Carta de Cristián Warnken: a un chileno cansado

“Llevamos años en esto, en este ir y venir de apruebos a rechazos, de a favor y en contra, de convenciones y consejos, ¿y todo para qué? ¿Para terminar en nada?”, se pregunta Cristián Warnken.

Carta a un Chileno cansado:

Chileno, estás cansado de constitucionalizar. Como en un viejo trabalenguas de cuando éramos niño, tú podrías decir: “el que se constitucionalice, constitucionalizador será”. Llevamos años en esto, en este ir y venir de apruebos a rechazos, de a favor y en contra, de convenciones y consejos, ¿y todo para qué? ¿Para terminar en nada?

Entiendo tu cansancio y tu incertidumbre, el no saber qué va a pasar mañana, y darte cuenta de que los que tienen que representarte, no han entendido nada, nunca te han entendido. Saliste a la calle en octubre del 2019 porque querías tener la seguridad de una vejez digna y una salud decente, pero no lo hiciste, no para refundar el país, cambiarle de nombre, desarmarlo en un puzzle imposible. Nunca estaba entre tus demandas el cambiar la Constitución.

Pero bueno, te dijeron que esa Constitución te iba a mejorar la vida. Creíste. Pero la Convención fue una nave de locos que tiraron toda por la borda, desaprovechando la ocasión de avanzar hacia un país mejor. Tuviste que levantarte a votar en masa para parar en seco ese delirio.

Luego acordaron un nuevo proceso. Entre tanto, era cada vez más difícil salir a la calle sin el miedo que te asaltaran o te dispararan, se hizo cada vez más arduo hacer durar la plata hasta fin de mes, todo se volvió inseguro y nuevamente fuiste a votar.

Votaste Republicanos, no porque fueras un o una “facho pobre”, sino porque ellos por lo menos ofrecían seguridad y porque quienes gobernaban parecían tener complejos en poner la mano dura y defenderte de sicarios, balas locas y todo lo que iba a haciendo cada vez más difícil vivir en paz. “El derecho de vivir en paz”-¿te acuerdas de esa acción que fue como el himno del octubre del 2019? Quedó solo en canción.

Y vino el nuevo proceso. Y todos se tomaban de las manitos y parecía que se habían puesto cuerdos y razonables e iban a lograr un acuerdo por fin para salir pronto de este laberinto y de este juego de niños tontos, repitiendo “el que se constitucionalice, constitucionalizador será”. Pero no llegaron a acuerdo. Y la culpa es de todos. Y ahora habrá que ir a votar de nuevo y tu corazón, y tu instinto te dice que hay que volver a rechazar.

Te entiendo. Es el primer impulso, la rabia, la molestia a tanta inoperancia de los que se supone saben. Rechazarlos a todos. Hubo un presidente en Chile, el “Paco” Ibáñez, que se presentó como candidato con una escoba para barrer con los políticos. Te dan ganas de hacer lo mismo. Pero, cuidado, mucho cuidado, aquí puede haber otra trampa, y, tal vez, en vez de salir de este ir y venir entre constituciones imposibles, rechazadas, volvamos otra vez al eterno retorno de lo mismo.

Hay expertos en apoderarse de la bronca legítima de la gente, de llevar el agua a su molino y usar el malestar para provocar incendios, alentar revoluciones que nadie les pidió, son los pirómanos de la política, infestan las redes sociales y viven ahí como demonios listos para el asalto. Son los oportunistas del desánimo de los pueblos. Les encantan las teorías del complot, infestan todo de fake news y sospechas y no tienen nada real ni razonable para ofrecerte, sólo rabia, odio, retroexcavadoras o motosierras (como la de Milei), son los profesionales administradores de tu molestia legítima, de tu malestar.

Sólo te pido que observes la fauna variopinta que se ha juntado para votar En Contra: Daniel Jadue, Lautaro Carmona, el alcalde Sharp, el rojo Edwards, Pancho Malo, Teresa Marinovic y tantos más… ¡Unidos por la misma causa! Sí: los vociferantes de los dos extremos se unieron, lograron lo que la clase política no logró y que tú has demandado sin que te oigan. Dios los cría y los junta, ahora irán de la manito por el “En Contra” ¿Se unieron, acaso, para sacar adelante al país, para llevar adelante buenas y responsables reformas (como las que tú esperas), para devolverle la paz y seguridad a este pobre Chile sumido en el desánimo y el estancamiento.? No. Se unieron para votar “En Contra”.¿No te parece, por lo menos, extraño, curioso, freak? Sólo te pido que tomes nota y saques tus propias conclusiones.

Tú tienes más sentido común que muchos teóricos, estamos llenos de ellos. Son muchos, Llenos de títulos y postgrados, y andan por ahí dando vueltas, desconectados del país real y dando cátedra. Ya una vez te diste cuenta de la trampa, y saliste a rechazar a los que nos estaban llevando al abismo o al pantano (porque al paraíso que nos prometían no nos estaban llevando). Ahora mira bien, piensa, observa con atención, y pregúntate: ¿adónde nos querrán llevar esa corte de los milagros de la política, unos admiradores de Trump, otros de Maduro?

Sí, es verdad que también por esa opción-el “En Contra”- va gente muy razonable y respetable.  Es cierto, y eso lo hace a uno dudar. Y es bueno y sano dudar. Pero hay que estar atento que de ese lote de destemplados y vociferantes, puede salirnos un Bukele, un Bolsonaro o un Chávez.  José Antonio Kast será un niño de pecho, bien educado y razonable al lado de ese nuevo líder que pueda surgir.  El triunfo del “En Contra” los puede empoderar.

Me dirás: “eso necesitamos, un Bukele”. Cuidado: que, por favor, esta vez no te falle el sentido común que, hasta ahora, nos ha salvado de irnos guarda abajo. ¡Qué buen lejos tienen esos líderes que dicen vienen a salvarnos y que mal cerca! Hasta ahora no ha aparecido un líder populista en plenitud que convenza a las mayorías, pero no estamos inmunes a ello, sobre todo cuando el cansancio y el hastío y la bronca con la inepta clase política te dan ganas de sacar la escoba, la retroexcavadora o la motosierra.

Se entiende, pero ese es el primer impulso. Respira, piensa, infórmate, reconéctate con tu sabiduría interior, esa que existe todavía en los campos y que nos advierte de cuidarnos de los “que se mandan las partes”.

Queda poco tiempo para informarse, será difícil tener una posición equilibrada en medio de un vendaval de mentiras y propaganda que se desatan en elecciones como esta, de lado y lado. Confío en ti, chileno de la calle, que saliste a la calle pacíficamente cuando había que salir, que votaste rechazo cuando la calle fue tomada por los pirómanos y que ahora tendrás que pensar cuál de las dos alternativas (¡Oh, eterna condena binaria!) es mejor para ti, los tuyos, para nuestro querido y agotado país.

Yo ya tomé mi decisión y ahora espero a diciembre para escuchar con mucho respeto e incógnita la tuya, a oír tu voz. “La voz del pueblo es la voz de Dios”-dicen. Ojalá Dios esté de tu lado otra vez. Ojalá no te equivoques, no nos equivoquemos. Ojalá,”constitucionalizador a pesar tuyo”, chileno de las pellejerías, el esfuerzo y las ganas de ser mejor.

Un abrazo.