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“Las estructuras criminales no publican sus operaciones”: Pablo Zeballos y los riesgos del crimen organizado en Chile

POR María Alejandra Gallardo Contreras |

El experto en crimen organizado advierte en Radio Pauta que Chile se ha vuelto un país atractivo para las bandas internacionales por su red portuaria, su sistema financiero y la porosidad de sus fronteras. Llama a centrar la estrategia en las economías ilícitas más que en desarticular bandas.

En Pauta de Análisis de Radio Pauta, conversamos con Pablo Zeballos, experto en crimen organizado, sobre el informe 2025 elaborado por la Unidad Especializada en Crimen Organizado y Drogas del Ministerio Público, que radiografía las principales amenazas y tendencias delictivas en el país.

Chile, un territorio atractivo para el crimen organizado

Zeballos planteó que el fenómeno “va mucho más allá de la política contingente” y debe entenderse como una “atmósfera” donde confluyen economías ilícitas, estructuras criminales dispuestas a explotarlas y condiciones sociales que lo permiten.

Las verdaderas operaciones criminales exitosas son las que no son detectadas por la autoridad”, advirtió.

El académico sostuvo que Chile reúne condiciones que lo hacen atractivo para las organizaciones internacionales, como puertos con alta reputación, rutas eficientes y un sistema financiero sólido que puede ser usado para el lavado de activos.

Puertos en la mira del crimen organizado

“Nuestro sistema marítimo portuario está en la mira de las estructuras criminales”, aseguró, y subrayó que se escanea menos del 10% de la carga que ingresa al país.

También se refirió al corredor bioceánico, que conecta el Atlántico y el Pacífico a través del puerto brasileño de Santos, vinculado al Primer Comando de la Capital (PCC). “La oportunidad de conectar ambas rutas hará que las estructuras criminales busquen alianzas en los puertos del Pacífico”, explicó.

Zeballos criticó que los periodos electorales generen “ofertones impracticables” en materia de seguridad y llamó a centrar los esfuerzos en golpear las economías ilícitas más que en desarticular bandas.

Además, advirtió que el crimen organizado “también es una lucha cultural”, marcada por el reclutamiento temprano de niños y adolescentes en el circuito delictivo. “Si no corregimos el rumbo ahora, será muy difícil volver atrás”, concluyó.