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Columna de José Toro: “Tras la derrota de Tohá: refundar el proyecto de centroizquierda para el Chile que viene”

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POR Equipo Radio Pauta |

“Hoy, más que lamentarse, es momento de mirar al futuro y asumir esta ocasión como una oportunidad histórica para proyectar a largo plazo un nuevo proyecto político de centroizquierda que vuelva a encarnar las esperanzas de las grandes mayorías”, escribe José Toro Kemp, secretario general del PPD.

La derrota de Carolina Tohá en las primarias presidenciales no debe entenderse como un revés electoral de una figura política; sino como el punto de inflexión de un ciclo que se extingue. Un ciclo que, con sus luces y sombras, fue durante décadas el motor transformador de la democracia chilena. Hoy, más que lamentarse, es momento de mirar al futuro y asumir esta ocasión como una oportunidad histórica para proyectar a largo plazo un nuevo proyecto político de centroizquierda que vuelva a encarnar las esperanzas de las grandes mayorías.

Durante los últimos años, la centroizquierda se debatió entre la nostalgia de sus éxitos pasados y la necesidad de interpretar un nuevo país. Si bien el liderazgo de Tohá representaba una versión moderna y democrática de ese legado —feminista, dialogante, con vocación institucional—, la propuesta que entregamos no logró entusiasmar a una ciudadanía que pide algo más que equilibrio: audacia, propósito y cercanía.

Esta derrota debe doler, pero no inmovilizar. Debe ser analizada sin indulgencia ni autocomplacencia. Porque más allá de los errores del momento, lo que está en juego no es una candidatura, sino el alma de un sector político que alguna vez fue capaz de liderar grandes transformaciones, como la recuperación de la democracia, la superación de la pobreza y el avance en derechos sociales.

Hoy, sin embargo, ese sector parece desconectado de las urgencias cotidianas y del lenguaje popular. La derecha avanza con una narrativa de orden y simplificación, mientras sectores más a la izquierda capturan el descontento con consignas rupturistas. En ese contexto, la centroizquierda aparece como una fuerza que duda de sí misma, atrapada entre el miedo a parecer conservadora y el temor a ser tildada de ingenua.

Es urgente reconstruir un relato propio. No basta con ser “el justo medio”. Se requiere un proyecto que no solo administre, sino que inspire: que abrace con convicción la justicia social, pero desde una mirada democrática, pluralista y moderna. Que hable de crecimiento económico con sentido de redistribución, de seguridad con derechos humanos, de Estado eficiente pero con alma, y de libertad entendida como igualdad real de oportunidades.

Chile vive una transformación profunda. El modelo neoliberal está en crisis, pero no ha sido reemplazado por uno nuevo. La ciudadanía desconfía de las élites políticas, pero también de las soluciones fáciles. Es el momento ideal para que la centroizquierda vuelva a tener un rol protagónico. Solo si logra escuchar, aprender y renovarse.

Esto implica abrirse a nuevos liderazgos territoriales, feministas, verdes, populares y tecnocráticos; repensar los partidos políticos como plataformas más horizontales y transparentes; y construir un programa país que no tema hablar de reformas estructurales en pensiones, salud, vivienda y descentralización. No hay futuro para la centroizquierda sin una propuesta económica clara, sin una política de seguridad eficaz y sin un compromiso renovado con la probidad.

Carolina Tohá tuvo la valentía de competir en condiciones adversas, sin renunciar a sus convicciones. Su aporte no será en vano si logramos transformar esta derrota en una refundación. Hoy se cierra una etapa. Pero si aprendemos las lecciones con humildad y visión, lo que viene puede ser el renacimiento de una centroizquierda más fuerte, más coherente y más necesaria que nunca.

Porque Chile sigue necesitando una fuerza política que conjugue justicia y libertad, progreso y estabilidad, audacia y responsabilidad. Esa fuerza existe. Solo debe reencontrarse consigo misma. Y el momento es ahora.