Efectos del uso prologando de pantallas interactivas por niños

“Las pantallas son como un falso regulador emocional, pasan a ser una especie de chupete electrónico, que calma a los niños cuando están ansiosos o angustiados. Pero esa sensación es falsa, porque ellos deben aprender a regularse por si solos”, enfatiza Andrea Aguirre Gajardo, siquiatra infanto-juvenil de la Clínica Universidad de los Andes.

La especialista es enfática al recomendar un uso diferenciado del uso de los dispositivos tecnológicos. Es decir, de acuerdo al rango etario definir si es apropiado el acceso a redes sociales, o si es preferible optar simplemente por computadores con acceso a internet con fines académicos. “Para los niños, cuando están en búsqueda de su identidad, es muy importante la validación del otro y hoy en día esa validación se da a través de las redes sociales. Por eso, mientras más se postergue la entrega del celular se está previniendo un buen desarrollo de su salud mental”, explica la dra. Aguirre.

De acuerdo con la siquiatra, “la pantalla es un estímulo directo al cerebro y hace que reaccione como si fuera una amenaza. Cuando pasa eso, el cerebro redistribuye el flujo sanguíneo y le da mayor flujo a las partes más básicas. Por lo tanto, empiezan a crecer con un cerebro menos armónico y más primitivo, porque le quitan sangre a las partes más evolucionadas, como son el control de las emociones. Por eso son niños que pueden ponerse más irritables”, asegura la especialista. 

Revise la entrevista completa a Andrea Aguirre en Un día perfecto: