Exministro del Interior de Perú advierte a Chile: “Las lecturas ideológicas sobre el crimen organizado no funcionan”
En Primera Pauta, el exministro del Interior de Perú alertó sobre la expansión de bandas criminales transnacionales, incluyendo el Primer Comando Capital y Los Pulpos. Advirtió que Chile ya muestra señales de infiltración y que el crimen organizado se adapta con rapidez, incluso desde las cárceles.
Rubén Vargas, exministro del Interior de Perú, participó durante estos días en un congreso en Santiago sobre crimen organizado y conversó con Radio Pauta sobre el preocupante avance de estas redes en Latinoamérica. Aseguró que la región atraviesa un “desborde criminal” sin precedentes y que las economías ilegales han alcanzado un rol que supera incluso a la violencia terrorista de los años 80.
“Estamos pasando por el mayor desborde criminal de toda nuestra historia. Mucho más grave que la época del terrorismo”, afirmó. Y advirtió que no se trata solo del Tren de Aragua: “También están los Choneros, Lobos, Tiguerones y estructuras brasileñas como el PCC y el Comando Vermelho, que ya están operando en Paraguay, Bolivia y también en Chile”.
Cárceles como centros operacionales
Uno de los focos de alerta que planteó el exministro es el rol de las cárceles como centros logísticos del crimen organizado. “El PCC funciona desde una cárcel en São Paulo, el Comando Vermelho desde Río de Janeiro y el Tren de Aragua también nació en prisión. Las cárceles se han convertido en oficinas de mando para estas bandas”, sostuvo.
Agregó que uno de los errores más graves es mezclar internos locales con extranjeros. “Ellos llegan sabiendo qué hacer. Reclutan, organizan y terminan controlando los penales y expandiendo su poder”.
¿Está Chile preparado?
Vargas reconoció que en Chile no existe aún una instalación formal de estas bandas, pero sí presencia. “Los Pulpos, una organización peruana que colaboró con el Tren de Aragua, ya tiene dirigentes refugiados en Santiago”, advirtió.
Valoró que exista una mayor conciencia del problema en las autoridades, pero enfatizó que “las lecturas ideológicas no sirven” para enfrentar estas amenazas. “Se necesita un gran acuerdo nacional, incluyendo al sector privado. Las extorsiones no crecen si no hay corrupción en la policía o complicidad en el sistema financiero”, cerró.
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