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La adicción online

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POR Periodista Practicante |

Los expertos afirman que los juegos en línea son más adictivos que los offline. La evidencia científica muestra que, dentro de los juegos por internet, hay un género que puede ser más adictivo: el videojuego de rol multijugador masivo.

Las imágenes mostraban a una madre filipina alimentando a su hijo. Lo extraño: él tiene 13 años, está saludable, pero no quita sus manos de los controles del computador donde está inmerso en un juego de video. Su madre, entonces, debe darle la comida en la boca.

Diversos científicos han estudiando estos comportamientos y hay discrepancias respecto de cómo clasificarlo, luego de que la American Psychiatric Association (APA) no reconociera la adicción a los videojuegos como un trastorno mental en la última versión del Manual Estadístico y de Diagnóstico de Desórdenes Mentales (DSM-5). La APA consideró que no existe evidencia empírica suficiente. El DSM-5 sí menciona el trastorno por juego en internet (internet gaming disorder) como una condición que requiere de mayor investigación para futuras ediciones del manual.

Pero la Organización Mundial de la Salud (OMC) supuso otra mirada. La incorporó como un trastorno mental en la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD) en 2018. Es “un patrón persistente de conducta de juego online u offline”, definió la entidad la adicción a los videojuegos.

No todos los videojuegos son lo mismo

Adrian Mundt, siquiatra de la Clínica Alemana, y Pablo Curivil, sicólogo de la Clínica Las Condes, coinciden en que la adicción a los videojuegos sí constituye un trastorno mental. A pesar de que la persona es consciente de las consecuencias negativas que trae su conducta, reitera en ella. Ambos expertos plantean que los videojuegos en línea están más asociados con la generación de patrones adictivos en las personas.

Dentro del conjunto de videojuegos online, hay un género en particular que es más adictivo que el resto: el videojuego de rol multijugador masivo en línea (Mmorpg). “Los videojuegos en línea que se juegan en grupo, en los que se puede diseñar un avatar, cambiar las formas de juego y en el que hay roles, son muy seductores y van generando un tipo de conducta adictiva”, afirma Curivil.

De acuerdo con la empresa de videojuegos Plarium, la diferencia entre un juego online cualquiera como un multijugador masivo en línea (MMO) y un Mmorpg, radica en el mayor nivel de personalización que tiene este último.

La clave está en la sigla RPG: juego de rol. Este tipo de juego permite a los usuarios crear y darles identidad propia a sus personajes, “controlar su apariencia, raza, sexo, profesión y habilidades”. En la medida en que el usuario avanza en el juego, su avatar mejora y evoluciona en un personaje cada vez más poderoso y único.  

Según Plarium, el nivel de libertad que un Mmorpg otorga a un jugador permite que sus acciones influyan directamente en el desarrollo de la historia y en el mundo virtual en el que está inmerso.

El estudio que encendió la preocupación

En 2012, los investigadores estadounidenses Luther Elliott, Geoffrey Ream, Elizabeth McGinsky y Eloise Dunlap, realizaron un estudio en el que aplicaron una encuesta en línea a 3.380 gamers adultos en Estados Unidos para determinar la asociación entre el consumo de cierto tipo de videojuegos y el nivel de adicción que presenta la persona que lo juega (Los investigadores se refieren a la adicción a los videojuegos con el concepto de problem videogame play).

El estudio, publicado en la Revista Internacional de Salud Mental y Adicción, recoge el análisis de 16 categorías diferentes de videojuego y los hábitos de consumo de los individuos encuestados. Los resultados apoyan lo afirmado por Curivil.

De los 16 tipos de juego analizados, los que se relacionaron con un mayor nivel de adicción fueron los Mmorpg y los juegos de disparo en primera persona (first person shooter). Si bien estos dos tipos de juego se asociaron con el mismo nivel de adicción, hay un factor que los diferencia: el involucramiento de la persona en el juego (placer, autoidentificación y autoexpresión), que fue mayor en los Mmorpg que en todos los otros juegos.

En este sentido, Curivil explica que los Mmorpg pueden resultar adictivos para una persona al permitirle suplir, en su avatar y en el juego, todas las necesidades que no logra satisfacer en su vida cotidiana. “Todo lo social es proyectado en ese avatar, en ese juego de rol. En League of Legends, por ejemplo, las carencias sociales, de reconocimiento y validación de uno mismo son proyectadas en el juego”, dice Curivil.

La atracción de los juegos de rol masivos

Mark Griffiths, Joel Billieux, Jory Deleuze y Daria Kuss realizaron un análisis macro sobre la adicción a los Mmorpg a través de una revisión de literatura científica y diversos estudios al respecto, con el objetivo de determinar si hay algunas características inherentes a este tipo de videojuego que lo hacen más adictivo que otros.

El artículo concluye que hay ciertos elementos propios de los Mmorpg, tales como World of Warcraft, que aumentan la probabilidad de que un usuario se haga adicto a este tipo de juegos. Los investigadores destacan cuatro de estas características.

La primera es que hay un mundo virtual permanente, un ambiente que existe independientemente de la presencia de los jugadores y en el que los eventos ocurren aunque el usuario no esté participando directamente en el juego.

En segundo lugar, los usuarios asumen el rol de un personaje ficticio, por lo general de carácter heroico y fantástico, al que pueden personalizar y controlar casi por completo.

Otro rasgo que los investigadores describen como “fundamental” de los Mmorpg es que los individuos progresan en el desarrollo del juego. El avatar de un jugador, por ejemplo, va adquiriendo nuevos “poderes” y “habilidades” como recompensa por completar ciertas misiones o derrotar a otro jugador.

Por último, la interacción social de este tipo de juego permite al usuario comunicarse por escrito o por audio con otros jugadores y organizarse para conseguir objetivos comunes. Se forman especies de “redes sociales” dentro del juego.

El mundo de la adicción

Adrian Mundt explica que para determinar si una persona tiene adicción a los videojuegos se debe considerar el “contexto completo” de la persona y cómo el jugar afecta su funcionamiento social. “Si empieza a ocupar la mayor parte del día, se entra en terreno de un trastorno. Cuando empieza a interferir con actividades cotidianas y con el funcionamiento social del individuo”, dice el siquiatra.

Agrega que una persona adicta a los videojuegos puede presentar efectos negativos, como retraimiento social, conductas violentas, problemas cognitivos y dificultad para concentrarse.

Uno de los investigadores ya mencionados, Mark Griffiths, sicólogo y director de la Unidad Internacional de Investigación del Juego (IGRU) de la Universidad Nottingham Trent, recoge en un artículo algunas investigaciones sobre la adicción a los videojuegos.

El paper confirma que una adicción a los videojuegos puede provocar escasez de socialización, agresividad, desadaptación cognitiva e inatención, como afirma Mundt. Otros efectos son el estrés, una disminución del sueño y un peor desempeño académico.