Columna de John Müller: “El avión uruguayo y los 33”

Cuando se ponen en paralelo la historia de los rugbistas con la de los mineros, se ve que el rescate de la mina San José fue el punto más alto de la historia de Chile en 50 años.

El domingo pasado se dio una circunstancia curiosa en mi hogar de Madrid, en el salón una parte de mi familia estaba viendo (por segunda vez) ‘La sociedad de la nieve’, la película de José Antonio Bayona sobre la tragedia de los rugbistas uruguayos en Los Andes recién estrenada en Netflix. Mientras, en otra habitación, un televisor sintonizado en el canal Cuatro español estaba con ‘Los 33’, la película de Patricia Riggen protagonizada por Antonio Banderas en 2015 sobre la odisea de la mina San José.

Fui muy escéptico hace unas semanas cuando se estrenó la película de Bayona. Me parecía una empresa muy dudosa volver a rodar la historia del avión de los Old Christian Boys de Montevideo, sobre todo después de que la poderosa factoría Disney empeñó todo su poderío en ‘¡Viven!’, filme de Frank Marshall estrenado en 1993 que agotó el asunto para varias generaciones.

Pero Bayona es un director magistral y ha logrado tocar algún nervio oculto al cambiar el eje del relato (de los supervivientes de ‘¡Viven!’, al fallecido Numa Turcatti en la suya) y con la gran perfección de su rodaje. También el olvido ha jugado su papel: nunca me habían preguntado tanto por un episodio que ocurrió cuando yo tenía ocho años, pero que recuerdo bien porque a esa edad yo era un ávido lector de diarios y un admirador de primera hora de Alipio Vera.

El tiempo también ha disipado el morbo de que comieron carne humana. Para una parte de la prensa resultaba la máxima expresión del triunfo del estructuralismo que jóvenes de un colegio religioso derivaran en un grupo caníbal. La nota encontrada en las manos de Turcatti muerto con la frase «no hay amor más grande que aquel que da la vida por los amigos» (Juan 15:13) redondea la idea de esta extraña comunión que se produjo en Los Andes.

Para mí, ‘Lo imposible’ (2012), sobre el tsunami del Océano Índico en 2004, sigue siendo el mejor filme de Bayona, pero con ‘La sociedad de la nieve’ ha conseguido que la conversación social en torno a su película trascienda más allá de la semana del estreno. Y eso habla de un buen director.

Pero, el domingo, también se produjo el contraste entre los rugbistas y los mineros. Gran parte de la historia del avión uruguayo es la de un grupo abandonado al que se había dejado de buscar. El país carecía de medios y la tecnología de la época era poco útil para la tarea. Mientras que con los mineros, la búsqueda fue incansable desde el primer momento. Cuando se ponen las dos historias en paralelo, está claro que el rescate de los 33 mineros marca el punto más alto de Chile en los últimos 50 años.

El suceso coincide con un momento de gran prosperidad económica y de avance tecnológico que le permite al país empeñarse en una tarea titánica y costosa en la que cualquier otra nación, otro presidente y otro ministro hubieran preferido abandonar a su suerte a esos hombres. Sobre todo es estremecedor el desafío a las fuerzas de la Naturaleza que supone el deseo de rescatarlos de lo más hondo de la Tierra y la confianza en que los medios existentes lo permitirían.

El segundo mandato de Piñera con su estallido y su debate constitucional no han permitido valorar con justicia la proeza que significó el rescate de la mina San José. Esperemos que dentro de unos años, otro Bayona revisite esta historia, la desmenuce y cambie el eje del relato y nos ponga ante el espejo de lo que Chile llegó a ser.