Boric califica la derrota del 4 de septiembre como su momento más duro: “No estábamos sintonizando con las prioridades de la gente”
El Mandatario, en una entrevista radial, realizó un balance de sus dos primeros años en el Gobierno, su relación con la oposición y reveló su momento más complejo en el cargo.
Este lunes se conmemoran dos años desde que Gabriel Boric arribó a La Moneda como presidente de Chile. En ese contexto, el Jefe de Estado, en una entrevista con Radio ADN, realizó un balance de su primera mitad de mandato y puntualizó cuál ha sido el momento más difícil que le ha tocado en el cargo.
En primera instancia, respecto al contexto nacional y las negociaciones que ha tenido que llevar con la oposición, Boric explicó que no tiene “problemas ni complejos en ir encausando el rumbo en función de la realidad que nos toca vivir” y destacó que “la política no es para fanáticos, hay que estar permanentemente evaluando el camino recorrido y el camino por recorrer”.
Boric pone la derrota del 4 de septiembre como su momento más duro: “No estábamos sintonizando con las prioridades de la gente”
Respecto a su momento más duro como Presidente de la República, el mandatario reconoció que “fue el plebiscito del 4 de septiembre (2022), donde una amplia y contundente mayoría no solo rechazó el proyecto de la primera Convención“.
“Fue una advertencia muy firme al Gobierno de que no estábamos sintonizando de manera clara con las prioridades de la gente en ese minuto”. Sin embargo, también expuso que fue “un golpe duro, pero un golpe que, en política, tenemos el deber de recibir bien”, indicó.
En cuanto a la concreción de su original programa de Gobierno, el mandatario aclaró que “un Gobierno con minoría parlamentaria no puede pretender que sus proyectos van a ser 100% como los había planteado en un comienzo”.
No obstante, Boric defendió las acciones llevadas a cabo en sus dos años de Gobierno y sostuvo que “recibimos un país con problemas de orden público prácticamente todas las semanas y yo creo que hemos normalizado el país“.
Acerca de la huella que quiere dejar en su gestión como presidente, declaró que “yo no tengo pretensiones hagiográficas respecto a mi persona, creo que el juicio del pueblo de Chile tiene que ser respecto a las realizaciones concretas y no a discursos”.
Pese a ello, aseveró no tener ninguna duda de que “vamos a entregar un país mejor que el que recibimos, en donde las condiciones materiales de chilenas y chilenos van a haber mejorado y donde se va a haber normalizado nuestro país para bien”.
“Espero que hayamos logrado, en dos años más, avanzar en reformas que permiten una mejor distribución del ingreso, que tengamos un país que esté creciendo económicamente, que sea más seguro que lo que recibimos y que cuestiones que son esenciales como la reforma de pensiones hayan podido ver la luz y generar un consenso”, resumió.