esfuerzos se han perdido. El cobre ha vuelto a dominar la balanza comercial. Y ahora el litio reclama su sitio.

Habrá que volver a recordar que la mayor riqueza de Chile no son sus recursos naturales, sino su capital humano. Y que la única manera de prosperar es crecer más que repartir.

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