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Menos muertes y más camas: los efectos de priorizar a los adultos mayores

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POR Fernanda Monasterio |

El 18 de enero se dio inicio a la vacunación de adultos mayores, un grupo que -aunque en número no corresponden a una mayoria nacional- es crucial para definir la reacción del sistema de salud frente al covid-19.

“En primer lugar, no tenemos tantas vacunas como para ponerle a todo Chile en este momento. Tenemos que decidir por dónde partir. Por eso partimos por los que están ocupando los hospitales”, señala Catterina Ferreccio, epidemióloga, salubrista y docente de la Escuela de Medicina de la Universidad Católica

Desde que el 24 de diciembre del 2020 se inoculó en Chile a la primera persona contra el covid-19 con la vacuna elaborada por Pfizer y BioNTech, la cifra de quienes que ya recibieron la primera dosis asciende actualmente a 29.368. De ellos, 98% corresponde al personal de salud.

El 2% restante -449 personas- son aquellos adultos mayores internados en Centros de Larga Estadía (Eleam). Partieron el lunes 18 de enero con la vacunación de Laura Areyuna, de 79 años, quien reside en el Eleam Nuestra Señora de Andacollo, en la Región de Coquimbo.

“Los adultos mayores, igual que los enfermos crónicos, constituyen una población de riesgo. Tenemos que protegerlos con mucho cariño y con mucha urgencia”, señaló el Presidente Sebastián Piñera tras iniciarse esta etapa del plan de vacunación.

Además, según señala Ferreccio, las enfermedades crónicas por sí solas producen mucho menos riesgo que ser un adulto mayor con enfermedades crónicas. “La mayoría de las enfermedades crónicas se acumulan en los adultos mayores; por lo tanto, si vacuno a todos los mayores de 80 años primero, y así hacia abajo, voy a vacunar a casi todas las personas que tienen enfermedades crónicas. Se exceptúan, claro, aquellos casos esporádicos de enfermedades crónicas en personas menores”, señala.

Asimismo, la primera dama y encargada del plan Adulto Mejor, Cecilia Morel, indicó que mediante este proceso se vacunará a “más de 40 mil personas mayores en las regiones de Arica y Parinacota, de Antofagasta, de Atacama, de Coquimbo, de O’Higgins, del Ñuble y de Aysén. Sin embargo, este es el comienzo, a medidas que lleguen más dosis, llegaremos a mayor población mayor”, aseguró.

El efecto de la tercera edad

“Desde el punto de vista sanitario, el mayor impacto en la reducción de la mortalidad podría obtenerse si es que se vacuna en primera instancia a las personas de más riesgo, que son los adultos mayores”, señala a PAUTA el salubrista y académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile Cristóbal Cuadrado.

“Sabemos que el principal factor de riesgo para morir por covid-19 es la edad, incrementándose de manera exponencial la probabilidad de muerte. Es de más de 10% la letalidad por casos sintomáticos en personas de más de 60 años e incrementándose a más de 30% en el caso de personas de mayor edad”, agrega.

Por esto Cuadrado comenta que, aunque los adultos mayores en general se consideran como un grupo preferente, dentro de ellos también se debería establecer un criterio de prioridades. Aquellos que debieran recibir primero la vacuna deberían ser los de mayor edad y quienes se encuentran institucionalizados, es decir, residiendo en algún Centro de Larga Estadía.

Además, enfocarse en los adultos mayores no solamente podría disminuir la cantidad de fallecidos producto del covid-19. Hay un elemento relevante adicional: este grupo es el que más usa camas críticas, por lo que controlar la epidemia en dicho sector podría implicar un aligeramiento del peso que recibe el sistema sanitario.

Es decir, de manera secundaria a la protección vital de los adultos mayores, Ferreccio comenta que comenzar la vacunación priorizando a este grupo etario beneficia también al personal de salud que los atiende. Así se descomprime el sistema sanitario y se disminuye el riesgo de que ellos se contagien con estos pacientes que requieren un tratamiento muy invasivo. 

¿Dónde se realizarán las vacunaciones?

Desde el Ministerio de Salud, de acuerdo con las recomendaciones del Comité Asesor en Vacunas e Inmunizaciones (Cavei), se definió que los adultos mayores residentes de Centros de Larga Estadía serán los primeros dentro de este grupo en recibir las inyecciones. Esto significa que ellos no deberán acudir a centros de salud para vacunarse, sino que en sus mismas residencias recibirán la inoculación.

Para los casos posteriores, desde el ministerio señalan que Chile ya cuenta con una estrategia de vacunación donde los adultos mayores acuden a la atención primaria de salud. Un ejemplo de esto son las campañas de vacunación masiva como la que se realiza anualmente con la influenza.

“Si es que se implementará algo adicional por covid-19, eso se informará más adelante”, declararon. 

Sobre esto, Cuadrado explica que “lo ideal sería ir a vacunar a los adultos mayores de mayor edad y más frágiles a los lugares donde residen, pero eso requiere una logística compleja a desarrollar en conjunto con los domicilios”. De todos modos, propone que los adultos mayores autovalentes podrían ser citados en horarios planificados a sus centros de salud. “La clave es que sea planificado y que no existan aglomeraciones”, agrega.