Exrector Instituto Nacional sobre grupos violentos: “Existe un interés oscuro detrás; hay adultos que influyen”
Fernando Soto aseguró en Primera Pauta que grupos antisistema comenzaron a operar de forma coordinada en varios liceos desde antes de 2014, con respaldo de adultos, y cuestionó la falta de apoyo institucional para enfrentar la crisis.
En Primera Pauta de Radio Pauta conversamos con Fernando Soto, exrector del Instituto Nacional, quien reflexionó sobre la persistente violencia en liceos emblemáticos y su experiencia directa mientras debió enfrentar a grupos organizados.
“Este flagelo que ataca a los liceos emblemáticos refleja lo que pasa en toda la sociedad. Hay una tremenda desesperanza del mundo adolescente”, señaló Soto, quien estuvo al mando del establecimiento entre 2014 y 2019.
Fernando Soto: “Los grupos violentos en liceos emblemáticos no son espontáneos, están organizados”
El exrector aseguró que las acciones violentas no son espontáneas: “Lo viví en carne propia. Estos grupos venían organizándose con bastante antelación. Había una clara sincronización entre liceos como el INBA, el Barros Borgoño y el Instituto Nacional”.
Soto apuntó además a la existencia de adultos detrás de estos actos: “Existen intereses oscuros. Si no es financiamiento, es organización. Muchas veces veíamos adultos merodeando, haciendo llamadas, vinculados a lo que ocurría”.
El error de poner fin a la selección
También criticó la falta de apoyo institucional: “El llamado angustioso de los rectores no tuvo respuesta del Estado. Enfrentábamos solos situaciones de extrema violencia”.
Sobre el fin de la selección académica, fue claro y señaló que “fue un error. El cambio en tres años de un 35% a un 85% de vulnerabilidad se notó muchísimo”.
Soto explicó que el proyecto educativo del Instituto Nacional siempre apuntó a la excelencia, pero sin discriminar por origen económico, social o religioso. “Bastaba el compromiso real de la familia y una preocupación expresa del estudiante por su proyecto personal”, señaló.
A su juicio, terminar con la selección académica afectó directamente la dinámica interna del liceo y alteró su histórica composición social. “El pluriclasismo siempre generó un efecto par virtuoso entre los estudiantes, pero eso ha cambiado notoriamente”, advirtió.
Finalmente, reveló el caos en la relación con apoderados: “Había tres centros de padres simultáneos que competían entre sí. Cualquier medida disciplinaria recibía aplausos de un lado y tomates del otro”.
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