Juan Ignacio Piña y la crisis del sistema judicial: “Es una gran emergencia. No es momento de señales”
En La Mesa de Todos de Pauta Propia, el abogado penalista y exministro de Justicia, sostuvo que los recientes cuestionamientos a jueces y procesos internos revelan fallas de fondo en la institucionalidad, y llamó a avanzar en reformas concretas para recuperar la confianza ciudadana.
“Esta es una gran emergencia“. Con esa definición, el abogado penalista y exministro de Justicia, Juan Ignacio Piña, describió el momento que atraviesa el sistema judicial chileno. A su juicio, la seguidilla de casos vinculados a acusaciones contra jueces, tráfico de influencias y cuestionamientos a los procesos de nombramiento revela un problema de carácter estructural, cuyos efectos han deteriorado gravemente la confianza pública.
En La Mesa de Todos de Pauta Propia, el también expresidente del Consejo de Defensa del Estado analizó este escenario y abordó las causas y consecuencias de la crisis que enfrenta la justicia, advirtiendo sobre sus efectos en la institucionalidad y en la relación de la ciudadanía con el sistema.
Una crisis estructural, no solo coyuntural
Para Piña, observar estos episodios en conjunto permite dimensionar la magnitud del momento que atraviesa la justicia. “Esto tiene ciertas dimensiones estructurales evidentes”, afirmó.
Según explicó, muchos de los escándalos recientes son más bien síntomas de problemas que llevan años sin resolverse, especialmente en materias como nombramientos, organización interna del Poder Judicial y control institucional.
En ese contexto, advirtió que el país suele reaccionar tarde y de forma incompleta frente a las crisis. “Uno de los grandes problemas que ha tenido este país es que en general reacciona a las emergencias, pero después se olvida”, sostuvo.
Las señales no son suficientes
Durante la entrevista, Piña valoró que el Poder Judicial haya intentado dar señales institucionales, como el nombramiento de una nueva presidenta de la Corte Suprema. Sin embargo, fue claro en advertir que esos gestos no son suficientes para enfrentar la magnitud del problema.
“La trampa en la que no podemos caer es pensar que las señales van a ser suficientes”, indicó.
En esa línea, cuestionó la capacidad del propio sistema para resolver por sí solo la situación actual: “La verdad es que no creo que la Corte tenga en sí misma la capacidad de sufragar la crisis en la que se encuentra”, sentenció.
A su juicio, lo que se requiere es “un compromiso institucional de otra envergadura”, que vaya más allá de respuestas parciales o reacciones coyunturales.
El impacto en la confianza ciudadana
El exministro también abordó el efecto directo que esta crisis tiene en la vida cotidiana de las personas.
“Una falta de confianza dirigida hacia el Poder Judicial, como la que tenemos hoy día, genera de inmediato un descrédito completo en la vida social”, expresó.
Según explicó, cuando se instala una percepción de corrupción o falta de imparcialidad, las consecuencias se extienden tanto a quienes cumplen la ley como a quienes actúan al margen de ella.
“Cuando hay sensación de corrupción, no solamente los usuarios honestos empiezan a desconfiar (…) sino que también los actores deshonestos empiezan a obrar más impúdicamente”, aseguró.
“Esa es la gravedad a la que estamos asistiendo hoy día“, enfatizó.
“Este no es un momento de señales”
Finalmente Piña insistió en la urgencia de pasar de los diagnósticos a las acciones concretas: “Este no es un momento de señales. Este es un momento de hacer cosas“, señaló.
En su análisis, mientras se siga abordando la crisis solo a través de gestos o cambios puntuales, será difícil recomponer la confianza perdida.
La entrevista completa, con su diagnóstico y propuestas, está disponible en el video insertado en la nota.