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Intoxicaciones por productos de limpieza: la otra cara de la pandemia

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PAUTA/ Fernanda Monasterio Blanco
POR Administrador |

Si bien son indispensables para enfrentar el Covid-19, los desinfectantes han generado complicaciones. Sobre esto conversamos con la epidemióloga y toxicóloga Patricia Cerda.

Desde marzo de 2020, a nivel mundial y nacional, los centros toxicológicos han reportado un aumento de consultas por exposición a agentes desinfectantes y productos de limpieza -fundamentalmente en menores de edad-, asociado a la disponibilidad de estos productos en el hogar para combatir el SARS-CoV-2 y enfrentar la pandemia del Covid-19.

En PAUTA conversamos con la enfermera matrona de la Universidad Católica Patricia Cerda, epidemióloga y especialista en toxicología, sobre este fenómeno que se está produciendo en Chile y en el mundo.

-Si llevamos esto a cifras, ¿cómo se ha manifestado este aumento de consultas en los centros toxicológicos?

“Entre enero y marzo de 2020, los centros de envenenamiento en Estados Unidos reportaron un aumento de los llamados por exposición a productos de limpieza y desinfectantes en comparación con los mismos períodos de los años 2019 y 2018, de 20,4% y 16,4% respectivamente”.

-El problema es que casos como estos, o consultas de este tipo, pueden traducirse en una mayor cantidad de gente visitando las urgencias por motivos que podrían evitarse.

“Así es. Este fenómeno ha generado interés en epidemiólogos, toxicólogos y tóxico-epidemiólogos, pues se trata de una consecuencia inesperada de la pandemia que puede producir graves efectos sobre la salud. Estas exposiciones pueden generar consultas evitables en servicios de urgencia en un momento crítico, de alto riesgo de contagio, y utilizar recursos humanos que ya son insuficientes”.

“El confinamiento, si bien ha prevenido contagios y resguardado la salud de la población, ha generado un escenario propicio para intoxicaciones debido al uso masivo de desinfectantes y productos de aseo en el hogar, presencia prolongada de menores, situaciones de pérdida de supervisión por las múltiples tareas que deben cumplir los padres en este contexto (crear y mantener horarios diarios, administrar el trabajo y las actividades escolares virtuales)”.

-Muchas personas no saben a qué se dedican los toxicólogos, ¿nos podría explicar esto en pocas palabras?

“La toxicología, como especialidad, juega un rol colaborativo con otros profesionales de la salud. Brinda información sobre terapia de antídotos, interacciones farmacológicas, efectos adversos a medicamentos, nuevas terapias y tratamientos. Un toxicólogo puede asesorar tanto a un intensivista en la aplicación de un antídoto como a la madre de un niño que ha tomado un producto de limpieza, un desinfectante, una mezcla de ambos, un medicamento o más de uno en el hogar”.

“Los centros toxicológicos asesoran al público a nivel individual y comunitario en difusión de información, monitoreo, vigilancia, prevención y manejo de intoxicaciones o envenenamientos. Realizan funciones administrativas, de investigación y de formación de profesionales”.

“Los datos de los centros toxicológicos, además de permitir comparabilidad a nivel mundial, permiten realizar vigilancia epidemiológica de intoxicaciones por diversas causas, evaluar tendencias, monitorear fenómenos y aportan información para priorizar y tomar decisiones en beneficio de la población”.

-¿Y cuál vendría a ser el rol específico de los toxicólogos en una pandemia?

“La primera y más obvia función de un toxicólogo en una pandemia es reconocer y manejar las toxicidades agudas y crónicas asociadas con las terapias. En el caso del brote de coronavirus SARS-CoV-2, se ha prestado mucha atención, por ejemplo, a la toxicidad de la cloroquina e hidroxicloroquina, a las intoxicaciones por agentes con actividad antiviral, a los efectos adversos de análogos de nucleótidos, inhibidores de proteasa o anticuerpos monoclonales”.

“Otra función fundamental es evitar las consultas innecesarias en los servicios de urgencia frente a un sistema médico sobrecargado. Determinar cuál de los pacientes intoxicados puede permanecer en casa no sólo reduce las visitas al servicio de urgencia, los ingresos hospitalarios y los costos de atención médica de emergencia, también limita la transmisión microbiana. Se puede asesorar a un adulto responsable en cómo enfrentar una exposición a un tóxico en el domicilio, instruyéndolo en qué debe hacer y qué no, qué debe observar y cuándo debe consultar, si es necesario”.

 

-En el contexto del Covid-19, ¿qué otras preocupaciones tienen los toxicólogos, además del aumento de las intoxicaciones por productos de aseo o desinfectantes?

“Ha sido y es una situación de crisis y cuando ocurre una crisis médica importante pueden producirse varios fenómenos. El público, cada vez más conectado e influenciado por redes sociales, internet o la televisión, puede automedicarse por dos razones frente a algún problema de salud: para evitar acudir a servicios de urgencia y evitar contagios, o como respuesta diversos problemas en términos de salud mental, como estrés, ansiedad, depresión, frustración e incertidumbre, documentados durante la pandemia”.

“En este caso es relevante que los organismos institucionales garanticen la seguridad de los medicamentos y que se instauren mecanismos que controlen y regulen el acceso a ellos. Es una situación bastante especial, pues se ha demostrado también aumento en el consumo de alcohol y drogas de abuso durante la pandemia a nivel global”.

-¿Cómo se relaciona la toxicología con el Covid-19?

“La toxicología y la epidemiología son diciplinas complementarias en el estudio de relaciones causales, fenómenos de interacción (química y epidemiológica), criterios de causalidad como temporalidad, plausibilidad biológica, fuerza de asociación y efecto dosis respuesta”.

“En ambas disciplinas, se aplica el principio de historia natural de la enfermedad, desde la etapa asintomática y la prevención hasta la manifestación de la enfermedad y su tratamiento y recuperación o el peor desenlace que es la muerte”.

“El análisis de relaciones causales da una visión clara de cómo se cruzan los datos epidemiológicos y toxicológicos, permite obtener conclusiones con respecto a una relación causal entre agente y efecto, y muestra cómo datos adicionales pueden influir en las conclusiones de causalidad”.

 

-Comúnmente se solía asociar las intoxicaciones a la industria o a contextos laborales, ¿qué nos puede decir de lo que pasa en los hogares?

“En el hogar se pueden generar escenarios propicios para intoxicaciones. Existen conceptos fundamentales como desconocimiento (del tóxico y sus efectos sobre la salud, que lleva a dejarlos al alcance de los niños debido a que se desconoce el efecto que a determinada dosis algunos agentes pueden generar), mezcla de productos (que pueden generar interacción química, muchas veces desconocida), uso de productos sin medidas o equipos de protección adecuados (sin guantes, sin protección ocular) y susceptibilidad individual (no en todas las personas se produce la misma respuesta con la misma dosis)”.

“Además, tenemos múltiples agentes tóxicos (perfumes, medicamentos, productos de aseo, detergentes, desinfectantes, lustramuebles, limpiavidrios, combustibles, pinturas, diluyentes, algunas plantas) y podemos exponernos a más de un agente en el mismo momento. Si se agrega que la exposición puede producirse a través de más de una vía de exposición (digestiva, inhalatoria, cutánea, ocular) la dosis que ingresa al organismo es mayor, el riesgo es mayor y el efecto puede ser mayor. Pueden existir distintos niveles de exposición y distintas respuestas entre los individuos”.

-¿Cómo se puede prevenir o tratar una intoxicación?

“El mejor tratamiento es la prevención. Lo importante es llegar ojalá siempre antes de un evento que ponga en riesgo la salud y si no llegas antes, dar tratamiento de manera oportuna. Es fundamental educar a la población en el almacenaje seguro de químicos y medicamentos”.

“En el escenario Covid-19, si consideramos el virus como un agente de riesgo biológico y los agentes que utilizamos para combatirlo como agentes químicos, en ambos casos existen estrategias de prevención específicas. Para el primero, las ya conocidas como distanciamiento social, uso de mascarilla, lavado correcto de manos. Para el segundo, almacenamiento fuera del alcance de los niños, en envases originales, evitar mezclar productos, utilizarlos según la indicación del fabricante, en espacios bien ventilados y utilizar equipos de protección personal cuando es necesario. Además, tener a mano el número de un centro toxicológico para que, frente a una exposición a un agente determinado, un profesional experto indique la conducta a seguir”.

Revise en la siguiente infografía elaborada por PAUTA sobre los principales puntos de la conversación con Patricia Cerda:

Patricia Cerda

  • Enfermera Matrona, Pontificia Universidad Católica de Chile
  • Magíster en Epidemiología, Pontificia Universidad Católica de Chile
  • Magíster-Experto Internacional en Toxicología, Universidad de Sevilla
  • Magíster en Administración en Salud, Pontificia Universidad Católica de Chile