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El costo urbano de los destinos turísticos en temporada estival

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DAVID CORTES SEREY/AGENCIAUNO.
POR Periodista Practicante |

Ir a la playa, al lago o la montaña parecen planes ideales. Pero si miles de personas tienen la misma idea, y los destinos turísticos no abundan, los riesgos del colapso crecen.

Según un sondeo realizado por la Cámara Regional del Comercio de Valparaíso, durante la primera quincena de 2019 se registró un 61% de ocupación hotelera en la región de Valparaíso. El aumento de la población flotante en los balnearios durante el verano no es sorpresa para nadie, pero para el arquitecto y urbanista Luis Eduardo Bresciani, hay que tener cuidado: aunque algunas ciudades logran sobrevivir, otras acaban siendo destruidas.

Las consecuencias de la popularidad

Son aquellas ciudades de menor tamaño, bajo los 20.000 habitantes, las que corren el riesgo de verse devastadas por la masa humana que llega en época estival. “San Pedro de Atacama, Pucón o Algarrobo, son ciudades preparadas para una población mucho menor durante el año. De pronto, esta se multiplica por un mil por ciento. Lugares que tenían 10.000 habitantes pasan a tener 80.000, otras pasan de 20.000 a 200.000”, dijo el director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica, Luis Eduardo Bresciani, el martes 15 de enero en Voces de la Gran Ciudad.

En Algarrobo, por ejemplo, según información entregada por el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), la cantidad de paseantes en el 2016 fue de 2.545.074 personas. Comparando ese número con la cantidad de habitantes que tiene la comuna según el Censo 2017 (13.817 personas), la cantidad de turistas equivale a 184 veces la población recurrente.

Para Bresciani, la falta de preparación de estas ciudades, al momento de recibir semejante cantidad de visitantes, se debe a que el diseño de los municipios está pensado para administrar la ciudad los 365 días del año. De repente, y durante dos meses, la ciudad se convierte en otra. Es ahí donde se colapsan las capacidades para controlar la seguridad, el manejo de basura y estacionamientos, entre otros aspectos.

Un ejemplo de este colapso es lo que ocurre en San Pedro de Atacama, donde la planta de tratamiento de aguas servidas está saturada, según informaron a PAUTA desde el municipio. El motivo se debe a que “la infraestructura fue diseñada para una población cercana a las 1.700 personas, en contraste con los 10.996 habitantes de la comuna y los hasta 11.000 turistas promedio que llegan al poblado en periodos de temporada alta, según registros en Sernatur”.

Las externalidades negativas que surgen de esta situación van desde la aparición de malos olores, hasta la proliferación de vectores. Estos son definidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “animales que transmiten patógenos, entre ellos parásitos, de una persona (o animal) infectada a otra, y ocasionan enfermedades graves en el ser humano”.

Desde la municipalidad informaron que el alcalde, Aliro Catur, ya gestionó los recursos económicos, a nivel del gobierno central, y obtuvo el financiamiento destinado a la ejecución de mejoras, las cuales se deberían iniciar próximamente.

Para Luis Eduardo Bresciani, en ocasiones es la sobrepoblación de los espacios lo que lleva a la destrucción, al deterioro del patrimonio, del paisaje y la aparición masiva de segundas viviendas. “En Pucón la cantidad de territorio depredado por parcelas de agrado de segunda vivienda es ocho veces el tamaño de la ciudad”, ejemplificó el arquitecto. “Allí no llega el camión de basura, no tienen alcantarillado, ni agua potable. Descargan en letrinas y contaminan las napas y los ríos. El rio Trancura en Pucón tiene algunos niveles de contaminación producto de eso”, agregó.

La saturación del Villarrica

Incluso algunas consecuencias, que llegan de la mano con la entrada masiva de turistas, podrían estar afectando a aquellas riquezas que los visitantes más valoran al momento de elegir un lugar para veranear.

El Decreto 43, promulgado por el Ministerio del Medio Ambiente en octubre de 2017, “declara zona saturada por clorofila ‘A’, transparencia y fósforo disuelto, a la cuenca del Lago Villarrica”. Cuatro días antes de acabar su administración, el 7 de marzo de 2018, Michelle Bachelet firmó dicho documento, certificándolo y dando luz verde para que se implementara un plan de descontaminación, según informó Emol en su momento.

Ese mismo mes se constituyó una mesa técnica de trabajo, donde se agrupó a diferentes actores, tanto públicos como privados. El seremi de Medio Ambiente de la región de la Araucanía, Anselmo Rapiman, señaló a PAUTA que el objetivo de esta mesa es recopilar los antecedentes necesarios y determinar las principales medidas para el plan de descontaminación.

Fue en diciembre de 2018 cuando, desde la Municipalidad de Pucón y la Seremi de Medio Ambiente Araucanía, anunciaron un proceso de participación ciudadana, mediante el cual se comenzaría a recabar información sobre la zona saturada. El se efectuará hasta el 8 de marzo del 2019 y pueden participar tanto personas naturales como jurídicas.    

“Habiendo realizado las mesas de trabajo durante el año pasado, se constituye ahora el comité operativo y el comité ampliado. Allí los técnicos, que ya trabajaron en esta materia, y la sociedad civil definirán el plan de descontaminación”, explica Anselmo Rapiman.

Según el alcalde de Pucón, Carlos Barra, un estado de contaminación no es lo mismo que uno de saturación, ya que el segundo implica que los niveles máximos de fósforo, nitrógeno, clorofila y transparencia superan en un 80% los permitidos, pero no que exista contaminación producto de, por ejemplo, aceites o químicos derramados.

“Sospechamos que hay contaminación que viene por el río Trancura producto de las construcciones que no tienen alcantarillado ni planta de tratamiento. Cuando los desechos llegan por agua comienzan a florecer algas y clorofila; suena súper elegante, pero ese florecimiento es producto de material orgánico”, contó Luis Eduardo Bresciani en Voces de la Gran Ciudad.

El seremi del Medio Ambiente de la Araucanía indicó que el plan de descontaminación debiera estar implementado a comienzos del año 2021, no sin antes pasar por una serie de aprobaciones y procesos administrativos.

Medidas a largo plazo

La encargada de seguridad pública de Algarrobo, Verónica Cueto, dijo a PAUTA que desde la segunda quincena de diciembre tienen contratado personal de refuerzo para cubrir la necesidad en seguridad de la comuna. “También tenemos campañas preventivas para incentivar a la gente a no compre al comercio ambulante, buscando promover el autocuidado y evitar las intoxicaciones por la compra de alimentos en las playas”, comentó.

Pero según Luis Eduardo Bresciani, hay que ir un paso más allá. Es necesario tomar medidas a largo plazo.

En primer lugar, se debe proteger y no explotar aquellos lugares que son únicos. “No hay que permitir que se construya ahí. Tenemos que decidir cuales son aquellos lugares de Chile que son tan atractivos y escasos que deben ser protegidos”, comentó Bresciani. Un ejemplo de esto es lo que ocurrió en la zona sur con el sistema de Parques Nacionales, donde se encuentran 58 de los 102 parques del país, es decir, cerca del 57%.

Además, hay que tener en cuenta que las ciudades tienen una capacidad y existe un límite, el cual, al verse traspasado, genera las situaciones de colapso. “Para delimitar los espacios hay planes y normas. Chile tiene instrumentos para prohibir más construcción, los alcaldes no tienen que tentarse y pensar que todo desarrollo inmobiliario es desarrollo, muchas veces hay que frenarlo en algún punto”, explicó.

El arquitecto comentó que también es de suma urgencia que se amplíen las alternativas. “Hay millones de pequeños puntos a los cuales actualmente no se puede acceder y su habilitación multiplicaría las alternativas en materia de veraneo”, comenta Bresciani. “La inversión debe destinarse a lugares con potencial. Así como la Carretera Austral en su momento, pensar en nuevos destinos sería magnifico. Chile necesita una segunda ‘Carretera Austral’ por el borde costero, porque si todos nos concentramos en unos pocos balnearios, obviamente los vamos a reventar”, agrega.

Mire la entrevista completa con Luis Eduardo Bresciani en Voces de la Gran Ciudad:

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