Ministro Cordero, tras críticas de Matthei y Kaiser al Plan de Búsqueda: “Sentí que habíamos vuelto a 1991”
En Radio Pauta, el ministro de Seguridad Luis Cordero cuestionó los dichos de Evelyn Matthei y Johannes Kaiser sobre el Plan Nacional de Búsqueda y advirtió un retroceso en los consensos sobre derechos humanos. Además, se refirió al nuevo capítulo del caso de corrupción judicial conocido como “la muñeca bielorrusa”.
En Pauta de Análisis de Radio Pauta conversamos con el ministro de Seguridad, Luis Cordero, a propósito de las críticas que surgieron en el debate presidencial al Plan Nacional de Búsqueda de detenidos desaparecidos.
Un debate que reabre tensiones sobre derechos humanos
Para Cordero, estos planteamientos no solo muestran desconocimiento del plan, sino que también reactivan discusiones que el país consideraba superadas desde los primeros años de la transición democrática.
“Sentí que habíamos vuelto a 1991”, afirmó, y señaló que las declaraciones tanto de Evelyn Matthei como de Johannes Kaiser, muestran desconocimiento sobre el contenido y objetivos del plan.
Cordero defiende el carácter transversal del Plan de Búsqueda
Explicó que este fue construido con participación transversal, incluyendo representantes de la oposición, y que su propósito central es cumplir el deber del Estado de buscar a quienes aún no han sido encontrados, independiente del avance judicial de cada caso.
El ministro sostuvo que detrás de las críticas reaparecen tesis promovidas durante décadas por defensores de condenados por violaciones a los derechos humanos, como la idea de que el Estado escondería información forense.
Subrayó que el Servicio Médico Legal ha desmentido reiteradamente esas acusaciones. “Se están sosteniendo mentiras públicas”, dijo, y enfatizó que el organismo ha realizado pericias y clasificaciones bajo supervisión judicial.
Corrupción judicial y el caso “muñeca bielorrusa”
Durante la entrevista, Cordero también se refirió a la detención de la pareja de la exministra de la Corte Suprema Ángela Vivanco, en el marco del caso conocido como “la muñeca bielorrusa”, donde se indagan presuntos pagos y gestiones ilegales para influir en decisiones judiciales. También hay dos abogados imputados.
El ministro calificó la situación como “de la mayor gravedad”, porque afecta directamente la credibilidad del sistema de justicia. Señaló que esta causa no es la única investigación en curso sobre posibles redes de corrupción dentro del Poder Judicial.
Respecto al caso del juez Antonio Ulloa, suspendido y objeto de una acusación constitucional, Cordero sostuvo que la Corte Suprema había fijado previamente un estándar riguroso en el caso de la jueza Verónica Sabaj, y que ese criterio debería haberse sostenido.