Gobernador de Arica emplaza a Elizalde a decretar estado de excepción: “Si no, no tiene sentido que venga”
En Radio Pauta, Diego Paco también propuso enviar a imputados a cárceles de El Salvador para desmantelar las redes del crimen organizado.
El gobernador de Arica y Parinacota, Diego Paco, emplazó a que el ministro del Interior, Álvaro Elizalde decrete Estado de Excepción Constitucional para proteger la frontera, durante su visita a la zona el próximo martes con motivo de la cuenta pública de su cartera.
Su visita estará marcada por un complejo clima político local, agudizado por una ofensiva transversal de los cinco parlamentarios de la zona, quienes se han alineado para exigir mayor presencia del Estado, tras el derrumbe ocurrido hace dos semanas en la cuesta de la Cultura Chinchorro, que mantiene aislada a la región.
En conversación con Pauta Global, la autoridad regional fue tajante al señalar que esperan que el secretario de Estado declare estado de excepción en la frontera de Arica: “Si no, no tiene sentido de que venga”.
En tanto, Paco criticó la falta de coordinación y de acciones concretas del Ejecutivo para enfrentar el crimen organizado que, según denuncia, opera con libertad desde la zona norte del país. “Hoy día por la frontera del norte del país siguen entrando y saliendo sicarios”, afirmó, denunciando que sectores como Cerro Chuño operan “como centro y comando de control de las mismas bandas criminales”.
En esa línea, el gobernador propuso enviar a imputados a cárceles de El Salvador para desmantelar las redes del crimen organizado. “Hoy día tenemos que pensar en enviarlos a cárceles de alta seguridad y ¿por qué no pensar en las cárceles de El Salvador?”, planteó.
“Puedo asegurar que trasladarlo y mantenerlo en una cárcel de alta peligrosidad en El Salvador, puede salir lo mismo o menos de lo que hoy día nos cuesta cada reo en nuestro país”, agregó.
Y fue más allá: “Tenemos que empezar a pensar en estrategias de cómo empezar a desarticularlos, no solamente sacando a los delincuentes de alta peligrosidad, sino también empezar a desmantelar las redes que los rodean y que siguen operando desde afuera”.
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