Entretención

Desmintiendo el mito de la burundanga por contacto

Imagen principal
POR Matias Bobadilla |

El científico Gabriel León explica por qué las historias de esta droga no tienen sustento y solo generan alarma en la población: “no existe la intoxicación por contacto”.

Una persona va en el transporte público, alguien le contacta con droga la piel e inmediatamente la persona pierde el control de su mente. Esa es la típica historia de la burundanga, droga que ha intensificado su interés en el país luego que el alcalde de Las Condes, Joaquín Lavín, alertara sobre su uso para drogar y violar a una persona.

Pero, ojo, el científico de Un día perfecto, Gabriel León, aclara que esto no es más que un mito. “Es una historia bastante antigua, es un cóctel de compuestos que históricamente se han utilizado para drogar a las personas”. La escopolamina (burundanga) causa desde sequedad hasta arritmia, taquicardia y sicósis, pero no control mental y otros síntomas a los que se atribuye.

León también agrega que, al día de hoy, es imposible que con el contacto de unos minutos con la piel, se liberen los efectos de una droga. “No existe ninguna droga que funcione así, la piel es una barrera no permite que la droga transfiera la concentración requerida para entrar en efecto”, agrega.

El científico y escritor, eso sí, no duda del testimonio de las personas que han sufrido estos síntomas, que pueden corresponder problemas mucho más comunes o al uso de fármacos que disponibles en el mercado: “Un ravotril (benzodiazepina) es una droga depresora, con el alcohol se suman los efectos y puede ser muy complejo. Te puedes morir”.

Mira la columna completa: