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Las redes sociales en la mira

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POR Administrador |

En estas midterms hay atención en ver si nuevamente fueron usadas por intereses extranjeros para movilizar votantes.

Luego que se comprobara que Facebook y Twitter fueron usados para movilizar votantes en favor de Donald Trump en las últimas elecciones presidenciales, los dos gigantes de las redes sociales han estado trabajando para detectar cuentas falsas o coordinación entre perfiles para difundir mentiras .

Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook, informó en rueda de prensa que eliminó de su plataforma a 652 cuentas, páginas y grupos no auténticos. Por su parte Twitter clausuró 284 cuentas previstas para una “manipulación coordinada”. El líder de la red social afirmó que las cuentas desvinculadas tenían como fin difundir propaganda a través de perfiles falsos. Además anunció que las cuentas  estaban presuntamente operadas por Irán y por ámbitos cercanos al servicio secreto militar ruso. “Basándonos en nuestros análisis, parece que muchas de esas cuentas tenían su origen en Irán”, explicó la compañía. Estas noticias se conocieron después de que Microsoft, el mayor fabricante de software del mundo, anunciase que tomó el control de seis dominios web que parecían reales y que podían ser usados para atraer a usuarios e infectar sus ordenadores con virus. Los dominios fueron registrados por un grupo de hackers conocido en Occidente como APT28, “Fancy Bear”, “Strontium” o “Sofacy”, según explicó Microsoft quien acusó al Kremlin de estar detrás de esta actividad. Rusia inmediatamente desmintió la acusación. Por su parte, Zuckerberg explicó que aún siguen investigando lo hechos. 

Para la campaña presidencial del 2016, cuentas creadas en Rusia pagaron campañas en Facebook, en las que se identificaba a votantes que podrían inclinarse por Trump en los estados que decidirían la elección, los llamados swing states. Como la herramienta comercial de esta red social permite conocer cuáles son los principales intereses y preocupaciones de quiénes serán el público al que la campaña será dirigida, se le mostraban a esas personas posteos sobre esos temas y en lo que Trump aparecía como el candidato que solucionará esos problemas.

Se calcula que 150 millones de estadounidenses fueron expuestos a estas noticias falsas.

 

Una de las noticias falsas aparecidas en Facebook, en que el Papa Francisco daba su apoyo a Trump.

Líder de Isis llama a votar por Hillary Clinton, según este posteo en Facebook que resultó ser falso.

Con Twitter ocurrió algo similar: la cuenta @ten_gop, que se hacía pasar por la publicación oficial del Partido Republicano de Tennesse, se las arregló para que decenas de miles de otras cuentas, entre ellas las de celebridades republicanas como James Wood, difundieran noticias falsas en los swing states. Tal fue su éxito que algunos de esos posteos aparecieron en noticieros de televisión de esos estados.

En este tuit de la cuenta @ten_gop, se culpa a Clinton de la muerte de dos agentes de seguridad.

 ¿Por qué pasa esto?

El científico chileno Cristián Huepe explica la difusión de informaciones falsas en redes sociales desde la física. De hecho predijo este fenómeno hace algunos años en su estudio de sistemas complejos: “La interacción de distintos elementos genera fenómenos nuevos, que son más que la suma de las partes. Desde cómo las moléculas se unen en células y las células forman cuerpos, la misma dinámica se aplica a la comunicación”. 

Cristián Huepe

Dentro de los sistemas, la red de opiniones “se va reorganizando e incluso puede desconectarse de las demás redes del sistema y se transforma en profecía autocumplida. Los integrantes de la red solo conversan entre ellos y, así, es muy fácil crear teorías de conspiración. Internet no solo nos da la posibilidad de comunicarnos con cualquier persona, también nos da la posibilidad de escuchar a los que solo están de acuerdo con nosotros. Esta fragmentación produce subcomunidades que no se comunican y por lo tanto pueden creer cualquier cosa, porque se convencen entre ellos. No son conversaciones. No te doy información a ti y tú me das información de vuelta, sino que yo recibo información y después la propago y eso es mucho más lo que sucede hoy en día en internet que lo que sucedía antiguamente cuando hablábamos en reuniones sociales o cuando escuchábamos medios masivos.”

El caso más emblemático de esta difusión de falsedades es Qanon, que se explica en este reportaje de Pauta.

¿Y ahora?

Facebook y Twitter tienen la palabra. En los próximos días veremos si los esfuerzos de estas plataformas por erradicar las cuentas falsas y las informaciones erróneas dieron o no resultado. Si es que lo logran, se abre el camino para que las plataformas sociales puedan, eventualmente, seguir con su actual modelo de negocios, sin verse expuestos a regulaciones más fuertes.