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Columna de John Müler: “¿De qué lado estamos?”

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POR Equipo Radio Pauta |

La falta de una reacción firme del presidente a los atentados de Hamás, más allá de un retuit, ha terminado lastrando la política exterior del país, que debería ser de neutralidad.

El Presidente Boric ha llamado a consultas al embajador chileno en Israel, un gesto inamistoso frente ese país, ante las “inaceptables violaciones del Derecho Internacional Humanitario en que ha incurrido Israel en la Franja de Gaza”, según se ha dicho en Santiago. Israel ha contestado que el gobierno chileno está del lado de Hamás, aprovechándose para esto de una grave omisión de Boric: no consta oficialmente que levantara la voz para condenar los asesinatos terroristas de Hamás. Hay un comunicado del gobierno chileno, pero no un gesto del máximo mandatario.

Lo único que consta es que, después de largas horas de ominoso silencio, retuiteó un mensaje de la diputada Carmen Hertz donde decía que la adhesión a la causa palestina no le impedía condenar la matanza, violación y secuestro de civiles por Hamás.

Aunque a ustedes les parezca increíble, la ONU no ha condenado los ataques de Hamás del 7 de octubre que provocaron esta conflagración. Las resoluciones en el Consejo de Seguridad no prosperaron. Y apenas pasaron los días se empezó a poner más atención en lo horrible que podía llegar a ser la venganza israelí -como está siendo-, que en otras cosas. La única condena a Hamás que puede atribuirse a la ONU fueron unas declaraciones de su secretario general que, además, resultaron confusas y ambiguas y terminaron en polémica con el propio Israel.

En cambio, la ONU sí ha condenado las represalias israelíes y ha pedido un alto el fuego. Al respecto hay un documento de la asamblea general, que Chile apoyó, y que fue redactado por los países árabes, por lo que se excluyó expresamente cualquier condena a Hamás.

Aquí es donde Israel asienta su visión de que se le trata con un doble estándar.

Para Israel, Chile es un país que no está en su lista de prioridades estratégicas. Así que puede permitirse el lujo de que su presidente se muestre beligerante con ellos todo lo que quiera. Sin embargo, para Chile, Israel sí es un país estratégico, hasta ahora aliado, y una fuente de aprendizaje en muchos ámbitos, la gestión hídrica, por ejemplo.

Por eso, la posición chilena tiene sólo tiene valor si la afirma junto a otros países. Y cuando eso ocurre, lo importante es ver al lado de quienes nos hemos puesto.

 

 

Nota de la redacción:

El 2 de noviembre -un día posterior a la publicación de esta columna- el presidente Gabriel Boric declaró tras reunirse con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca de Washington DC, que “como presidente de Chile y como Estado, no dudo un segundo en condenar de la manera más enérgica y categórica los atentados terroristas de Hamas y exigimos por cierto la liberación de todos los rehenes que hasta el día de hoy se mantienen”.