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Columna de Víctor Maldonado: “Primero vinieron por Hassler, pero no me importó…”

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POR Equipo Radio Pauta |

“Una estrategia es una visión de conjunto compartida, establece objetivos comunes, prioriza el ganarles terreno a los adversarios, respeta las prioridades de cada cual, y reparte proporcionalmente los costos y beneficios involucrados”.

Este año la centroizquierda parte con la necesidad de anticiparse a lo que ha sido un proceso de negociación tradicional. Lo acostumbrado había sido iniciar las conversaciones y establecer los objetivos de la negociación previo al receso de febrero. El avance era lento porque se sabía que partía un proceso largo.

Ocurría de este modo porque los actores de la negociación eran los mismos que de costumbre, habían cambiado poco desde la ocasión anterior y las decisiones importantes se tomaban al final. Ahora, todo eso ha cambiado.

Un actor importante, el Frente Amplio, ha entrado en un proceso de unificación y uno de sus partidos, Comunes, puede ser declarado ilegal, lo que si acontece en el peor momento dejaría a la lista completa inhabilitada. Ahora, la DC es un actor que retorna y no un contertulio habitual. Lo más significativo es que las decisiones importantes se han trasladado al inicio de la conversación.

Esta vez las polémicas se han presentado con anticipación a la constitución formal de las negociaciones, aunque los primeros encuentros ya se han producido. Esto significa que la determinación de los criterios que ordenan las tratativas quieren ser impuestos, incluso, presionando a través de los medios.

El PS es uno de los partidos que suele adelantarse al resto en definir internamente sus objetivos en las elecciones. Ahora no parece ser la excepción, ha sido el origen de las declaraciones de la voluntad de competir por Santiago, luego de las aclaraciones de que no hay definiciones oficiales sobre casos específicos y luego más declaraciones sobre los criterios de negociación.

Esto parece ordenado, pero no lo es. El tono que ha adquirido esta etapa tiene un solo origen, como muestra que las declaraciones del PS definiendo, aclarando, precisando y volviendo sobre los puntos anteriores, sobrepasan a lo que han hecho por su parte todos los otros partidos.

Todos somos iguales, pero yo soy el más igual

Tal vez esto se origine en la constatación de que ahora el PS no tiene otro partido que lo iguale en fuerza electoral (aunque no así en representación municipal) y quiera ver sus criterios liderando la negociación. Esto tiene sus dificultades.

De ninguna manera los criterios de negociación se van recogiendo de a uno por el camino, ellos se concuerdan entre todos en forma serena y sin trascendidos ni presiones. Así se puede llegar a puerto sin excesivas turbulencias.

Concentrarse en un caso puntual es la peor opción posible; aísla a una candidatura y a un partido por considerarlo un caso particularmente débil y, por eso, ahonda la debilidad que se denuncia, no permite un adecuado tratamiento porque se lo observa en solitario y porque deja a la defensiva a los “acusados”.

Una estrategia parte de una visión de conjunto que es compartida, establece objetivos comunes, prioriza el ganarles terreno a los adversarios y no a los socios, respeta las prioridades de cada cual, y reparte proporcionalmente los costos y beneficios involucrados.

El “divide y vencerás” es una táctica particularmente nueva: solo tiene unos 2.500 años de historia registrada. Aquí es mejor no intentarlo. Lo que conviene es rebobinar, dejar de lado los casos particulares y partir de los principios compartidos. A veces es bueno escuchar lo que otros tienen que decir.