La deuda habitacional que afecta a 2,2 millones de chilenos
Un informe de la CChC cifró en 730.000 viviendas el déficit habitacional, un aumento del 13% respecto de la última medición. El principal responsable: el alza del allegamiento.
Según un estudio realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), y que fue dado a conocer el pasado 11 de abril por La Tercera, el déficit habitacional en Chile aumentó 13% entre 2015 y 2017, de acuerdo con datos recabados por las encuestas Casen correspondientes a dichos años.
El déficit habitacional se refiere a la cantidad de viviendas nuevas necesarias para reemplazar aquellas inhabitables. A esto se suma el número de inmuebles que hacen falta para satisfacer la demanda de aquellas familias que se encuentran viviendo allegadas.
Para Javier Hurtado, gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, esta cifra revela la realidad tanto del deterioro de las viviendas como del allegamiento. En este primer punto, destaca un elemento positivo: la cifra retrocedió 7% en dos años. Sin embargo, la principal preocupación de la CChC -controlador de PAUTA- es respecto del allegamiento. “Ahí está el tema de fondo, ya que ha crecido 35% frente a la cifra anterior”, comenta Hurtado.
Sobre los antecedentes entregados, el ejecutivo comenta que estamos viviendo fuertes alzas de precios de la vivienda en comparación con los ingresos familiares. “Hay menos gente con acceso a vivienda, el sector medio, por ejemplo, no tiene una opción porque los ingresos no le dan para meterse en un crédito hipotecario”, afirma el gerente de estudios de la CChC.
Los resultados del informe saltan a la vista: la falta de viviendas supera las 730.000 unidades, traduciéndose en un problema que afecta a cerca de 2,2 millones de personas. Asimismo, también se sabe que en el 58% de los casos esta carencia se relaciona al allegamiento, mientras que en el restante 42% se necesita un reemplazo para viviendas deterioradas.
Un problema que traspasa la frontera
A fines de 2018 se realizó en Washington DC un foro encabezado por el Banco Interamericano de Desarrollo donde se dieron a conocer cifras sobre el panorama internacional en cuanto al déficit habitacional.
El problema alcanza magnitudes llamativas en la región. Por ejemplo, se considera que en América Latina y el Caribe, 9 de cada 10 viviendas son de baja calidad.
Con esto se buscó mostrar que, en algunos casos, el problema apunta más hacia la calidad de la vivienda, que a la cantidad disponible. Esto ya que, por ejemplo, en la región existe 6% de falta de vivienda en áreas urbanas, pero 94% no cuenta con los estándares de buena calidad.
La duda del ministerio
En julio de 2018, desde el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), cifraron el déficit habitacional del país en 393.000 viviendas.
A raíz de esto, y luego de conocido el informe de la CChC, el ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, señaló que el estudio le parecía una sorprendente manera de aumentar el déficit de vivienda, como una forma de justificar la necesidad de construir más.
Para Hurtado, la diferencia entre las cifras que manejan el gobierno y la CChC está relacionada con lo que se considera como déficit habitacional. “Tanto para el ministerio como para nosotros el trabajo que hacemos con la Casen es el mismo, pero cuando hablamos de deterioro nuestro filtro es más duro”.
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Hurtado afirma que al problema de vivienda se suma el de transporte, lo que implica planes urbanos adecuados que permitan densificar y crecer en forma adecuada. “Las ciudades van a seguir creciendo. La estimación de Santiago es que va a crecer en 500 mil viviendas en los próximos diez años. La pregunta es ¿dónde las vas a ubicar para no generar un problema?”, planteó.