Francisca Crispi alerta por violencia en Cesfam: “Diariamente tenemos 28 agresiones a los trabajadores de la salud”
En Radio Pauta, la presidenta del Colegio Médico de Santiago advirtió que la inseguridad en centros de salud primaria sigue siendo crítica, con balaceras, robos y ataques verbales o físicos que ponen en riesgo la continuidad de la atención.
En Pauta de Análisis conversamos con Francisca Crispi, presidenta del Colegio Médico de Santiago, sobre el aumento de hechos violentos que enfrentan los centros de salud familiar (CESFAM) de la Región Metropolitana.
Pese a una leve baja de 3,6 % en los delitos, la dirigenta sostuvo que “la situación sigue siendo muy preocupante” y que aún existen “brechas y desprotección que ponen en riesgo a los trabajadores de la salud y, al final del día, a las mismas comunidades de quedarse sin atención sanitaria”.
Inseguridad que afecta la atención de salud
Crispi explicó que la violencia se manifiesta en dos niveles. Por un lado, “tenemos la delincuencia, lo que son las balaceras, los robos, los portonazos afuera de los centros de salud”, hechos de alto impacto que han obligado incluso a cerrar recintos, como ocurrió recientemente en Batuco.
Por otro, “tenemos las agresiones en el contexto de la atención sanitaria, y esas agresiones son las más frecuentes. Dentro de ellas, las verbales son las más frecuentes y luego tenemos las físicas”. Según la dirigente, “diariamente tenemos 28 agresiones a los trabajadores de la salud”.
Zonas críticas y protección insuficiente
La zona sur de Santiago concentra la mayor cantidad de ataques, especialmente en comunas como Puente Alto, San Bernardo y Lampa. Aunque el plan de protección policial priorizó 126 centros, nueve catalogados de extrema peligrosidad, Crispi señaló que “solo la mitad tienen un punto fijo de carabineros y los otros cuentan solo con rondas”.
Para revertir la situación, planteó que es urgente asegurar “condiciones de infraestructura homogéneas: puertas blindadas, botones de pánico, cámaras de seguridad, perímetro iluminado” y contar con “un presupuesto de seguridad” que no dependa de los ya estrechos fondos sanitarios. De lo contrario, advirtió, la continuidad de la atención en los sectores más vulnerables seguirá amenazada.