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Daniel Gascón analiza el auge del movimiento woke y la reacción antiwoke que ha polarizado el debate público

POR Sofía Cereceda Sotta |

En conversación con Pauta Propia, el escritor y editor español analizó el auge del movimiento woke, su deriva moralista y la reacción conservadora que ha generado. Advirtió que ambos extremos se han convertido en identidades políticas y llamó a reconectar el progresismo con los problemas reales.

El escritor y editor español Daniel Gascón, columnista de El País y director de Letras Libres, conversó en Pauta Propia sobre el origen, las contradicciones y el desgaste del fenómeno woke, un término que —según explicó— pasó de significar conciencia social a convertirse en una bandera política y un campo de batalla cultural.

“El movimiento woke tiene su origen en la idea de gente concienciada, políticamente comprometida. Dentro de esa conciencia hay una vocación de justicia moral, de corregir las desigualdades y la marginación. Creo que esa es una intención positiva, que es buena”, explicó

Pero añadió que el término también tiene algo muy romántico y subjetivo. “Lo que cuenta es lo que yo siento más que la realidad, entonces incluso parece que uno se puede determinar totalmente, o sea que mi identidad la puedo ir cambiando, no hay límites a mi deseo”, afirmó Gascón.

A su juicio, el auge de las redes sociales amplificó ese componente, convirtiéndolo en una forma de exhibición moral: “A veces uno se emociona no por una cosa, sino al pensar en sí mismo emocionándose, es como el selfie”.

El autor advirtió que el exceso de corrección política derivó en “un puritanismo donde no hay redención posible: cuando transgredes, quedas fuera”. Eso, añadió, ha dañado las propias causas progresistas y ha generado una reacción conservadora, a la que se refiere como el movimiento antiwoke.

“Los excesos han hecho que el movimiento sea más impopular y que genere una respuesta”, sostuvo, y advirtió que esa reacción termina reproduciendo las mismas dinámicas que critica: el antiwoke también se ha convertido en una identidad política, un reflejo del fenómeno que busca combatir.

La expansión del debate

Sobre la expansión del debate en Europa y América Latina, Gascón destacó cómo estas discusiones se importan sin contexto. “En España, el contexto racial es distinto, pero se intentó aplicar el mismo marco. Y eso ha provocado fracturas, incluso dentro del feminismo”, explicó.

Para el escritor, el desafío actual del progresismo pasa por reconectar con los problemas reales. “Para proteger los derechos de las minorías tienes que llegar al poder, y para eso necesitas una coalición más amplia, hablar de cuestiones materiales y unir a las personas”, concluyó.

Revisa la entrevista completa en el video insertado en la nota.