Tendencias

La calidad de vida empeora en Chile en el último año

Imagen principal
POR Gabriela Villalobos |

El Índice de Calidad de Vida Urbana arroja que la movilidad se ha transformado en un elemento clave para los habitantes.

En términos de calidad de vida, el tiempo pasado fue efectivamente mejor. Al menos así lo refleja el Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) elaborado por el Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales UC y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), controlador de PAUTA.cl.

El estudio mide, en términos relativos, la calidad de vida urbana en 93 comunas y ciudades chilenas con más de 50.000 habitantes a partir de un conjunto de variables. Luego, las ordena y divide en tres grupos: rango superior, promedio e inferior. Cada categoría se divide teniendo como referencia el promedio nacional que calculó el estudio. 

La medición de este año arrojó que 17 de las 93 comunas del país se ubican en el rango superior de calidad de vida urbana. En 2017, en cambio, 24 comunas se ubicaban en el segmento más alto de calidad de vida. En número de habitantes el cambio en un año es más notorio: en 2017 unos 3,9 chilenos vivían en ciudades con una alta calidad de vida, mientras que este año el número de personas viviendo en este tipo de zonas se redujo a 2,9 millones de personas. Se trata del 21,1% del total de la población analizada.

A la vez, tanto la población viviendo en áreas de los rangos promedio e inferior aumentó en relación al año pasado. En términos porcentuales, la cifra de personas viviendo en la categoría más baja definida por el estudio aumentó del 31,1% registrado en 2017 a 33,6% en la medición de este año. El crecimiento se traduce en que el número de habitantes viviendo en comunas o ciudades con una calidad de vida inferior aumentó en 120 mil a 4,6 millones en 2018. 

Para el coordinador del equipo de trabajo PUC Arturo Orellana, las cifras arrojan un estancamiento en la calidad de vida del país. Esto, considerando que en las llamadas ciudades intermedias —aquellas con una población entre los 50 mil y los 250 mil habitantes— se evidencia una mejora. Efectivamente, considerando sólo estas zonas, el porcentaje de la población viviendo en ciudades de rango superior aumentó de 20,4% a 23,6% en 2018. El problema, agrega Orellana, radica en la Región Metropolitana. “Acá hay un problema severo de deterioro por conectividad y movilidad, que se refleja en el deterioro de la calidad de vida de ciudades en la periferia”, detalla el académico. Justamente, todas las comunas que bajaron de la categoría promedio a la inferior en la medición de este año corresponden a aquellas ubicadas en la periferia sur-poniente de la Región Metropolitana. Se trata de Melipilla, Buin, Paine y Talagante, lugares más alejados de las áreas con mayores puestos de trabajo de la capital. “Un creciente número de personas aspira a vivir ojalá lo más cerca posible (a servicios)”, agrega el gerente de estudios de la CChC Javier Hurtado. 

Esta misma razón también podría explicar el mejor desempeño que tienen las ciudades intermedias. Según un estudio del Centro de Estudios Públicos (CEP), los santiaguinos se demoran en promedio 50 minutos en el trayecto entre el hogar y el trabajo, mientras que en regiones este viaje demora alrededor de 30 minutos. 


Pero mientras los tiempos de transporte perjudicaron a las comunas de la periferia de la Región Metropolitana, la variable benefició a San Miguel en esta medición. Esta comuna pasó de ocupar la 40° posición en 2017 a ubicarse en el quinto lugar del ranking. De este modo, pasó de ser considerada una zona con calidad de vida promedio a una superior. “El gran número de proyectos que hay en esta comuna refleja que la gente está interesada en vivir allá y parte es por la cercanía a los servicios”, comentó Orellana. 

Los más y menos eficientes

La mejora en la calidad de vida urbana no pareciera ser sólo un tema del bolsillo. Por primera vez, el ICVU midió el gasto total municipal por cada habitante y con ello se evidenció que hay comunas con menor presupuesto que logran tener un puntaje de calidad de vida más alto que otras con un mayor desembolso. 

Vitacura, Providencia, Las Condes, Lo Barnechea y Santiago Centro lideran el listado de las comunas con mayor gasto total por habitante, con desembolsos que van desde los $800 mil a los $350 mil por persona. Todas estas comunas, se ubican en el rango superior del estudio. Sin embargo, en el cuarto lugar se ubica Castro, que pese a tener uno de los mayores desembolsos a nivel nacional (alrededor de $300 mil por persona), se ubica en la categoría. 

Un caso contrario vive Talca, que se encuentra entre las comunas con menor gasto por habitante ($150 mil), pero se ubica en la categoría superior del estudio. “No sólo el presupuesto, sino a focalización y la gestión de los recursos explican el mejor o peor desempeño en el estudio”, comenta Orellana.