Violencia escolar en Chile: ¿Qué está pasando en nuestras aulas?
En la crónica de hoy, Gabriela Valenzuela nos cuenta sobre complejos problemas de convivencia escolar que enfrentan muchos colegios en Chile.
A inicios de agosto, el Ministerio de Educación anunció la ampliación del programa “A convivir se aprende”, para potenciar el mejor ambiente escolar, en medio de un aumento preocupante de hechos de violencia en los establecimientos educacionales. La iniciativa ahora abarcará a 160 comunas del país.
Sin embargo, la realidad a nivel nacional es preocupante. Niños con armas en los colegios, una menor apuñalada, peleas entre alumnos, son solo algunos de los casos conocidos en las últimas semanas. En tanto, la Superintendencia de Educación reveló un aumento de denuncias por maltrato a estudiantes: hasta el 30 de junio de 2022 se registraron 3.054 denuncias por maltrato a estudiantes o párvulos, mientras que este año existen a la fecha 3.218.
Isidora Cortese, coordinadora del Programa de Convivencia Escolar Valoras, de la Universidad Católica, dijo a Radio Pauta que “hoy no contamos en los establecimientos con suficientes profesionales para hacer frente a la demanda, tampoco con redes de derivación oportunas y se suma un elevado índice de estrés de los profesores, con licencias médicas”.
Agregó que “el Mineduc ha dado importantes pasos al apoyar a los establecimientos con mayor prevalencia de violencia a través del plan, pero acá se requiere una sobre inversión en educación, que permita contar con recursos para aumentar la dotación docente y la de profesionales de apoyo psicosocial. Las escuelas necesitan de manera fluida derivar a estudiantes al consultorio”.
El preocupante avance de la violencia escolar en Chile
El Instituto Nacional, por ejemplo, ha sido escenario de una serie de hechos de violencia. Al respecto, Rodrigo Roco, director de Educación de la Municipalidad de Santiago, sostuvo a Radio Pauta que “más que herramientas que falten por aplicar”, lo que se necesita, en primer lugar, es cambiar los enfoques desde los cuales tradicionalmente se ha trabajado en el sistema escolar el tema de la convivencia”.
Agregó que “nos parece fundamental reforzar el rol de los adultos como sujetos responsables de la protección y el bienestar de las y los menores de edad, empezando por las propias familias y tutores”.
En esta línea, Raúl Perry, gerente de programas de la Fundación San Carlos de Maipo, sostuvo que “si pudiéramos asumir en una frase la situación de la violencia en los establecimientos, podríamos decir que antes de la pandemia estábamos mal y ahora estamos peor”.
Agregó a Radio Pauta que “respecto al programa, el Mineduc tiene algunas medidas razonables, pero creemos que es una acción que le falta otra arista, porque los niños también viven en sus hogares, donde probablemente repiten patrones de convivencia que después se aplican en otros espacios.
Se debe trabajar también en las habilidades parentales. El programa tiene la oportunidad de agregar ese foco, para mejorar esas cifras que teníamos antes de la pandemia”.
Desde el Colegio de Profesores, su presidente, Carlos Díaz, dijo que “la situación es grave y debe abordarse de manera integral en las escuelas y liceos, que deben ser lugares seguros y no espacios de riesgo”. En este sentido, agregó a Radio Pauta que “demandan planes para abordar la violencia al interior de los recintos y también externa, como el narcotráfico y delincuencia. Vemos una acción lenta de las autoridades, no se ponen a la altura de la gravedad de la situación, y para eso se necesitan más recursos y coordinación entre los ministerios”.
A esto se suma que la organización “Bullying sin fronteras” determinó que los tres países más afectados de Latinoamérica por el retorno a clases, y cómo esto impactó en la violencia escolar, fueron México, Colombia y Chile.
La Unesco, en tanto, determinó que uno de cada tres estudiantes ha sufrido algún tipo de violencia o acoso en el último mes.
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