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Protectora de la Infancia advierte sobrecarga y falta de recursos en el sistema de protección infantil: “Es una crisis humanitaria”

POR Sofía Cereceda Sotta |

En Pauta Propia, Alejandra Canessa, gerenta general de la fundación, advirtió que el sistema de protección a la niñez atraviesa una grave crisis marcada por la falta de recursos, personal y programas preventivos. Llamó a fortalecer el trabajo con las familias y la educación inicial para evitar que más niños terminen en residencias.

En conversación con Pauta Propia, Alejandra Canessa, gerenta general de la Fundación Protectora de la Infancia, advirtió sobre el colapso del sistema de protección infantil en Chile tras el cierre del Sename y la creación de Mejor Niñez. “El sistema está desbordado por todos lados”, afirmó.

Canessa explicó que las residencias no cuentan con los recursos ni el personal suficiente para atender a los menores vulnerados. “Cuando uno tiene una residencia con 20 plazas y el servicio te dice que te va a poner tres niñitas más, y no te queda otra que recibirlas, son niñitas que finalmente van a seguir vulnerando entre comillas los derechos de las otras 20 también”, aseveró.

Además, indicó que el foco de la organización que dirige no está en los infractores de ley, sino en la atención y protección de niños y niñas en situación de vulnerabilidad.

Sin embargo, señaló que “terminan llegando niños con un nivel de vulnerabilidad tan alto que, sinceramente, no sé si somos capaces de acompañarlos, contenerlos y fortalecer lo que necesitan dentro de una residencia que ya está desbordada. Estas residencias requieren al menos el doble de los recursos que el Estado nos entrega. ¿Y a dónde tocamos la puerta?”, cuestionó la gerenta general de la Fundación Protectora de la Infancia.

La experta también indicó que la falta de personal capacitado y la alta rotación agravan el problema. “Es muy duro trabajar en una residencia. Hay que tener mucha vocación (…). Me acuerdo que una vez una directora de residencia (no en La Protectora) me contó que una noche no tuvo a nadie que cuidara a sus niños y niñas, y eso no pasa una vez, pasa mucho”, relató Canessa. 

“Vamos a terminar engordando las cárceles”

La crisis, añadió, no solo afecta a los menores sino también al futuro del país: “Lo que estamos haciendo no es solo engordar las residencias, sino que vamos a terminar engordando las cárceles”.

“Porque a esos chicos, el sistema no les está entregando todas las herramientas que necesita un niño de 6 años para crecer tranquilo, tranquila y que en su trayecto de vida, junto a cualquiera de los organismos colaboradores, pueda realmente recibir ese acompañamiento. Y lo peor todavía, no hacemos nada para que no lleguen a las residencias, porque hay un montón de programas que sí se están desarrollando (…) para prevenir que entren a las residencias”, agregó.

Y sumó: “La residencia no es la solución, la solución es trabajar con las familias”. 

Las prioridades urgentes

Sobre las prioridades urgentes, Canessa fue enfática: “La primera prioridad es evitar, como sociedad, que los niños lleguen a una residencia. Hay que fortalecer los programas de prevención, protección y trabajo con las familias, incluso con los apoderados que han sido vulneradores”.

En segundo lugar, dijo que hay que “trabajar con los cuidadores y cuidadoras. Eso es fundamental. Si no mejoramos el estándar, el cuidado, el cuidado personal y la calidad de su formación, realmente estamos absolutamente paralizados”.

Finalmente, subrayó la importancia de invertir en la educación inicial:
La educación inicial tiene muestras de los infinitos beneficios. Una persona que pasa por esta etapa se convierte en un mejor alumno en educación básica, media y tiene una trayectoria diferente respecto a un montón de habilidades socioemocionales”. 

“Esto es una crisis humanitaria”

La directora de la Protectora enfatizó además la importancia de la alianza público-privada y la participación comunitaria para enfrentar la crisis: “Esto es una crisis humanitaria. No da para más”

Finalmente, recordó que la institución nació hace más de un siglo por una emergencia similar: “La Sociedad Protectora de la Infancia nació con ocho mujeres que vieron a niños huérfanos después de la guerra del Pacífico. Estamos igual”, cerró.