Los niños neerlandeses son los más felices y los chilenos los últimos en ranking de Unicef

Un informe de UNICEF revela cifras preocupantes en salud mental, física y habilidades escolares.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reveló un informe sobre bienestar infantil donde mencionan que los niños neerlandeses son los más felices del mundo y los chilenos, se ubican en el último puesto del ranking con cifras que revelan profundas brechas en salud mental, sobrepeso infantil y habilidades escolares.
El Report Card 19: Child Wellbeing in an Unpredictable World mide que entre 2018 y 2022, las repercusiones que tuvo la pandemia en niños y adolescentes en el mundo fueron importantes.
En el estudio, se midieron 43 países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Unión Europea (UE).
Dentro de las conclusiones de Unicef, está que los niños en los países ricos están menos satisfechos con sus vidas y por lo mismo, se ven más expuestos a tener sobrepeso y obesidad. Junto con eso, no les va bien en el colegio.
Según el estudio, “las tendencias emergentes presentan diferentes desafíos y requieren soluciones diferentes“. Para UNICEF “el análisis de este informe muestra que la situación es mucho más compleja” y que no existe una causa única para estas tendencias, hay diversos factores que intervienen y pueden interactuar y por lo mismo “las soluciones también deben ser multifacéticas”.
La modalidad del estudio evalúo el porcentaje de niños de 15 años con alta satisfacción con la vida y también la tasa de suicidios adolescentes para medir la salud mental. También, consideraron la tasa de mortalidad infantil (de 5 a 14 años) junto con el porcentaje de niños con sobrepeso (de 5 a 19 años).
Por otro lado, para medir las habilidades, consideraron el porcentaje de niños con capacidades en lectura y matemáticas junto con el porcentaje de niños que hacen amigos fácilmente.
¿Qué pasó con Chile?
Chile está en la última posición de todos los países medidos con el puesto 36. Esto revela una situación preocupante en ámbitos de salud mental, salud física y habilidades de los niños chilenos.
Sobre la salud mental, el país se ubicó 31 de 36, en salud física quedó 40 de 41 y en habilidades también quedó 40 de 41.
Entre 2018 y 2022, la proporción de niños de 15 años con alta satisfacción se deterioró y marcó un descenso de más de 10 puntos porcentuales (pp.). También, las tasas de sobrepeso infantil son más de doble del promedio global, por lo que sigue siendo un indicador preocupante por salud infantil.
Con las tres variables que mide el estudio, Países Bajos se llevó el primer lugar. A ellos les sigue Dinamarca, Francia, Portugal e Irlanda. Justamente por eso, los niños neerlandeses se quedan con el primer puesto que mide salud mental, salud física se lleva el cuarto puesto y quedan onceavo en habilidades.
Otros indicadores y conclusiones del estudio
Algunos países como Bulgaria, Croacia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia, ocupan puestos altos en salud mental pero se encuentran dentro de los más bajos en salud física.
Por otro lado, Japón, República de Corea y Eslovenia se encuentran en el tercio superior en habilidades, pero en el tercio inferior en salud mental. También, República Checa e Islandia ocupan puestos altos en salud física pero bajos en salud mental y habilidades.
Dentro de las principales conclusiones a las que llegó Unicef, quedó claro que el bienestar infantil empeoró durante el peak de la pandemia y que el panorama a largo plazo aún no está claro. También, las tasas de sobrepeso y obesidad infantil aumentaron durante este periodo, pero aún no está claro si la situación persistirá.
Sobre las habilidades académicas de los niños, el cierre de escuelas contribuyó a esta disminución y generó pérdidas sustanciales de aprendizaje pero también, generó diferencias socioeconómicas.
Por último, los países también están experimentando una transición demográfica. Con la disminución de las tasas de fertilidad y una mayor esperanza de vida, UNICEF sostuvo que este cambio es importante porque transformará las sociedades en los próximos años y crea la necesidad de trabajar e investigar para tomar en consideración sus implicaciones políticas.