Columna de John Müller: “Paraguay, paraíso tecnológico”
El presidente de Paraguay busca inversores tecnológicos en Europa porque le sobra agua y electricidad renovables, pero, sobre todo, porque tiene una ambiciosa visión de su país
Tuve la ocasión de hablar con Santiago Peña Palacios (Asunción, 1978), el actual presidente de Paraguay durante su reciente visita a España. Su país no tiene un alto perfil tecnológico, más bien al contrario, todos conocen su poderoso sector primario que es capaz de producir alimentos para 100 millones de personas, siendo ellos apenas 7 millones de habitantes. Pero no fabrican semiconductores, por ejemplo.
Sin embargo, Paraguay ha sido el país invitado al Mobile World Congress de Barcelona, una feria de primer orden donde se da cita la elite mundial de los fabricantes, inventores e inversores tecnológicos. ¿Qué hace un país agrícola en un lugar como éste?
El presidente Peña me lo explicó en declaraciones para el diario ABC: “Paraguay, en realidad, está en una situación única y envidiable para el sector tecnológico. Los datos que hay en la computación en la nube necesitan un lugar donde aterrizar: los Data Center. Las inversiones en estos requieren de tres elementos principales: uno es la estabilidad política y económica, nadie quiere hacer una inversión de esa magnitud en un país Inestable; el segundo es la incidencia de desastres naturales o de condiciones climáticas adversas; y el tercero es que, en un mundo que cada vez busca más el sello de la sostenibilidad, el acceso a energía limpia, renovable y a precios competitivos es crítico. Paraguay cumple con esas tres condiciones en sobremanera. De hecho, no hay otro país que se pueda ni siquiera acercar a la abundancia de energía limpia, renovable, que tiene Paraguay”.
A finales de 2021 se desconectó la última central térmica que contaminaba en Paraguay. Desde entonces, el 100% de su energía es hidroeléctrica. Y el país sólo consume el 20% de la que produce, el resto la vende a sus grandes vecinos.
Los sistemas de Inteligencia Artificial son grandes consumidores de agua (para refrigeración) y energía. Entre 10 y 100 consultas a ChatGPT pueden ocupar un litro de agua y la luz de un barrio durante todo el día. Y a Paraguay ambas cosas les sobran.
Mientras hacía antesala para hablar con el presidente Peña, le conté a su ministro de Tecnología lo que había pasado en Chile con el Data Center de Google en Cerrillos. “Acabamos de estar con la gente de Google en EE.UU. Si Chile no lo quiere, nosotros nos lo llevamos”, me dijo.
Calladamente, Paraguay se ha llevado más cosas que Chile ha ido despreciando en los últimos años.
La estabilidad macroeconómica ya es un distintivo del país. El ránking de la Fundación Getulio Vargas dice que Paraguay es el país de Sudamérica con el ambiente de negocios más atractivo.
Peña no sabe que soy chileno, así que sigue contando plata delante del nuevo pobre: “Paraguay es hoy la economía que más crece y este crecimiento es saludable sobre una base productiva genuina. El país tiene hoy la mayor tasa de retorno sobre la inversión extranjera directa”, me dice el presidente Peña. “De hecho, hemos sobrepasado a Chile que había sido históricamente el país con el mayor retorno en la inversión extranjera directa en Sudamérica”.
Enhorabuena, presidente. No sólo hay que tener los recursos, también hay que saber ordenarlos y ponerlos a trabajar.