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La debacle de un partido histórico: el adiós del Partido Radical tras 162 años de vida

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POR María Alejandra Gallardo Contreras |

El Partido Radical comenzó formalmente su proceso de disolución luego de no alcanzar el mínimo legal de parlamentarios. En una extensa reunión del Comité Ejecutivo, su presidente Leonardo Cubillos presentó su renuncia, aunque la militancia pidió que continúe para encabezar la liquidación del histórico partido fundado en 1863.

El Partido Radical (PR) inició formalmente su camino a la disolución, luego de no alcanzar los cuatro parlamentarios necesarios para mantener su legalidad. En las elecciones del domingo solo resultaron electas Marcela Hernando (distrito 2) y Consuelo Veloso (distrito 18).

En este escenario, la tarde de este lunes, el Comité Ejecutivo Nacional sesionó vía Zoom con asistencia casi completa de la directiva, los presidentes regionales y los frentes nacionales.

El encuentro, que duró varias horas, estuvo centrado en el análisis del resultado electoral y en las intervenciones de militantes que buscaban despedirse de la colectividad fundada en 1863.

Renuncia del presidente y críticas a la conducción anterior

El momento más relevante de la sesión fue la intervención del presidente del partido, Leonardo Cubillos, quien presentó su renuncia al cargo que asumió en julio de 2022.

A través de una carta que leyó en voz alta, señaló que dejaba la presidencia “por responsabilidad y dignidad”, al asumir que bajo su conducción el PR no logró superar el umbral legal.

En su exposición, Cubillos también mencionó episodios previos que, a su juicio, debilitaron a la colectividad. Entre ellos recordó decisiones tomadas por directivas anteriores, incluida la encabezada por Carlos Maldonado, que habrían disminuido la capacidad electoral del partido.

El dirigente además cuestionó la idea, instalada desde el domingo en algunos sectores de la militancia, de reinscribir el partido para “volver a nacer”. Aseguró que no tendría sentido “empezar de nuevo con los mismos que dejaron caer al Partido Radical”.

La militancia rechaza la renuncia y pide continuidad para el proceso de liquidación

Tras la lectura de la carta, varios integrantes del comité pidieron la palabra para rechazar la renuncia del presidente y valorar su labor en los últimos años.

La mayoría planteó que Cubillos debía continuar en el cargo al menos mientras se realiza el proceso de liquidación de bienes del partido,y argumentó que nadie más está en condiciones de asumir esa responsabilidad. Cubillos aceptó seguir hasta completar ese trámite y encabezar la disolución legal del los radicales.

A lo largo de su historia, el Partido Radical fue protagonista central de la política chilena y llegó a formar parte de la columna vertebral de la República.

El retorno a la democracia

En el retorno a la democracia, el Partido Radical tuvo una participación discreta en el reparto de poder, pero no por ello menor en influencia. La colectividad, integrante de la recién formada Concertación, aportó cuadros técnicos y políticos que jugaron un rol decisivo en los primeros años del gobierno de Patricio Aylwin.

Su presencia en el gabinete no se limitó al Ministerio del Trabajo. Además de Germán Molina Valdivieso, el PR contó con una figura de peso político y jurídico: Enrique Silva Cimma, histórico radical, académico y reconocido constitucionalista, quien asumió como ministro de Relaciones Exteriores entre 1990 y 1994.

Su papel fue central en la reinserción internacional de Chile tras la dictadura y en la reconstrucción de confianzas diplomáticas con la región y el mundo.

Pero el aporte más profundo del radicalismo se dio en un terreno distinto al ministerial. Raúl Rettig, histórico militante del PR, fue el encargado de presidir la Comisión Nacional de Verdad y Reconciliación, cuyo informe, conocido hasta hoy como Informe Rettig, marcó un hito en la reconstrucción democrática.

Su trabajo permitió establecer un primer registro oficial de las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura y sentó las bases para una política de reparación que trascendió a su propio gobierno.

En el Congreso, el partido sumó una bancada acotada, pero suficiente para sostener las primeras reformas del ciclo democrático y mantener un espacio dentro del equilibrio político de la Concertación.

Del poder republicano a la disolución: el legado histórico de los presidentes radicales

Tres de sus militantes llegaron a La Moneda: Pedro Aguirre Cerda, impulsor del lema “Gobernar es educar” y del naciente Estado docente; y Juan Antonio Ríos, quien condujo al país durante la Segunda Guerra Mundial y fortaleció la industrialización.

A ellos se suma Gabriel González Videla, cuyo gobierno creó la comuna de La Reina, el Parque Nacional Torres del Paine y abrió paso a la Ley de Defensa Permanente de la Democracia, uno de los episodios más controvertidos del siglo XX.

El Partido Radical, con más de 160 años de historia, vive hoy un ocaso electoral que lo empuja a su disolución, en un contraste abrupto con la tradición que lo definió durante gran parte del siglo XX: una fuerza marcada por la expansión educativa, la modernización económica y un ideario laico y reformista.